—Ésta sí que es gorda —masculló Luna mientras se llevaba el Kahlua con crema hasta los labios y bebía un sorbo.
Por encima del borde del vaso observó el Chevy que pasaba lentamente por delante de ella traqueteando y expulsando un montón de humo negro. Agitó la mano delante de la cara y se preguntó si no habría sido un error sentarse en la terraza. Desde esa mesita tenía una vista muy clara de cualquiera que se dirigiera hacia la barra del antiguo bar de jazz.
El flujo melodioso del saxofón se deslizaba a través de las puertas abiertas y llenaba el oscuro atardecer del centro de la ciudad. Alrededor de ella, las parejas hablaban de lo mismo que la mayoría de los habitantes de Seattle: lluvia, café y Microsoft. Volvió a poner la bebida en la mesa y echó un vistazo al reloj.—No viene —se dijo a sí misma mientras se calzaba con brusquedad la sandalia.
Era viernes por la noche. Y, para variar, no había tenido que trabajar, pero parecía que se había pintado los labios y los ojos para nada. Incluso se había puesto un vestido. Un bonito vestido negro sin absolutamente nada debajo. Se estaba congelando y su último amante, Ted, era el sujeto que no daba señales de vida. Probablemente lo habría retenido su esposa, pensó, cogiendo el bolso. Normalmente no llevaba bolso, pero esa noche no tenía dónde llevar el dinero; ni siquiera en la ropa interior. Cogió un billete de diez y lo dejó sobre la mesa. No iba a esperarlo más. No estaba tan desesperada.
—Hola, ¿qué hace una chica como tú en un sitio como éste?.
Luna levantó la mirada y abrió la boca para decirle al moscón que se esfumara. Pero en vez de eso frunció el ceño y dijo:
—Y pensar que creía que la noche no podía ir peor.
Blaise Zabini se rió y se dirigió a los hombres que iban con él.
—Seguid adelante —dijo, cogiendo una silla de la mesa de Luna— Me reuniré con vosotros en un momento.
Luna observó cómo rodeaba la mesa y agarró el bolso.
—Ya me iba.
—Puedes quedarte y tomar una copa, ¿no?
—No.
—¿Por qué no?
«Porque me estoy congelando», pensó. —¿Por qué iba a querer hacerlo?
—Porque invito yo.
Las copas gratis nunca habían sido un incentivo para Luna, pero justo en ese momento una camarera pelirroja se acercó a la momento una camarera pelirroja se acercó a la mesa y comenzó a hacer el tonto. Gorgojeó, se restregó contra el hombro de Blaise y, en resumen, hizo de todo menos ponerse de rodillas para hacerle una mamada. Era bonita, con grandes ojos azules y un cuerpo precioso, le pidió a Blaise un autógrafo, pero para su sorpresa él declinó.
—Pero te diré que haremos, Mandy —le dijo a la camarera— Si me traes una caña y... —se interrumpió y fijó la mirada en Luna — ¿Qué estás bebiendo? — preguntó.
Ella no podía irse. No ahora. No cuando Mandy la estaba fulminando con los ojos. Las mujeres nunca estaban celosas de Luna Lovegood.
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Simplemente Irresistible (Dramione)
FanficHermione Granger, una encantadora belleza sureña, deja a su prometido plantado en el altar cuando se da cuenta de que no es capaz de casarse con un hombre que podría ser su abuelo, por mucho dinero que éste tenga... Draco Malfoy, inconscientemente...