Lo precioso de ti

Deseos ocultos

He vuelto! 

No pude aguantarme y ayer termine escribiendo 2000 palabras más, por lo que mañana tienen la actualización asegurada... si me dejan contenta se las entrego hoy a las 6 pm horario de Chile, en otras palabras en 6 hras mas.

comenten que como les había mencionado me motivan sus palabras.

Un agradecimiento a tod@s aquellos que me leen regularmente <3 <3 <3.

Les amoroooooooo.

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El reloj de pared le estaba desesperando profundamente con su odioso tic, tac, tic, tac, tic, tac... Si no hubiese sido un regalo de un conocido empresario lo hubiese desechado desde hace mucho tiempo, pero ese imbécil estaba totalmente encantado con ella y mientras le sirviera, le mantendría contento.

-Sra. Lena, Vladimir está aquí- Dijo de manera respetuosa con una voz muy controlada una joven pelirroja-

-Hazle pasar... y Mila, dile a Katya que la necesito en mi oficina en 2 horas más-

-Si mi señora- Estaba muy estresada y todos lo podrían percibir, el trabajo de liderar 2 familias por así decirlo no era tarea sencilla, por más que ella fuera una Alpha de quien se supiese su genialidad.

La gran puerta que estaba al frente del escritorio sonó tres veces antes de que un hombre muy bello ingresase. La misma puerta que tenía un exquisito acabado dorado hecho a mano palidecía ante el precioso varón quien simplemente cerró la puerta con seguro antes de acercarse a la mujer. El parecido que tenía con Lena era obvio, dos gotas de agua de miradas azulinas y pelos plateados Larguísimos.

-Lena... Viktor tiene 20 años ¿Cuánto más debemos esperar para que él y Katya tomen el mando? - pregunto de manera suave y sumisa.

-Eso mismo me pregunto, estoy agotada Vladimir he hecho todo lo posible para hacer que el idiota de mi hijo se case con su hermana, pero no hay caso- Suspirando fuertemente retiró los lentes de su cara para restregar sus ojos- Todo sería más sencillo si Katya pudiese hacerse cargo de los Nikiforov y Viktor de la Bratva-

- ¿Por qué no le obligas?... Lena no quiero seguir así- La Alpha se levantó al escuchar un quejido lastimero del hombre- ¿por qué tienes que seguir?

-Shhh... no te preocupes más, sabes que falta poco... hemos podido con mucho y hemos salido victoriosos de cada afrenta- La mujer tomo entre sus manos la delicada cara contraría y poso un casto beso en su frente- Solo tú eres especial para mi ¿lo sabes?

-Lena...- Lloró el hombre- no quiero estar lejos de ti más tiempo, me duele mucho.

-Nadie puede separarnos y lo sabes- La boca de Lena limpió de lágrimas ambos ojos de Vladimir para seguido robar un beso de la boca de este- ¿recuerdas la historia que nos contaba Nana? ¿la de los gemelos?

- ¿Los trágicos enamorados? –

- Exactamente... enamorados que murieron trágicamente deseando no ser separados reencarnan en gemelos idénticos-

-Te amo Lena-

-También te amo Vladimir-

No pudiendo soportar más la lejanía, la Alpha tomo al Omega entre sus brazos intercambiando caricias de añoranza. Su nariz se posó en el cuello de este para lamer suavemente la marca de pertenencia, esa que evidenciaba el lazo inquebrantable entre una pareja.

El reloj de pared era una obra maestra de artesanos que pasaba como reliquia de generación en generación. Terminó en manos de los Nikiforov por un mero capricho del último heredero, Lena lo detestaba en su constante sonar, pero su tic, tac en esos instantes fue omitido por todos. Nada de lo que sucediese en esa oficina podía ser escucha en el exterior.

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Era tan difícil sacar de su mente a Vitya, todo lo que le rodeaba le recordaba esa oscura silueta y su aroma. Esa noche parecía ser un sueño lejano en su mente, desde el extraño pesar en su corazón y la sensación de que toda preocupación volara de su cabeza al verle y escucharle.

"Su voz era endemoniadamente sexy"

Casi se ríe de sí mismo al percatarse que estaba divagando con ese Alpha. Cada día se resignaba más ante la idea que le gustaba el hombre y mucho, desde que le escucho, todas las noches soñaba con su aliento y palabras justo al costado de su oreja. Su cuerpo ardía de un deseo tan fogoso que ya no quería reprimir a su Omega.

Sus manos exploraban su cuerpo rozando lugares los cuales no había imaginado que le producirían una agradable excitación. Siempre partía por sus labios remojándolos lentamente con su lengua y mordiendo ligeramente de ellos. Comenzó a descubrir que su cuerpo se sentía de maravilla en esas citas nocturnas donde solo la noche era testigo de su necesidad, su cuarto se volvió su confidente.

Quiso dejar correr su imaginación y sus manos acariciaron su propio cuello bajando por su barbilla hasta su pecho cubierto por el suave pijama de seda. La tela era tan delgada que no hubo necesidad de retirarla para notar la erección de sus pezones. "Yuuri" sonó grave en su mente la voz de Vitya y una corriente eléctrica comenzó desde su nuca esparciéndose por todos sus poros, su piel se erizó cuando esta termino en la punta de su miembro.

- mph... ahhh- gimió despacio removiéndose en su cama. Su mano derecha jugaba insistentemente con sus pezones y la izquierda descendió juguetonamente adentrándose en sus shorts- ¡Aaaah! -

Sus ojos cafés gradualmente se nublaban, el rojo oculto en ellos se volvió más brillante. Su mente se liberó de cualquier atadura moral y desesperado aspiro con fuerza el aroma del Alpha que aún quedaba en las cartas. Giro su cuerpo quedando con su trasero en alto, su cara se restregaba entre el papel y sus manos descaradamente masturbaban su miembro. Simplemente no era suficiente, su entrada estaba lubricándose mientras esta se contraía ansiosa de atención.

-Vityaaaa... aaaahw- De su boca escurría saliva y de sus ojos lágrimas. Su habitación estaba repleta de feromonas las que se acrecentaban a medida que sus dedos entraban y salían de su interior. El obsceno sonido se hacía cada vez más alto acompasado por sus gemidos, en un lugar de su cabeza su parte racional se reía del lujurioso estado en el que se encontraba y lo más chistoso era que no le interesaba.

Un sonoro grito le hizo ver el perfecto punto para saciar sus libidinosos deseos. Quería el pene de su Vitya justo allí en ese lugar donde golpeaban insistentemente sus dedos Lo deseaba más fuerte, más violento, más grande y entre sus gritos alcanzo con fuerza el orgasmo.

-mmmhngggggg.... Aaaaaah!... ahhh! - Su respiración agitada, su piel sudorosa y la sonrisa en su rostro eran el retrato de la satisfacción. Llevo una de sus manos, específicamente la que tenía su semen a su boca y lamiendo parte de su simiente se dijo "Creo que mi presentación será algo diferente el día de mañana".

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muajajajaja ¿les gusto?, por que a mi si x3

Salud0s.