Lo precioso de ti

Decisiones y determinación

Les subo este cap en una situación desfavorable... se corto la luz,no se cuando volverá. Mi celular tiene 15% de batería y no se que haré.

disfruten, comenten y denle Fav <3... les repito, quiero escuchar sus teorías y saber que les gusta lo que hago con esta historia :D

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Era el cuarto día que Yuuri no se presentaba al instituto y Yurio se encontraba de un pésimo humor, la razón era obvia extrañaba las ocurrencias de su cerdo y las risas por cada situación acontecida. Desde que conoció azabache, la gente tenía la maldita idea de que le podían hablar como si nada y eso era cierto. La única excepción a la regla sería su cerdo y nadie más.

Para evitar miradas furtivas y escuchar comentarios ajenos sobre su persona, apenas comenzó el horario de almuerzo, huyo a un lugar recóndito de las instalaciones. Tranquila y silenciosamente llego al pequeño sector lleno de árboles bajo los cuales podría descansar mientras bebía de su jugo en caja. El sonido de unas pisadas le alertaron más una voz familiar, más no agradable le hizo mantener el silencio.

-Lo se... sé que te he hecho esperar, pero... ¿qué?... no!, jamás vuelvas a decir eso.... Cariño, sabes que por ti abandonaría todo, no me importa lo que diga mi familia... por favor, no me dejes de esta manera, sabes que me esfuerzo por que quiero que eso sea de por vida... Isabella, eso no importa, te amo por quien eres, no por las malditas castas...ok, solo dame un poco más de tiempo, prometo que solucionaremos esto.... Lo se... también te amo- Parpadeo un par de veces antes de procesar lo que había escuchado, era difícil de creer que el "Rey" tuviese en mente alguien más que su propia persona.

Cuando el Alpha de ojos azules oscuros se giró sobre sus pies para salir de allí, piso algo que soltó un alarido de dolor. Bajo su cabeza para realizar que el rubio omega estaba a punto de saltarle al cuello por el fuerte pisotón que le había dado "mierda, me escucho" se dijo antes de que su boca pudiese soltar algo coherente.

-Escuche, así que no te hagas el estúpido- el rubio prefirió no ser más brusco, se notaba que sea lo que fuese J.J. no estaba de ánimos.

-Así que escuchaste...- sin pedir permiso el mayor se sentó al lado del Omega soltando un largo suspiro- Es algo complicado...-

-espera hombre, que no te estoy pidiendo explicaciones ni nada- apresuro a decir el pequeño, no estaba dentro de sus planes complicarse la existencia con dramas ajenos. Miro nuevamente la cara del canadiense y tras percatarse de lo sombría de su mirada dijo- pero si quieres contarle a alguien, no soy de andar chismeando sobre vidas ajenas-

-Nunca pensé que de todas las personas tú serías quien se enterase de esto... quizás sea lo mejor, eres un caso extraño de Omega con complejo de Alpha, creo que podría contarte-

- ¡A que te refieres con Omega con complejo de Alpha, estúpido! - más que pregunta, sonó a amenaza.

-No lo mal intérpretes, digo que quizás tú puedas entender mi situación debido a tu forma de ser fuera de los parámetros sociales-

-Eso me sonó a insulto en palabras bonitas-

-kjajajajja, no lo creas... hasta cierto punto te admiro ¿sabes? – Por un segundo Yurio creyó haber escuchado mal- Puedes ser tu sin importarte lo que el resto diga de tu comportamiento, sin las presiones de tu familia para cumplir con expectativas.

El silencio los envolvió unos minutos mientras el de ojos verdes callaba esperando la continuación del de ojos azules. Observo como este fruncía el ceño y sus labios antes de continuar.

-Estoy enamorado de una hermosa mujer... Ella es especial y no solamente por apariencia, es preciosa para mí en todo y cada uno de sus aspectos; Es fuerte, inteligente, buena persona y esforzada. No se deja derrotar ante nada ni nadie y logro hacer que un egocéntrico como yo reconociese el valor en otras personas-

-Parece ser mucha mujer para ti- intento bromear el rubio.

-Créeme lo se mejor que nadie, pero soy muy egoísta para dejarla ir... Ella es una beta- Yurio por fin cayó en cuenta del dilema- y es de familia humilde... Creo que ya tienes una imagen más clara de mi situación.

Jean Jacques Leroy es el actual heredero de la familia Leroy. Si bien no son los más acaudalados ni mucho menos de gran influencia, era de conocimiento público lo ambicioso que el actual líder era. Crearon negocios y se hicieron de muchos contactos aumentando en pocos años sus maneras de manejar negocios. Yurio sabía que tal tipo de hombre no dejaría a su heredero quedarse con una mujer humilde y menos aún una beta.

-Vaya que estas jodido hombre- Se levantó el rubio sacudiendo su vestimenta para sacar de su bolso algo y lanzárselo al Alpha cabizbajo- Yo que tu envío todo la mierda y me quedo con la chica... se nota que vale más de lo que te puede ofrecer tu familia.

J.J. rió estrepitosamente, acepto el jugo que le había dado el menor y mofándose de si mismo dijo que seguiría su concejo. Esa misma tarde el rey abandonó el instituto sin dejar rastro alguno, más un par de personas sabían que el moreno se largaba en busca de su felicidad.

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Yuuri se reintegró a clases al quinto día, se veía agotado, pero no dejaría que algo como eso le afectara. Los entrenamientos de Yakov estaban dando resultados y a puertas cerradas le había dicho que quería hacer de él un patinador certificado.

El tiempo vuela y ya habían pasado 2 meses desde que las clases iniciaron y nunca hasta ahora en la vida del azabache se había sentido realizado, hacía lo que le gustaba, al fin estaba entablando relaciones con otras personas y dentro de su corazón su escritor anónimo se estaba ganando un lugar. Lo hacía de manera tan natural que llegado a un punto simplemente no pudo negar que deseaba sus cartas casi tanto como conocerle. V.N comento lo contento que se sentía por Yuuri al saber que tomaría el exámen de certificación apoyándole incondicionalmente más algunas palabras vergonzosas y cursis sobre su figura, pasión y amor.

Yurio estaba de excelentes ánimos, ya que, si Yuuri se certificaba, este sería representante de Japón en competencias internacionales y él que estaba pronto a cumplir 15 años sería su rival en la pista. Quería cambiar el mundo con su mejor amigo sobre el hielo.

-Yuuri, deja de pensar cuando saltes.... Siempre fallas en cosas que ya tienes aprendidas- grito Yakov mientras veía fallas el triple Salchow. Ese Omega era muy talentoso y arrebataba miradas, se había dado cuenta del incremento exponencial de espectadores específicamente en los horarios donde estaba el japonés y eso le fastidiaba. Viktor había entregado un certificado para dejar temporalmente el club por índole personal, nadie le sacaba de la cabeza las palabras del ruso "parejas destinadas, si fuese cierto, no se aguantaría el estar lejos"- Desde inicio Katsuki.

-¡Sí!- respondió el menor con fuerza antes de seguir practicando. Su mejor aptitud era su increíble resistencia y energía, le sacaría todo el provecho posible.

En las gradas un japonés de rasgos fuertes y varoniles observaba el entrenamiento con mucha atención. Delineaba la silueta del Omega con una mirada de satisfacción y una ligera sonrisa en sus labios.

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