Capitulo 23

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Estos dos días pasados son los peores de mi existencia y no solo para mí sino que para la ansiosa de mi amiga han sido una total tortura. Miraba el calendario y la hora a cada rato yo solo me limitaba a leer revistas y cosas por el estilo mientras Ji Hae no se despegaba del calendario de su teléfono, se lo arrebaté pero tenía un calendario de bolsillo que se convirtió en su mejor amigo, hasta que por fin llegó el gran día.

Hace mucho frío y Ji Hae me preparó una tenida de invierno realmente bonita y me maquilló muy bien pero no tan extravagante; no me gusta. Mi cara lucia pálida por lo que al pintarme los labios rojos carmesí se hacía un contraste realmente genial. Ella también se arregló muy bien pero no tanto, según ella, para que yo resaltara. Nos pusimos nuestros tacones y partimos. Para asegurar nuestro viaje Ji Hae llamó a Bon quien confirmó que estaba en casa. De pronto el auto se detuvo a una cuadra del edificio

-¿Qué pasa?, ¿Por qué nos detenemos?-extrañada.

-Yo no iré-me informó seriamente.

-¿Qué?, pero se supone que venimos las dos-dije asustada.

-No, tú tienes que aclarar, sola, muchas cosas con Bon, yo sobro. Asique bajas, vas a su casa y hablas con él-me ordenó sin cambiar su semblante serio.

-Está bien, tienes razón-admití-esto me compete a mí-tomando valor-Nos vemos luego-sonriente bajando del auto.

-Apúrate que está comenzando a llover, adiós- escuché antes de cerrar la puerta y que se fuera al fin.

Tomé un poco de aire y comencé a caminar alegremente por aquellas calles que ya había reconocido como mi hogar y que había tenido que abandonar tan repentinamente. Camino sonriendo, cabizbaja algo tímida, cuando al levantar el rostro mi sonrisa se desvaneció lentamente hasta apagarse por completo; Bon Hwa estaba besando a Hye So. Como si tuviera un imán en los pies me quedé a presenciar toda la escena, con mis lágrimas que inevitablemente comenzaban a caer. Mis piernas comenzaron a temblarme y mi corazón latía lentamente hasta que la emoción de hace un rato de esfumó por completo. Entonces vi como Hye So ingresaba al edificio y Bon Hwa se quedó pensativo observando el suelo hasta que al levantar la vista se percató de mi presencia y de inmediato comencé a retroceder mientras la lluvia aumentaba su potencia. Solo pensaba en irme muy lejos no quería nada más, pero los tacones no me permitían correr muy rápido por lo que agresiva y rápidamente me los quité y continúe mi carrera

-¡Araceli!-escuché que gritaba desesperadamente Bon detrás de mí.

Su voz se hacía cada vez más cercana, no había nadie en las calles más que vehículos y la lluvia que caía cada vez con más fuerza, confundiéndose con mis lágrimas.

-Araceli-escuché esta vez muy cerca.

Me tomó del brazo y me volteó en su dirección.

-¿Qué quieres?-me giré rompiendo en llanto-¿Seguir riéndote de mí?-algo ahogada por mi llanto.

-No es lo que tú crees, Araceli escúchame por favor-me suplicó con lágrimas en los ojos.

-¡No te quiero escuchar!-grité llorando-Con lo que vi me es más que suficiente-apoyándome en un muro por el agotamiento.

-Déjame explicarte-continuó suplicando.

Yo solo agaché la cabeza y negué en silencio oyendo cada una de sus súplicas.

-Te reíste de mi todo este tiempo, me usaste para tu diversión-respondí enfurecida golpeando fuerte su pecho con mi índice-Yo creí en ti-alejándome con mi voz ya quebrada-pero ya no más-sacando el regalo de mi bolsillo-¡No más!-grité lanzándole el paquete en frente-¡No vuelvas a buscarme, eres lo peor en lo que pudo fijarse mi corazón!-sin contener las lágrimas alejándome al fin.

Magia de un amor fugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora