Matrimonio Arreglado/ Toll

Capitulo 17. Dia de Blanco.

Bill.

Pase mi mano por la ventana estaba empañada, afuera hacia mucho frío pero dentro era cálido.

Sonreí aplaudiendo como un niño pequeño.

Eran las cinco de la mañana los faroles aun encendidos, el cielo se mantenía en negro, las calles húmedas y manteniendo copos de nieve por montones, cubriendo el pavimento y parte de el césped.

Salí de mi cama casi de un salto, busque en mi armario, una camisa cálida,  una gabardina de lana, una pantalón de mezclilla, mis botas para el agua y una bufanda agregando unos guantes.

Listo salí de la habitación, camine en silencio, sonriendo, en puntillas llegue a la puerta agradecido que no fuera ruidosa, salí corriendo y reí al dejarme caer en la primera montaña de nieve que había en el césped.

Tome un poco en mi mano y la hice bola, y la deje de lado, así fui cogiendo nieve y  haciendo varias bolas mas.

Hice pequeños muñecos los acomodaba todos por donde fuera.

No era navidad, pero estábamos cerca de fechas festivos y de bajas temperaturas.

Amaba estos tiempo por que siempre nevaba, se compraban obsequios convivias con tus seres queridos, etc...

Se me paso la mañana rapidísimo, cuando caí en la cuenta ya el sol salia había calentado poco pero las nubes no despejaban del todo aun se sentía el frío en el ambiente.

Sentí una mirada en mi espalda y me gire a ver de quien se trataba, había una mujer muy bien vestida,  se notaba superioridad en su ser y elegancia, era joven,  hermosa diría yo, pero su foca de mirarme confirmaban muchas cosas, a sus ojos era un crió.

Escuche la puerta abrirse y a Tom pasar por ella,  iba bien vestido no tan formal,  pero también destilaba elegancia, miro a la mujer frente a él su mirada siguió la suya y me encontraron a mi.

Me observaba de una forma penetrante, atravesando mi cuerpo me sentí inferior de ambos.

—¡Buenos días tom! — dijo la mujer siguió el camino del pavimento hasta el dándole dos besos en las mejillas.

—¡Buenos días, Vicki! — contesto el correspondiendo los besos, la dejo entrar primero, después me miro.

Desvíe mi mirada deprisa,  pero el negó, estaba en contra y supongo avergonzado de mi comportamiento infantil frente a alguien importante.

Después de escuchar que la puerta se cerro, comencé a patear todo, los muñecos las casas todo,hasta dejarlo todo como estaba,  entre a la casa sin hacer ruido, me detuve al escuchar algo.

—¿¡Así que con él  te casaron!?— escuche a la mujer decir supongo él  asintió con la cabeza no escuche respuesta. —Ya veo,  que malos gustos de tu padre casarte con tan inmaduro muchacho, sus razones tendrá,  debo aceptar la oferta que le hicieron esa joven te hubiera dado una familia, lo que tu necesitas.

Me quede a la espera de la respuesta de Tom, supuse seria como con Ría aquella vez pero no hubo mas,  solo una pequeña risa.

No me detuve a escuchar mas, fui a mi habitación a dar una ducha y entrar en calor.

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"La relación perfecta consiste en charla como mejores amigos, tontear como al principio, discute como casados y protegerte como hermanos"

Recuerdo que decía mi madre con una sonrisa en su rostro mientras nos meciamos en el columpio.

La relación de mis padres no era perfecta pero en sus ojos había amor, ese brillo especial en la cara de mi madre al estar con mi padre, al expresarse.

Yo anhelaba sentirme así, ver brillo en los ojos de Tom al hablar de mi.

Baje a la cocina a las nueve y media, pase el día  encerrado, dibujando o escribiendo, tenia un poco de hambre.

Mire una manzana y la tome para comer, me senté en silencio, masticaba con tranquilidad.

Escuche pasos, Tom hablaba por teléfono llego a la cocina en cuando me miro se despidió y colgó, seguí comiendo, él  dejo el teléfono en l mesa y me miro.

—Podrías dejar tu comportamiento infantil cuando vengan personas de negocios.— hablo de forma seca y fuerte, autoritaria me encogi en mi lugar,  baje la manzana deje de comer.

—Yo... No sabia que vendría
No termine de hablar por que tomo una silla con fuerza y se sentó a mi lado mirándome con ese toque de superioridad, haciéndome sentir mas pequeño.

—Deja de joderme, mi casa mis reglas, harás lo que diga, entendido.

Me gire a verlo, apreté mis labios conteniendo las lágrimas pero fue imposible rápido seque la primera lágrima que bajo por mi mejilla.

—Quiero irme a casa.
Dije tan bajo dudo que me escuchara, agradecí que no fuera así, se levanto y le detuve, me miro, lo solté de pronto. —podemos salir a cenar.
Mordi mi labio.

—tengo trabajo no puedo—. Dicho eso se alejo dejándome solo de nuevo.

Deje la manzana a medias, fui a mi habitación y decidí dormir, hasta no poder mas, regresar el tiempo y dormir como cuando era niño, sin preocuparme de solo Sonreí.

No sabia cuanto tiempo había pasado, sentía mi cuerpo muy tranquilo y liviano me levante y mire a la ventana, aun estaba obscuro fue extraño levantarme de madrugada pero no había sido que me levante por falta de sueño,  escuche ruido mucho ruido,  salí de mi cama de forma silenciosa y me quede detrás de la puerta,  esta se abrió y pude ver a un hombre alto de apariencia peligrosa, el entro por completo.

Aproveche que estaba de espaldas para salir,  pero choque con alguien, él hombre me miro y sonreía de lado.

—vaya, vaya que lindura nos hemos encontrado como te llamas pequeño-.  Me apretó fuerte del brazo y me asuste, trate de escapar pero no tenia fuerza mire el pasillo.

—¡¡Déjeme ir por favor!!-.  Pedí pero el se reía y me apretaba cada vez mas aprisionando me, me cargo poniéndome en su hombro camino hasta el sótano de la casa, comencé a llorar temiéndome lo peor.

"Donde estas Tom, donde están todos, papá ayuda"