Capitulo 30

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Llegué a casa junto a Dak Ho quien amable e incómodamente me cargó hasta el cuarto.

-Listo señorita-dejándome suavemente sobre el lecho.

-Muchas gracias Dak Ho-metiéndome en la cama.

-Voy a preparar una cena ligera para que luego te duermas-me explicó.

Asentí conforme con una sonrisa cuando de pronto el teléfono de Dak Ho suena. Yo solo lo observé en silencio.

-¿Pasó algo?-intrigada.                               

-No, solo es Ji Hae que dice que no llegará a dormir-me avisó.

-Omo-dije con un puchero.

-Tu tranquila, mira quien te acompañará-dijo animado tomando el peluche gigante que gané en aquella ocasión-Y su hermanito adoptivo…mmm-pensó un poco-¡Pupo!-haciendo aparecer el peluche que él me había regalado.

-¿Pupo?-pregunté por lo extraño de nombre.

-Así es, Pupo-me dijo orgulloso ubicándolos uno a cada lado-Voy y vuelvo-saliendo de la habitación.

El día había avanzado con rapidez desde que me habían dado el alta y ya estaba oscuro afuera. De pronto comencé a oír gritos desde afuera.

“… ¡Araceli!...”-Gritaba un hombre“… ¡Araceli!...”-le seguía una chica. Ambos se oían borrachos.

Rápidamente me puse la bata y bajé a investigar.

-¿Oíste eso?-me preguntó Dak Ho al verme descender por las escaleras.

-Sí, ¿Qué extraño, no?-dije un poco asustada llegando a la posición de Dak Ho.

-Veré que pasa, mantente detrás de mí-me ordenó.

-Está bien-asentí.

Con seguridad abrió la puerta y desde nuestra posición pudimos ver como dos sujetos, una chica y un chico, gritaban y agitaban sus manos con alegría.

-¿Quiénes son?-pregunté tratando de ver algo por la oscuridad.

-¿Dónde están tus anteojos?-me regañó Dak Ho.

-Aquí en la bata-sacándolos y colocándomelos con un puchero.

-Muy bien, iré a averiguar-me informó.

-Te acompaño-respondí.

-No, puede ser peligroso-me advirtió.

-Solo son un par de borrachos perdidos-lo tranquilicé sonriendo.

-Está bien pero mantente detrás de mí-me advirtió una vez más.

-Está bien-asentí resignada.

Dak Ho se comenzó a acercar lentamente pero de forma segura al portón de la casa.

-Uuui y hasta que llegas-reclamó la chica-Creí que me dejarían toda la noche en la calle-riendo a carcajadas.

-JI Hae-dije comenzando a reírme sorprendida.

-La misma-afirmó sonriente de forma inestable.

-¿Bon Hwa?-replicó Dak Ho identificando a Bon que se encontraba apoyado contra uno de los pilares muy mareado.

-No podemos dejarlo aquí así-le dije a Dak Ho ante su rostro dudoso.

-Sí, tienes razón, ¡vamos adentro!-Abriendo el portón y haciendo que Bon se apoyara en él.

-Vamos Ji Hae-dije ayudándola.

A penas pude llegar con ella hasta la puerta.

-Toma, sostén a Bon mientras yo voy a dejar a Ji Hae a su cuarto-tomándola en brazos.

Magia de un amor fugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora