Volver Al Pasado

Capítulo 2.

Ya paso una semana de que lo vi, de nuestra conversación, de recibir su paquete. Todavía no abrí, me costó mucho dormir por las noches pensando que habrá adentro. Pero me decidí, voy a abrirlo esta noche.

Antes de ir a la escuela pase por el cementerio. En el verano solía venir muy seguido, era un lugar seguro, tranquilo, y podía estar sola. Venía a traerle flores a mi hermano todos los días, me sentaba al lado de su tumba y le contaba cómo estaban las cosas en casa, les contaba mis problemas y de algún modo sentía que él podía escucharme, aunque nunca recibí una respuesta. Al principio no podía ni pisar este lugar, me daba miedo, no quería aceptar que ya no iba a estar más. Pero con el tiempo lo fui aceptando y se convirtió en mi segunda casa, solía venir y pasar horas sentada a su lado. Se llamaba Emanuel, tenía 15 años.

Mire la hora y ya era tarde, llegaría tarde a clases. Junte mis cosas y me fui. Ese día le lleve unas margaritas amarillas.

Llegue a tiempo a mi primera hora de Geografía. Mire a mi alrededor y estaban todos mis compañeros y ese lugar a mi izquierda seguía vacío. Durante toda la hora nadie interrumpió la clase, nadie entró. Empecé a pensar que tal vez yo estaba paranoica que él volviera. Pero el anterior lunes, el paquete que recibí estaba seguro de que era de él. El siempre mandaba cartas, tarjetas o paquetes. Nunca los firmaba; pero siempre sabíamos que eran de él, los mandaba para Emanuel. Nunca nos decía que había adentro, al otro día se los llevaba y no los volvíamos a ver.

La noche que seguí a mi hermano lo supe todo. Todavía no sé en que estaba metido, tampoco la razón por la cual murió. Pero el siempre estaba presente, sabía todo lo que pasaba. Sostengo que la muerte de mi hermano fue provocada por él.

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Estábamos en el almuerzo y mi celular vibró.

"¿Te gusta el regalo?"

Era él, estaba segura. Lo primero que pensé hacer fue apagar mi celular, pero lo prendí devuelta. Tenía otro mensaje.

- Pensé que no me tenías miedo...

Maldito idiota.

- Vete al diablo.

- ¿Quieres saber que le paso?

- ¿A quién? – Me quede con el celular en la mano esperando su respuesta.

- A tu hermano. Abre el paquete.

No conteste más.
Era la última hora el día, tenía Matemáticas. Había pensado en irme antes pero no quería volverme sola, así que sólo me quede. Ese paquete debajo de mi cama me tenía intrigada, necesito saber que hay adentro.
Mientras salía por el pasillo me cruce a Melissa.

- Ey, ¿cómo éstas? – Su voz era acelerada, pude notar que había venido corriendo.

- Bien, ¿vos? – estaba sorprendida por su aparición.

- Bien!! ¿Quieres que te lleve? – Dijo con un tono alegre.

- Bueno.

Durante el trayecto sólo habló ella, me cuenta cómo le va con Simón, su nuevo novio, me dice que estuvo viendo algunas carreras y tiene pensado estudiar periodismo. Llegando a mi casa hace una pausa.

- ¿Cómo éstas con lo de tu hermano? - Fue muy directa a la razón por la cual se ofreció a traerme.

- Bien, ya... Lo supere. Seguí adelante – Mentí, no lo había superado.

- Que bueno!! Me alegra escuchar eso. Nos vemos.

- Chau, nos vemos!

Le di un beso y camine hasta mi casa. Mis padres todavía no habían vuelto, como siempre. Entre y corrí a mi habitación a buscar el paquete.
Lo abrí y lo único que encontré fue un trozo de tela, nada más.

¿Qué me quería decir con eso? ¿Era una pista? ¿Espere esto para un pedazo de tela sucio?