capitulo 6

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Amanece aquí en corea con un sol hermoso que me saluda apenas abro los ojos. Me levanto con poco ánimo, me estiro un poco y me voy a lavar los dientes. Luego tomo mis cosas para ducharme, esta vez procurando llevar mi ropa para no salir desnuda como la última vez, y salgo de mi cuarto. Corro hacia el balcón y hay una vista hermosa del sol saliendo recién en el amanecer

-¡Wow!.....es hermoso. De verdad tubo buen ojo al escoger el departamento.

Entro y sigo estirándome y cuando estoy a punto de subir la escalera ciento ruidos en la mini sala de máquinas que tiene Bon para ejercitarse, supongo. Me devuelvo del camino y me dirijo hacia allá. Camino lenta y silenciosamente y asomo la vista por la puerta que está entre abierta. Me doy cuenta que efectivamente es Bon que está ejercitando sus abdominales

-…”Aigo es, es, es…creo que me dará un ataque”…-pensé atónita mientras lo seguía observando.

-Si vas a ocupar la ducha hazlo ya, porque luego sigo yo (en su idioma)-dijo indiferente.

Yo ni siquiera le entendí, pero cerré la boca, y me apresuré a subir las escaleras para ducharme de una vez. Nuevamente en la ducha no hubo novedad. Me sequé, me vestí y Salí, y también, como la vez anterior, Bon estaba sentado en la cama con mi audífono en la mano y me lo acercó. Yo lo tomé y me lo coloqué

-¿De verdad te asustaste esta mañana?-dijo con tono burlón.

-¿Quién yo?, ¿Por qué?, ¿Qué pasó?-dije algo nerviosa y haciéndome la desentendida.

-No te hagas. Sé que esta mañana me estabas espiando-replicó mirándome con rostro ególatra.

-Pues no, te equivocas. Lo que pasa es que se me cayó mi labial y rodó hasta la puerta y tu justo me sorprendiste recogiéndolo-mentí.

-¿A, sí?, y ¿Dónde está tu labial?-Dijo con curiosidad.

-¡A! el labial está…creo que lo dejé en el baño-nuevamente mentí.

-Está bien, no te preocupes. No serás ni la primera ni la última que ve mi cuerpo. En mis conciertos lo luzco todo el tiempo-dijo con un tono aún más ególatra-Solo te quería avisar que hoy saldré de casa a hacer tus papeleos para que puedas viajar lo antes posible a tu país con tu familia y también te quería incomodar. Pero lo importante es que hoy estarás todo el día sola en casa.

-Está bien, me sé cuidar muy bien sola-le aseguré muy contenta por la noticia.

-Eso espero. En la cocina dejé varias cosas traducidas a tu idioma para que puedas hacer que comer. Yo creo que llegaré tarde asique no me esperes despierta. Tengo un par de sesiones de fotos a las que asistir.

Yo solo asentí con la cabeza

-Está bien entonces. Espérame abajo y desayunamos juntos.

-Ok.

Bajé y me senté en el balcón mientras esperaba y en ese momento se me ocurrió escribir. Busqué algo en donde escribir y un lápiz. Por suerte Bon tenía una agenda desocupada bajo un escritorio, toda polvorienta, asique supuse que no la usaba y que no notaria su ausencia y comencé a escribir. Cuando terminé me paré y me senté sobre el sofá. Bon ya había bajado y se encontraba en la cocina preparando el desayuno. De pronto oí

-¡A desayunar!

Me apresuré, escondí la agenda bajo el asiento del sofá y fui al llamado. Cuando llegué Bon estaba de pie detrás de la silla y a la vez que yo me sentaba él también lo hizo.

-¿Siempre estarás tan nerviosa cuando desayunemos?, deberías aprender a controlar tu temperamento ya que estos papeles demoran casi un mes o más en realizarse, eso sin contar lo costoso que va a ser que crean que extraviaste hasta el pasaporte.

Magia de un amor fugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora