capitulo 1. Sorpresa

4.8K 233 25
                                    

Una mañana William Kaulitz se encargaba de la comida de los animales en el ganadero.
Aquella mañana tenia que encargarse de asuntos familiares tenia que contraer matrimonió para mantener el apellido Kaulitz adelante.
Su padre se encontraba en la oficina arreglando asuntos financieros con una de las familias mas prestigiosas en toda Alemania.

-¿se puede padre?- pregunto asomando un poco la cabeza.

-claro hijo pasa- contesto su padre sin despegar la vista de el papeleo.

Su padre se encontraba con un señor no mas de 50 años y un muchacho de unos 20 años.

-Buenos días- dijo Bill entrando a la habitación.

-Buenos días - contestaron las personas en la habitación.

-hijo te presento a los Trümper decía su padre extendiendo la mano en dirección. Al señor- Gordon Trümper y su hijo Thomas Trümper.

- Mucho gusto soy Bill Kaulitz. Saludo de forma amable.

Thomas era un chico de piel un tanto bronceada cuerpo muy bien dotado, su cara era hermosa unos ojos marrón muy profundos, unos labios provocativos y una nariz respingona. Sus ojos recorrieron de arriba a bajo al pelinegro, dando una sonrisa seductora.

- Nos podrían deja un momento a solas- dijo Gordon mirando a los jóvenes.

- Por supuesto- dijo Bill dándose la vuelta para salir.

-permiso- dijo el de trenzas.

Los dos salieron de la habitación y caminaron hacia el pasillo sin dirigir palabra el uno al otro.

- Y bien- decidió romper el hielo el pelinegro- ¿y que edad tienes?

- mmm 20 y tu?

- 19 - y el silencio se hizo de nuevo.
Después de unas horas el padre de Tom salió se despidieron y se fueron.

- y bien como salio todo?- pregunto el pelinegro.

- pues muy bien hijo firmamos contrato.

- me alegró por ti.

- oye hijo mañana iremos con la familia de tu prometido.

- oh bien

A Bill no le gustaba la idea de comprometerse tan rápido aun quería conocer y disfrutar cosas nuevas, pero todo por no deshonrar a su familia.

Por la tarde Bill fue a visitar uno de sus mejores amigos de la facultad de artes.
-Hola señorito- saludo el pelinegro.
-¿Que hay, joven Kaulitz?.- dijo Andreas.
- No me hables así por dios ni que fueras mi sirviente, tonto. Hizo un pequeño puchero.
- Esta bien, sabias sobre la fiesta de Georg. Dijo mirando a su amigo.
- No, ni me dijeron nada.
- pues vamos pasaré por ti a las 9 okey y no acepto un no por respuesta jovencito.
- pero no me apetece ir.
-Vamos no eres tu él que decía que querías más diversión en tu vida.
- sabes muy bien que no me refería a esa clase de diversión, no soy como otros jóvenes que su diversión son fiestas, borracheras y follar, follar y follar.- dijo volteando los ojos.
- bueno si tienes razon pero una fiesta no le hace mal a nadie.
- si esta bien.
- Y dime, ¿que tal va tu matrimonio arreglado?- dijo picándole un costado.
- pues aun no se nada, creo mañana mi padre me llevara a conocer a la familia. - resoplo- no quiero esto simplemente no es para mi un matrimonio así.
-¿ que pasa con ese miedo, donde quedo el ánimo?
- sigue ahí, sólo que no se ¿y si no resulta y mi padre se enfada conmigo?.
- no pasará nada tranquilizate me tienes que contar todos los detalles.
Pasaron parte de la tarde hablando de todo un poco.
Ya entrada la noche los chicos se encontraban en la fiesta de Georg y Bill se encontraba mas aburrido en vez de eso hubiera preferido estar en casa viendo películas y comiendo golosinas.
Pero No. su amigo Andi lo había arrastrado ahí cada minuto daba largos suspiros de aburrimiento mientras su rubio amigo bailaba y se besuqueaba con una morena de grandes pechos y buen trasero.
- y es que no puede faltar la zorra en la fiesta- se dijo a si mismo tomando un trago de su cerveza- a mi ni siquiera me gusta la cerveza y mas aparte me aburro como ostra.
Estaba dispuesto a irse cuando un chico de trenzas se sentó a su lado callo en la cuenta de que era aquel chico de la oficina de su padre pero no le saludo por pena o simplemente no se atrevía.
No habían hablado mucho como para ahora mantener una conversación con aquel chico, pero también aquello podría ser una buena excusa para hablar y conocerse pero no se decidía a dejar su timidez de lado para hablar.
-William cierto?- dijo el trenzado mirando a Bill.
- si, Thomas- dijo de igual manera.
-Tom - dijo el trenzado tomando de su cerveza.
-EH?
- dime Tom, Thomas no, Tom- le sonrió de lado.
-Bill a mi tampoco me gusta que me digan William- dijo tomando de su cerveza, la cambiaría pero no sabia de licores y bebidas.
- veo que no te agradan- dijo señalando la bebida.
-La verdad es que no pero no se que otra cosa pedir, casi no salgo a fiestas pero vine por acompañar a mi amigo que por cierto ya no lo veo.- miraba por sobre las personas que se encontraban en la pista pero nada de su amigo.
- pues bueno, ahora regreso- y sin mas se levantó para ir a algún lugar.
- Pff creo haberlo aburrido.
Tomo su teléfono para por lo menos distraerse en algo , de repente su celular sonó era una llamada y la cogió.
-diga?- dijo tapándose el otro oído por el sonido de la música.
-Bill soy yo Andi- dijeron al otro lado.
-¿donde estas? Te estoy buscando y ni señal de ti.- dijo algo preocupado.
-oye Bill crees poder regresar a casa solo?- dijo su amigo.
- pero Andi no traje mi coche es muy tarde y donde se supone que coja un taxi.
- yo que se Bill, por favor acabo de conseguir un buen polvo y no desaprovechare esta oportunidad.
- eres un maldito, ultima vez que salgo contigo.- dicho esto colgó un poco cabreado, no traía carro, ni mucho menos tanto dinero y ni puta idea de donde se encontraba.
-Que pasa con esa cara?- pregunta el de trenzas regresando con dos bebidas en la mano.
- nada que el muy tonto de Andi me a dejado aquí y no tengo como regresar y ya es tarde.- hizo un pequeño puchero de tristeza.
-Tomate esto y yo te llevó a casa no te preocupes.- le tendió el baso y Bill lo tomó dudoso.
-¿ Que se supone que es?- dijo acercando el baso para oler su contenido.
- Tomalo te gustara, no continente nada dañino no te preocupes.- el trenzado tomó para que Bill confiara en él.
Bebió y hizo una cara de asombro por el sabor dulce de aquella bebida colorida.
-¡Deliciosa! ¿Que es?- pregunto el pelinegro volviendo a beber.
-Es secreto Bill esta bebida es especial así que gozala.
Bill sonrió y siguió bebiendo.
Después de un rato el de trenzas llevo al pelinegro a su casa.
Se estaciono y bajo para abrirle la puerta a Bill dicho acto hizo sonrojarse al chico. Lo acompaño hasta la entrada y se despidieron con un beso en la mejilla.
- Hasta luego y gracias por traerme.
- No es nada lo hago gustoso.
Se dio la vuelta y se dirigió a su coche partiendo una vez adentro.
- Es un buen chico- se dijo así mismo mientras entraba a su casa.- aunque tiene pintas de matón.
Una vez en su habitación se dio una ducha rápida y se acostó a dormir.

