Matrimonio Arreglado/ Toll

Capitulo 18:Pesadilla

Después de patalear sin éxito de que me soltara, llegamos a lo obscuro de aquel lugar vacío, él  hombre me bajo dejándome en el piso, llego otro detrás de él se puso a buscar entre las cosas algo hasta que se giro a vernos  mire lo que llevaba en las manos, una cuerda.

Sonreía con maldad y se acerco a mi, —tu eres nuestro trofeo pequeño, nos harás ganar tanto.
Dijo mientras se agachaba frente a mi,  tomaron mis manos llevandolas detrás de mi cuerpo, yo en desesperación comencé a moverme en vano, apretaban mis manos con demasiada fuerza prohibiéndome la movilidad, después ataron mis pies.

—vámonos de aquí,  encontramos muchas cosas buenas—.  Dijo uno de aquellos hombres.

No habia tenido el valor de mirarlos a la cara por miedo, pero en el momento en que caí en la cuenta de que no sabría que tanto tiempo estaría a su merced o si volvería a ver a mi familia tuve que grabarme la imagen de con quienes pasaría los peores momentos o incluso los ultimos.

Eran altos, de una musculatura fuerte y ancha, quien los mirara les temería, eran fuertes en sus acciones. No sabría que pensamientos perversos tendrían pero yo en verdad que sentía que seria el final.

Cerré mis ojos ignorando ya lo que decían, por mi mente pasaron muchas cosas, ninguna me llevaba a concentrarme en su conversación, ninguna me llevaba a pensar en Tom, ninguna a pensar en mi padre, en nada que no fuera en mi.

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No sabia muy bien cuanto tiempo paso de viaje, me habían metido a una camioneta,  como las demás cosas,  Tratándome como un objeto mas, pero esta gente que iba a saber de humanismo.

De un momento a otro el auto se detuvo, escuche los pasos llegar hasta donde me encontraba.

—Bienvenido a tu nuevo hogar —.  Escuche aquello en tono de burla —vivirás tan cómodo como en tu propio hogar princesita.

Tenia mi rostro tapado, me tomo entre sus brazos y me cargo como costal de papas sobre su hombro.

El lugar era muy frío, el aroma a humedad era inconfundible, estaba seguro de que este ligar estaba deshabitado y seguro ahora era propiedad de gente como ellos.

—veamos, supongo que este artefacto de, es tuyo, esta en la habitación en la cual te encontramos a quien deberíamos marcar— guardo silencio y solo escuchaba el TIC de su dedo contra la pantalla — a todos los tienes con nombre. Bien iremos con el primero y mas solicitado de tu teléfono.

Escuche silencio después teclas, supuse era un teléfono antiguo o el que muy poca gente usa si no es que era de emergencia.

Un timbre, dos timbres después aquella voz en particular.

—¿¡Diga!?— era mi padre,  anhelaba su voz. —¿¡Diga!?

—¡un gusto señor Kaulitz!- contesto aquel hombre tan relajado como si de un amigo se tratara.

—¿¡Quien habla!? -. Dijo mi padre en su voz se escuchaba la confusión.

—Eso no importa... — tomo su tiempo, sentí a alguien a mi lado.

—Muy bien muchacho es momento de que pongas de tu parte. Le escuche decir,  entonces golpeo en mi estomago.

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Pov Normal.

Bill se retorció, pero evito gritar de dolor no quería ser participe, no quería angustiar a su padre aunque eso le costara mucho. 

El hombre no contento con eso lo tomo de el cabello y dejándolo recostado en el piso se levanto levantando un pie comenzó a patear.

Fueron en esos momentos en que Bill no soporto y comenzó a pedir que por favor parara, escucho de fondo que su padre reconocía su voz.

—Creo que ya entendió mi llamada señor Kaulitz, no me pondré a negociar con usted es su hijo,la pregunta es, ¿canto daría por su pequeño?

—¡¡No Lo Hagas!! — grito Bill con esfuerzo, sacando valor de donde no lo había.

Mala idea el hombre enfurecido golpeo con mas fuerza dejándole inconsciente.

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En que día estaba era evidente que no sabia, pasaba la mayor parte del tiempo solo en donde fuera que lo estuviera, era alimentado muy poco y con cosas sin sabor el mayor tiempo era una especie de papilla que en años hubiera aceptado comer pero lo hacia con tal de tener algo en el estomago.

Había permanecido adolorido, por aquella golpiza, desde entonces no escucho mas la voz de su padre, ni ningún otra evitaban hablarle.

No es como si pensara que su estadía ahí seria de descanso. Se quejaba del frío internamente,  comenzaba a tener síntomas de alguna gripe, no dormía y cuando lo hacia lo levantaban solo para fastidiarlo o obligarlo a hacer sonidos de dolor para alguna llamada.

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Estaba seguro de que ya un mes había pasado o si no es que mas, no había luz de sol, tampoco sentía su calidez, y eran contadas las veces en que le  y cada vez se sentía mas cansado, abandonaba la idea y la fe de que alguien vería por él.

Pov Bill.

En canto de las aves a lo lejos era mi compañía, no estaba solo en ese aspecto agradecía el aun respirar.

Olvide el sin fin de veces que llore, que pedo salir de aquí, incluso las veces que pedí ser liberado sin poner cargo en contra de nadie.

Solo se burlaban y decían,  "no somos tontos algo bueno sacaremos de ti, no pensamos dejar ir nuestra mina de oro"

Hasta el momento estaba rindiendome.

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Hoy hacia el doble de frío,  quemaba en mi piel, seguía maniatado sentía presión en mis dedos,  mi espalda dolía por la misma postura de todo una semana, recibía comida una vez al día,  siempre guardaba un poco para después Para aguantar hasta el día siguiente.

Estaba sentado escuchando el canto de aquellas aves cuando la puerta se abrió de golpe.

—¡ES UN HIJO DE PERRA!-.  Temble por el tono de voz elevado. —QUEDAMOS EN ALGO, YA VERAS  ME LAS PAGARA, Sabes que hacer.

Dio la orden,  estaba seguro era mi ultimo día.

Nota: cancion Promise me de Kill Hannah