Draco miró la servilleta doblada al lado del tenedor y negó con la cabeza. No sabía qué se suponía que era, si un sombrero, un barco o algún tipo de gorro. Pero como Hermione le había informado que había decorado la mesa basándose en la guerra de secesión suponía que sería un sombrero. También había colocado flores amarillas y blancas en dos botellas de cerveza vacías. En medio de la mesa había extendido una fina capa de arena y conchas rotas entre las cuatro herraduras de la suerte que Sirius solía tener colgadas en la chimenea de piedra. Draco no creía que a Sirius le importara, pero por qué Hermione había puesto toda esa mierda encima de la mesa escapaba a su comprensión.
—¿Quieres un poco de mantequilla? Él miró a los seductores ojos miel del otro lado de la mesa y se metió un bocado de tortitas con caramelo en la boca. Hermione Granger sería una coqueta incorregible, pero era una magnifica cocinera.
—No.
—¿Qué tal la ducha? —le preguntó, dirigiéndole una sonrisa tan blanda como las tortitas que le había hecho. Desde que él se había sentado a la mesa diez minutos antes, ella había hecho un gran esfuerzo para entablar conversación, pero él no estaba precisamente de un humor complaciente.
—Muy bien —contestó.
—¿Viven tus padres en Seattle?
—No.
—¿En Canadá?
—Sólo mi madre.
—¿Están divorciados?
—No. —El profundo escote de la bata negra atrajo su mirada como un imán.
—¿Dónde está tu padre? —le preguntó, mientras alcanzaba el zumo de naranja. El escote se abrió todavía más, exponiendo el borde verde del sujetador y el suave montículo de piel blanca y satinada.
—Murió cuando yo tenía cinco años.
—Lo siento. Sé cuánto duele perder a un padre. Perdí a los míos cuando era muy joven.
Draco levantó la mirada a su cara, impasable. Era bellísima. Curvilínea y suave, voluptuosa, hecha para hacer suspirar. Tenía las largas piernas bellamente formadas; era exactamente el tipo de mujer que le gustaba tener desnuda y en la cama. Ya había aceptado el hecho de que no podría acostarse con Hermione. Eso no le molestaría si no fuera porque ella sólo «fingía» que no podía mantener alejadas de él sus pequeñas y cálidas manos. Cuando le había dicho que no podían hacer el amor, su boquita había emitido un gemido de decepción, pero sus ojos habían chispeado de alivio. De hecho, nunca había visto tal alivio en la cara de una mujer.
—Fue en un accidente de barco —lo informó como si él le hubiera preguntado. Bebió un sorbo de zumo de naranja y después añadió—: en la costa de Florida.
Draco tomó un poco de bacón, después se sirvió el café. Gustaba a las mujeres. Se morían por darle sus números de teléfono y meterle la ropa interior en los bolsillos. Las mujeres no miraban a Draco como si mantener relaciones sexuales con él fuera algo similar a que las abrieran en canal.
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Simplemente Irresistible (Dramione)
FanficHermione Granger, una encantadora belleza sureña, deja a su prometido plantado en el altar cuando se da cuenta de que no es capaz de casarse con un hombre que podría ser su abuelo, por mucho dinero que éste tenga... Draco Malfoy, inconscientemente...