A la mañana siguiente su padre lo levantó temprano para ir a casa de su "prometido" se vistió no tan formal ni tan informal algo así como lo normal, siempre a la moda. Muy poco maquillaje a petición de su padre y un poco de color a su vestimenta y personalidad.
Bill era un chico dulce, lindo, tierno, travieso a pesar de su edad era como un niño atrapado en un cuerpo de adolescente, era muy inocente pero cuando se trataba de decisiones era inteligente y maduro. Siempre estaba a las ordenes de su padre nunca renegaba solo así conseguía las libertades que tenia.
Después de haberse arreglado y desayunado partieron a casa de su próximamente familia. El coche se estacionó en la entrada y el vigilante la dio el pase a la gran mansión, su matrimonio no era mas que por negocios así era en la clase de vida que llevaba. Solo pedía a Dios que su prometido no fuera raro, en el sentido de psicópata. O algo así.
Una vez en la entrada una ama de llaves quien les saludo amablemente y los llevó al salón. Ahí permanecieron mientras la familia bajaba a saludar.
-¡Muy buena días Jörg!- saludo una señora joven muy amable. Era rubia natural con un cuerpo delgado y lindo llevaba un vestido no tan elegante pero si presentable para la visita- Mi esposo e hijo ahora bajan, por favor tomen asiento ¿algo de beber?.
-Si, gracias- contestó su padre.
-Any - dijo la señora. Y en seguida aparecio la ama de llaves que los había recibido.
-¿Desea algo señora?- dijo acercándose a ellos.
- Por favor trae algo de beber.
- ¿Algo en especial?.
- por favor un café respondió su padre- se giró mirando a su pequeño. - ¿y tu?
- yo ¿podría traerme un té? por favor- le dio una sonrisa a aquella señora.
La ama de llaves obedeció y salio hacia la cocina.
-¡Oh! Que grosera no me he presentado- dijo levantándose para saludar a Bill- soy Simone.
- Mucho gusto William Kaulitz- respondió al saludo- pero me puede decir Bill y es un gusto.
- muy lindo nombre en un momento bajan, no se desesperen.
El papá de Bill y Simone platicaban mientras Bill miraba un poco la casa. De pronto llego Gordón y los saludo.
Bill se sorprendió al ver aquel hombre y de pronto apareció Tom muy guapo como siempre les sonrió a todos y saludo a Bill.
-Bueno hijo te presentó a tu futuro esposo.- dijo Jörg a un Bill sorprendido.

Nota:
Hola a todos quise escribir espero les guste.

Matrimonio Arreglado/ TollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora