15. Buenos términos y revelaciones.

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15. Buenos términos y revelaciones.

-¡________!

Mis pasos eran largos y veloces, mucho más que los de ella. No podía creer que, después de haberla estado buscándola todo el mes, al fin la había encontrado. Era una coincidencia que ella entrase al bar en el cual me reuní con unos amigos, pero me gustaba creer que era el destino dándome una nueva oportunidad.

No me costó alcanzarla y cuando lo hice, la sujeté suavemente del brazo. Se giró, con los ojos asustados y la respiración agitada de tanto correr.

-Sólo quiero hablar–Susurré, sin embargo, ella negó bruscamente con la cabeza, sin decir ninguna palabra-Por favor–Supliqué.

-No-Norman–Musitó y sentí mi cuerpo volver a sentirse vivo sólo con oír su voz-¿Para qué quieres hablar? Yo no quiero, no puedo, arreglar las cosas contigo–Explicó, y si bien no entendí a qué se refería, decidí ignorarlo.

-Lo sé, ________. Pero necesito explicarte de todos modos, no quiero que pienses que no significaste nada para mí. Sólo quiero hablar, prometo no intentar algo más.

Vestía diferente, más elegante, más sofisticada. Llevaba un vestido no muy largo color negro y, sobre este, un abrigo color rojo. Sentí curiosidad al verla descalza y con unos altos tacones en sus manos, pero omití mis preguntas mentales y sólo esperé a que accediera a conversar un rato conmigo.

-Sólo un café–Insistí, tratando de no lucir tan desesperado-Un café, camino contigo hasta a donde vayas y te dejo en paz.

-Está bien–Murmuró, luciendo no muy convencida-, pero con una condición. No quiero hablar sobre lo que pasó con Diane, nada de eso, sólo olvidémoslo y caminemos, ¿sí?–No pude evitar sentirme frustrado ante su petición, porque necesitaba explicarle las cosas. De todos modos, accedí-Ah, y quiero mi café.

-Hay un Starbucks a la otra esquina–Suspiré.

Y así, mientras comenzaba a anochecer, nosotros comenzábamos a caminar.

***

-Entonces, después del accidente, ¿viniste para acá?

Nuestra caminata había sido más larga de lo que me esperaba, pero también mucho mejor que las expectativas que había imaginado. Supongo que fue porque no hablamos sobre aquel tema, pero, no hubo gritos, ni rencores de su parte, ella actuaba tan normal como si nunca hubiera sucedido algo entre nosotros.

-Síp–Siseó y relamí mis labios-, por cierto, ¿cómo estás de eso?–Interrogó, refiriéndose al accidente.

-Bien. Nada grave, un par de rasmillones, algunas fracturas en los dedos de mis manos y un esguince de tobillo, ¿pudo ser mucho peor, no?

Me dediqué a mirarla, mientras ella, nerviosa, mantenía su vista en otra cosa que no fuera yo. Podía notar que me evitaba sólo por la manera en las que sus manos jugueteaban entre sí y mordisqueaba su labio casi como si fuera un tic.

-Por cierto, luces adorable en tu nuevo look–Bromeé y, al fin, me miró, con el ceño fruncido-Oh, vamos, sabes que estoy bromeando. Te ves preciosa con lo que sea–Suspiré y aunque pensé que el comentario, tal vez, podría causarle molestia, no lo hizo-, es sólo que... estás diferente.

-Es una larga historia–Sonrió de lado y no pude evitar sentirme intrigado.

-Pues tenemos que caminar hasta tu casa y aún nos queda un poco de café, hay tiempo.

Cruzamos la calle despacio, con ella admirando las luces de la ciudad como si fuera la primera vez que estuviese acá. Me gustaba verla así, bien, y saber que, al parecer, había logrado recuperarse bien–y bastante rápido–de lo nuestro. Desearía poder decir lo mismo de mí.

-Ahora tengo el cargo que mi mamá tenía en su empresa–Comenzó a contar, antes de que yo le pidiese y yo, sin dudarlo, presté atención-No sé nada de negocios, así que yo soy solo la cara visible–Me miró sonriendo y suspiré, ¿era posible que estuviera más hermosa que antes?-Mi papá y mi abuela se dedican a tomar la decisiones por mí, yo sólo asisto a los eventos sociales y poso para las fotografías de la página social.

-Nunca me contaste esto sobre ti... que tu familia era tan...

-¿Importante?–Me ayudó y asentí. Unió sus labios, algo pensativa-No me gusta esta vida, nunca me ha gustado, es por eso que estaba en Georgia. Ahora no tengo opción–Rio antes de darle un sorbo a su café-, debo hacerlo por mi mamá.

-Entonces... ¿no volverás a Georgia para las filmaciones de la próxima temporada?

Fue imposible esconder la desilusión en mis palabras, en mi expresión, en mi voz. Hizo una mueca de desagrado, como solía hacerlo cuando debía dar una mala noticia.

-¿Todo sucede por algo, no?–Se encogió de hombros, suspirando fuerte-Acá vivo–Susurró, deteniéndose.

Alcé las cejas, bastante sorprendido y sin entender por qué ________ había ocultado a su–sólo por ver donde vivía–prestigiosa familia.

-Así que ahora eres una chica del Upper East Side, ¿eh?–Arqueé una ceja y se rio.

-¿Vives cerca de acá?–Preguntó y, una vez más, asentí.

-No tan lejos. Little Italy–Susurré encogiéndome de hombros y ella asintió-Entonces, ¿te veré de nuevo?

-No sé qué tan buena idea sea...–Comentó, dudosa-Pero necesito un amigo por ahora, así está bien.

Nos miramos, felices, pero sabiendo que era hora de despedirnos. Me acerqué a besar su mejilla, con las ganas de dirigirme a sus labios matándome. Me contuve, pero sonreí al ver que mis besos, aunque fueran en uno de sus pómulos, aún la estremecían. Nos separamos y volví a cuestionarme la idea de robarle un beso, quizás ella lo quería tanto como yo. Quizás ella estaba esperando a que la besara.

-¡________!

Un acento londinense interrumpe cualquier cosa que pudiese haber ocurrido y ella no atina a nada más que sonreír incómoda y nerviosa. A sólo unos metros de nosotros, el elegante hombre que se ha bajado de una limusina le hace señas a ________, feliz, y, sin esperar más, comienza a avanzar a donde nos encontramos.

-Por cierto, ahora que somos amigos creo que hay algo que debes saber–Mencionó, rápido y bajito.

El bombón inglés, se posiciona al lado de ________ y toma su mano, entrelazando sus dedos con los de ella. Mi cuerpo se tensa, mientras él me mira sonriente, esperando a que ________ nos presente.

-Tom, él es Norman, mi amigo.

Él estira la mano que tiene libre, para saludarme, pero mi cuerpo no reacciona después de escuchar las palabras que dice.

-Mucho gusto, Norman. Soy Tom, su prometido.


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A que no se esperaban esto jajaja Por cierto, imagínense a Tom como Tom Hiddleston.

The Exception - Norman ReedusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora