¿Qué?... ¿alguien me estará observando? Probablemente me quieran hacer una broma.
Los ojos cafés titilaron con un suave rojizo antes de abrir la carta que había encontrado en su casillero. Tenía un ligero aroma a rosas, puesto allí a propósito el papel estaba pulcro y tenía su nombre con la caligrafía más perfecta y hermosa que hubiese visto en su corta existencia. Su corazón se aceleró emocionado ante la expectativa luchando contra su mente que gritaba "no te exaltes que puede ser otra trampa para dañarte".
Bordeó con sus dedos la carta y dentro de su indecisión la guardó, la leería tranquilo y solo donde nadie pudiese ver sus infantiles reacciones.
- ¡Yuuri! -volteó sabiendo que el pequeño rubio chocaría y lo apresaría en un fuerte abrazo- ¿quieres salir a dar una vuelta?
Era muy gracioso observar el gran abanico de expresiones que tenía el rubio menor. Todo parecía mucho más divertido y exagerado desde su punto de vista, desde los aromas hasta la ropa y hablado de ropa, nunca se le pasó por la cabeza que alguien tuviera tanta fascinación por el animal print.
Conversaron de cosas variadas, gustos de música, ropa y cuando llegó el tema de los chicos ambos simplemente giraron sus rostros algo sonrojados y cambiaron el tema de manera muy poco disimulada. Yurio se moría de ganas por preguntarle si había visto o leído la carta, pero tampoco quería revelar que el vio quien la había dejado ¿siquiera había visto la carta?, mejor dejaba el tema y mañana le preguntaría.
Se despidieron con unas amplias sonrisas y cada uno partió con una sensación de paz la que no conocían
"Un nuevo mejor amigo da una felicidad muy difícil de igualar".
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Cuando Yuuri llegó casa, pasó como torbellino saludando a los presentes y se encerró en su pieza para abrir esa carta, esa bendita carta que le tenía tan intrigado, emocionado, consternado, ansioso y con la curiosidad a flor de piel. Se fijó por última vez en los detalles y tras ya mucha espera para su pobre corazón rompió el costado de este con un cortaplumas.
"Querido Yuuri.
No me conoces y hablando en palabras literales yo tampoco, pero tu hermosa mirada me atrapó desde el primer momento en que la vi. No sé qué me hiciste o quizás sí lo sepa, me embrujaste, me encantaste y me maravillaste con cada una de tus expresiones. Tus ojos revelan que eres un ser amable para luego refulgir con un rojo tan vivo como esta pasión que me carcome por ti.
¿Puedo escribirte? No me siento aún con el valor de verte directamente.
¿Puedo conocer tus palabras? Y que tus manos me lleven al cielo con tus pensamientos.
¿me darías la oportunidad de encantarte como tú lo hiciste conmigo?
V. N."
Y se comenzó a hiperventilar. Su cara estaba roja y sus ojos casi derraman lágrimas no creía que esto fuese una broma, era hasta incluso vergonzoso de leer y aun así le encantaba. Su escritor anónimo le había dejado escrito en un pétalo de rosa que dejase su respuesta en su casillero mañana a primera hora en la mañana y él no sabía que rayos escribirle.
"-A incognito.... No, V.N. sobre tu carta... ¡¿desde cuándo es tan difícil escribir una carta?!
Arrugo la quinceava hoja con sus fallidos intentos de plasmar algo que no sabía definir. Debía decirle que parara o quizás simplemente no responderle, pero sus palabras fueron tan dulces y tras tanto papel desperdiciado se dijo que, si el anónimo había tenido el valor para escribir tales palabras, talvez... talvez podría conversar con él un poco más, solo un poco.
Se levantó pesumbroso a la mañana siguiente con unas ojeras que casi hacen desmayar a Yuuko en el entrenamiento matutino del azabache. Le maquillo como pudo esas marcas y tras otro sermón le obligo a encaminarse a clases. Yuuri decidió llegar muy temprano solo para que nadie pudiese verle poner la endemoniada carta de respuesta en su casillero. Los colores se volvieron a asomar en sus mejillas y reclamándose mentalmente por su falta de compostura, simplemente dejo el sobre allí y sin mirar hacia atrás corrió hasta el salón de clases.
Yurio le fastidio con preguntas todo el día, desde que había hecho para parecer tan demacrado y de quien era el causante de sus ojeras, porque no viviría para contarlo si dependiese de él. Yuuri se sentía intimidado hasta cierto punto, como si el de ojos verdes pudiese ver a través de su actuar- ¿Por qué no me dices sobre la carta? – casi se atraganta con el jugo que estaba bebiendo en esos instantes y por poco no lo escupe sobre el menor- ¿Tan poco confiable soy? – termino diciendo con un deje de decepción el pequeño.
-Nada de eso... sabes que confío en ti- dijo entrando en pánico el azabache
- ¿Por qué no me lo mencionaste entonces? - replico
-Yo... no es eso Yurio- suspiro con pesar- ayer vi la carta y pensé que podía tratarse de una broma... no quería pensar que era real.
- Eso importa poco... ¿que decía? –
-Eso... Yo no... me da demasiada vergüenza decirlo- terminó por decir completamente rojo Yuuri dejando sorprendido al menor – no sé si sea lo correcto mostrársela a alguien y... es que nunca me habían escrito algo que no sonase abusivo o alguna carta de amenaza.
-muéstrame la carta cerdo- Yurio estiro su mano exigiendo con la mirada la entrega inmediata de esta- ¿Qué esperas? Pásamela... como tu mejor amigo tengo derecho a leerla- Y tras percatarse de sus palabras el que quedo rojo tomate fue el rubio. El mayor abrió los ojos sorprendido ante la declaración para luego sonreír afectuosamente y es que simplemente no podía encontrarse más feliz.
-Entonces no tengo opción... si mi mejor amigo lo exige es regla- Y le entrego la carta. Se fijó en los ojos mientras leían aquellas palabras de caligrafía perfecta y la ansiedad más los nervios se acrecentaban cada vez que los ojos verdes pasaban al siguiente párrafo. El ceño fruncido del menor le hacía sentir inseguro de las intenciones del anónimo, pero nada podía hacer ya que su respuesta estaba lo más probable en las manos de su escritor anónimo.
-¿Qué le respondiste?- parpadeo un par de veces ¿no habría reacción agresiva?. Se decepciono un poco, le gustaban las explosivas actitudes del menor, esas que se salían totalmente de los estándares y admitiéndolo... le gustaba los celos que demostraba su cachorro rubio.
- bueno... yo... quiero .... Quiero seguir leyendo sus palabras- bajo la mirada un tanto nervioso- se que puede ser una broma, pero por algún extraño motivo, no tuve el valor para obviar que me conmovieron un poco sus palabras –
- Así que tu respuesta es positiva ante cursilerías... no me imagine que fueras tan romántico Yuuri-
-No te burles de tus mayores enano mal educado- y tras el intercambio de miradas retadoras, ambos se largaron a reír.
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Hello my readers.
Tengo problemas de ansiedad... eso hizo que este fic pareciera una maratón con mis publicaciones tan seguidas... No se sientan san felices, por que llegara el momento en el que mis dedos no den más y bye bye a publicaciones diarias.... aunque hoy subí dos caps.
cambiando de tema, les agradezco el tiempo y las votaciones... me emociona cada notificación así sigan dándole su voto a mi fic... esto ya parece droga :O.
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Lo precioso de ti
FanfictionLos conflictos, discriminación y brechas sociales se hacen más fuertes y notorias cuando miramos por una lupa a una sociedad regida por Alphas. Adéntrate y descubre como Viktor Nikiforov y Yuri Katsuki se conocen en esta realidad.