Lo precioso de ti

El mundo es para quienes quieran llevarse la gloria

Malas noticiaaaas.

He llegado a mi colapso mental e imaginativo, no creo tener las palabras para el capitulo de mañana, ya que solo alcancé justo a terminar de escribir para hoy.

Se me paso la mano y si bien quería publicar capítulos de solo 1000 palabras, termine publicando muchos con cerca de 1500. Me encantaría reencontrarme con mi cerebro y ver como continuar esta historia de una manera racional y coherente... 

Comenten, díganme  de sus teorías y si me motivan lo suficiente, quizás me sobre esfuerce para tener su cap mañana <3 <3 <3 (PD: no es amenaza, de verdad me inspiran con sus comentarios :3)

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-Entiende Lena, Yo seré el siguiente líder de la familia y no me interesa por nada del mundo casarme con Katya- Viktor estaba con su teléfono satelital hablando desde el techo de los dormitorios del instituto- Ya realicé todo el papeleo que me pediste y vuelvo a repetir, no te metas en mis decisiones que no me interesa que puedas decirme y es mi última palabra... No me importa que diga el puto consejo, si quisiera ser su maldita marioneta, no serviría como sucesor y eso va también para ti... Aléjate de mí que tu sola presencia me da asco- Suspiro pesadamente tras cortar la llamada.

Siempre le había gustado Japón junto a su cultura, esa era principal razón por la que estaba allí y si dependiera de él, no volvería a Rusia. Había dos leyendas que se le venían a la cabeza en esos instantes, la primera era que con cada suspiro que daba se le escapaba un poco de felicidad y la segunda el hilo rojo del destino.

Cuando era más joven varios y varias Omegas le habían intentado emborrachar con su celo, fue allí que descubrió su resistencia a las feromonas, no era que no le afectasen total el gozaba de un excelente olfato, pero sabía que, gracias a su caso, no cometería ni una estupidez. Yuuri era su destinado y si bien le encantó la idea de encontrarse con su destinado en Japón, no fue hasta comenzar a intercambiar cartas que cayó rendido ante el menor. Para él no había vuelta atrás y cada vez su resistencia comenzaba a flaquear.

Verle llorando frente al mar había sido como una apuñalada directo a su corazón. Nunca creyó en parejas destinadas hasta conocer a Yuuri y caer en cuenta que incluso sin haberle marcado, el nexo que habían creado sobrepasaba lo imaginable. Gruño nuevamente recordando la insistencia de su madre para casarse, esa zorra no entendía con buenas palabras que no acataría y conociéndola sabía bien de lo que era capaz... tenía que deshacerse de ella antes de toparse con Yuuri o su destino correría peligro.

-Yuuri- suspiro nuevamente dejando escapar otra vez un pedacito de felicidad de sus labios recordando la esencia a Vainilla de Yuuri. La excitación llego nuevamente y su entrepierna volvió a palpitar- Por esta necesidad de ti amor es que no puedo acercarme- acoto antes de marcar en su móvil normal el número de Giacometti, por culpa de J.J. ahora tenían el doble de trabajo en el consejo escolar, aunque muy dentro de él se sentía totalmente feliz por el canadiense quien le había contado de su dilema. Nadie lo sabía, pero él había comprado los pasajes del Rey para que no le pudiesen encontrar, rastrear y separar de su enamorada.

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Yurio fue muy comprensivo con él, le escuchó y apoyo como nunca lo habían hecho y con una determinación renovada, decidió conversar con su familia bajo sus propios términos. Pero un pequeño percance hizo que detuviese toda su furia al escuchar como una fuerte discusión se llevaba a cabo en el salón de banquetes.

- ¿Cómo se les ocurrió traer a ese bastardo como candidato para Yuuri? – Yuuko gritaba ofuscada mientras Minako intentaba tranquilizarla.

-Nosotros no le buscamos, él solo vino con intenciones de cortejar, ni siquiera sé cómo fue que se enteró que queríamos a alguien para Yuuri- Menciono Hiroko.