capitulo 10

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Continuando con el paseo, ahora si había silencio total, mi vocecita interna se había silenciado y todo estaba en perfecta calma. Solo interrumpía el uniforme y desnivelado sonido del motor que no se detenía. Yo miraba por la ventana sin pensar, solo por mirar. De pronto, el silencio se quebrantó

-Cierra los ojos-elevó la voz de pronto Bon con una sonrisa en el rostro.

-¿Qué cosa?-Respondí un poco distraída volviendo en mí.

-Que cierres los ojos. Por favor-Repitió una vez más con su sonrisa que aún no se borraba de su rostro.

Yo sin nada que decir, resignada, cerré los ojos lentamente, acompañando la acción de un suspiro, también resignado. Ahora solo escuchaba el motor y nada más que eso y mi cabeza se tambaleaba en todas direcciones debido al desequilibrio que me provocaba estar con los ojos cerrados.

Luego de un corto trecho, por fin el auto se detuvo

-Aún no los abras-advirtió deteniendo el auto y precipitándose fuera de él, según pude escuchar.

-Ok-respondí  

Sentí, entonces, que abrió la puerta del asiento del copiloto, en el que yo me encontraba, y, tomando mi mano, me llevó fuera del carro, con cuidado.

-Aún no los abras-Advirtió llevándome tomada de ambos brazos.

-Está bien-respondí una vez más sin expresión en la voz, más que de resignación.

-Ahora si ábrelos-concluyó animado.

Lentamente abrí mis ojos, acostumbrándome un poco a los colores, hasta abrirlos por completo.

-¡Wow!-exclamé sorprendida y emocionada a la vez-Es el Banpo daegyo- respondí (*Daegyo Banpo: Puente Banpo)

-Así es, ¿Qué te parece?

-Es hermoso, más de lo que se veía en las fotografías.

En realidad estaba maravillada. Si había algo que me pareciera lo más lindo de la arquitectura e ingenio coreano, era este puente. Realmente si Bon se quería disculpar, había dado justo en el blanco.

-¿Te gusta?-preguntó inseguro.

-¿Estas bromeando?-un rostro de pánico lo invadió de inmediato-¡Me encanta!, ¡Es hermoso!, Gracias, de verdad muchas gracias oppa!-le dije lanzándome hacia él para abrazarlo.

-No sé por qué, pero, sabía que te gustaría, y no me digas oppa, no me gusta la verdad-me dijo un poco incómodo.

-Ok, es tan hermoso-dije apoyándome en la barandilla del puente.

-¿Qué cosa?, ¿El puente?-dijo algo extrañado.

-No es el puente, sino, como pudieron llenar de vida una cosa sin ella-respondí aún asombrada.

-¿Siempre piensas tan profundo?, ¿Cómo han hecho tus novios para entenderte?-bromeó.

-Es que no he tenido, yo creo que por eso mismo-Dije algo incómoda con una sonrisa fingida.

-No creo que sea por eso-dijo mirando hacia el horizonte. Yo respondí con una mirada de incomprensión- Los hombres les tememos a la madurez la mayoría del tiempo. Por eso algunos cometen errores y eligen a la persona equivocada-Dijo muy serio aun mirando hacia la nada. Yo acompañé su mirada-El hombre que te elija tendrá una suerte única. No eres igual a las demás-Replicó volviéndose hacia mí.

De pronto la escena se volvió un poco más comprometedora ya que Bon se fue acercando lentamente hasta mi posición. Tomó mi rostro lentamente y lo volvió hacia él.

Magia de un amor fugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora