Capitulo 13:Dia de Boda P/1.

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Pov Bill

Las bodas siempre me habían parecido hermosas, conmovedoras y familiares.
Pero ahora todo me parecía tan estresante y enloquecedor.

Veía a la gente ir de aquí para haya, flores vagando en los alrededores, objetos que a ultima hora decidieron perderse, entre otras cosas.

~*~
A la mañana del sábado, desperté en un cálido abrazo, el cielo pintado de colores vivos y sin nubes de por medio, los rayos daban directo a nosotros pero a Tom no parecía molestarle, pequeños ronquidos salían de su boca.
Reí al conocer esa parte de el, esta habría sido mi primera noche al dormía a su lado y estaba feliz.

—Tom—Hable en sus susurros, esperando no despertarlo y con el anhelo de volverme aa sus brazos y dormir hasta el atardecer, pero había una boda que celebrar, mejor dicho mi boda.

—¡Anda! Despierta— picote un poco pero no reaccionó o fingía no hacerlo — vamos amor despierta, tenido que ir a mi casa a prepararme.

—Es la primera vez que me dices amor —. Hablo tan de pronto que yo brinque, me puse rojo al darme cuenta que tenia razón —¡Buenos días!

—¡Buenos días!— Respondí y me acerque a besarlo —. ¿Puedes llevar me a casa?

El a sintió y nos pusimos en marcha con pesadez.

~*~
Ahora me encontraba en la sala de mi casa, mirando a la gente pasar.

—Joven, ya es momento de que valla a arreglarse—. Me dijo una de las chicas que estaba llevando un ramo de flores.

—Si gracias, ¿donde esta mi traje?—. ella me miro y señalo el segundo piso claro mi habitación.

Procedí a irme a la habitación, subí las escaleras tomando mi tiempo, mirando los cuadros clavados a estas, con fechas y nombres.

En muchas se encontraba mi madre abrazandome, yo cuando era un bebe, yo en lo graduacion de primaria, yo en la bañera, mis padres en su boda, mi madre con su estomago inmenso, entre otras, los alrededores vacíos a pesar del movimiento la casa estaba en silencio como contemplando todo como mirándome partir.

Un nudo se instaló en mi pecho y garganta, prometí no llorar a pesar de que fuera un poco difícil, vine a esta casa muchas veces después de partir, pero nunca me había tomado el tiempo de contemplarla como se merecía, mirar a cada rincón de ella era como un recuerdo que se reproducía automáticamente en imágenes e ilusiones pasadas.

Por fin llegue a mi habitación, suspire y me dirigí a la cama donde descansaba mi traje, tan blanco y frío como un cuerpo en un ataúd, me corrió un escalofrío por el pensamiento y procedí a quitarle la bolsa que lo resguardaba de la suciedad.

Este era el indicado, con una tela suave al tacto, el conjunto solo consistía en una chaleco y pantalón beige, la camisa blanca y un moño beige, mis zapatos de charol.

Tome mi ropa interior y me adentre por una ducha tranquilizadora, estaba muy nervioso, la hora se iba acercando y sentía en la boca del estomago ganas de vomitar sin haber privado bocado y es que nada me entraba.

Salí después de unos minutos limpio y pasivo.

Me mire al espejo y Sonreí me veía juvenil, nada cansado y eso era lo mejor pensé que tendría cara de un cadáver andante.

Procedí con mis tratamientos para el rostro, con muchos productos para el cuidado de mi piel antes de aplicar un maquillaje marcado, resulte mis pómulos, remarque mis ojos haciéndolos ver sexy al igual que mis labios rosados y besables, estaba satisfecho con mis aspecto.

Decidí cambiarme antes de peinarme, no quería destrozar mi cabello al estar me cambiando.
Con cuidado me comencé a vestir muy feliz con mis aspecto al haber terminado como todo, parecía muñequito de pastel, pero uno muy original y realista.

Tocaron a mi puerta y sin girarme a ver quien era di el pase.

—¡Hola! — dijo Andreas cerrando la puerta al entrar —. ¡Wao! Quien te viera y pensar que por fin te bañas.

Yo me reí y le di un pequeño empujón.

—Hay calla que tu no te quedas atrás — Dije divertido.

Nos quedamos mirando por unos segundos, este chico era mi compañero de aventuras y travesuras amigo fiel y de por vida, le debía mucho, me apoyo en lo mas difícil y ahora estaba aquí frente a mi con una sonrisa, lo abrace con mucha fuerza.

—Hubieras venido antes de que me maquillaba, ¡diablos!—. Dije reteniendo las lágrimas que estaban a punto de salir.

—¡Ups! Lo siento amigo —Se separo de mis brazos y me miro y negó secando una lágrima que ya estaba lista a descender por mi mejilla —. No quería venir antes quería ser yo quien te pusiera esto.

Levanto una cajita que no había notado hasta ahora, lo mire extrañado, y él solo negó, la abrió y saco una cadena, era realmente hermosa y brillante, tenia un dije en forma de alas en piedra.

—Recuerdas que hace mucho hicimos una promesa en la cual el primero que se casara recibiría un collar significativo de la otea persona — comentaba pasando sobre mi cabeza, la cadena para después rodearme y abrocharla —. Bueno pues mi dije tiene unas alas y no por que signifique que eres un ángel, si no por que significan libertad.

—Si claro unas alas de libertad ahora que vivire al lado de una persona por el resto de mi vida—. Comente irónico.

—No seas tonto — me golpeo la frente con sus dedos — son alas por que tu siempre fuiste soñador, por que no importaba los obstáculos que aparecieran tu siempre los atravesaste y seguiste adelante, eres un alma libre Billy no necesitas de reglas para ser feliz.

Sonreí complacido y lo volví a abrazar.

—¡Gracias Andi! Eres el mejor amigo de todos no pude haber pedido mas.

Nos separamos y mire la hora, era el momento adecuado para salir antes de que vinieran a apurarme.

Salimos de mi habitación y caminamos por el pasillo entre risas y recuerdos de los cuales hablábamos, una buena distracción para estos nervios que de nuevo se habían instalado en la boca de mi estómago, los sentía recorrer mi cuerpo y instalarse en mis manos saliendo en gotitas de sudor, las cuales hacían resbaloso mi tacto.

La casa se estaba quedando en silencio y ya había poca gente Y la que quedaba arreglaba lo único que faltaba.

Todo quedaba en silencio.

Matrimonio Arreglado/ TollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora