Ya había pasado una semana desde que desapareció Melissa. Nadie sabía nada, nadie la vio, nadie hablo con ella. Deje que la policía la buscara, no podía hacer nada.
Estaba en mi habitación con todas las cartas en la mano, no tenía muchas ganas hoy de seguir buscando pistas. Estos días no había dormido bien, con todos los exámenes, buscando a Melissa, Necesitaba un descanso.
Se me ocurrió ir al centro comercial para despejar la mente. Quería ir sola y estar sola. Salí de mi casa y me subí a mi auto. Conduje hasta el centro comercial y lo deje en el estacionamiento. Durante todo el trayecto, pude ver que un auto gris con vidrios polarizados me venía siguiendo.
Baje del auto y me dirigí dentro del centro comercial. Un hombre con traje negro con anteojos bajo de ese auto gris. No sabía quién era, ni que quería. Empezó a caminar más rápido hasta llegar adentro. Hay nadie podía hacerme nada o al menos eso pienso.
Llegue y había más gente qué de costumbre. Fui para la cafetería más cerca que vi y pedí para tomar un café con unas medialunas. El hombre del estacionamiento se sentó a unas 5 mesas de donde estaba yo. Nunca se sacó los anteojos. No podía saber si me estaba mirando.
Mientras tomaba mi café vi a Tomas en el local de perfumes. Cuando me vio le hice señas para que viniera.
-¿Qué haces acá?
- Cállate y siéntate. Ese hombre, el que está atrás. NO VOLTEES. Me está siguiendo - hable demasiado rápido y nerviosa.
Me encanta como sabe disimular. Lo miro directo, se dio cuenta de que estaba hablando de él porque nos dedico una sonrisa.
- ¿Quién es? - pregunto confundido.
- Si lo supiera ya te lo habría dicho - no dejaba de temblar.
- Claro, ¿desde que lugar te viene siguiendo? - Dijo tomando un sorbo de mi café.
- Desde que salí de mi casa. No se bien en qué momento. Cuando mire por el espejo ya estaba ahí - agarre una de las medialunas y le di un mordisco.
Nos quedamos en silencio por un rato. No podía evitar mirarlo, sabía que él también estaba mirándome.
- ¿y tu qué haces acá? - pregunte desviando la mirada hacía él.
- Vine a comprarle un perfume a mi mamá para su cumpleaños. ¿Le gustará? - inclino la bolsa dejándome ver lo que había dentro.
Había un Chanel 5, ¿A qué mujer no le gustaría?
- Seguro que le va a gustar. ¿Cuándo los cumple? - agarre mi café y le di un sorbo.
- Mañana.
- ¿Puedo pasar a saludarla? - levanto su mirada hacía mi confundido.
- Como quieras - dijo sin mas.
No sé porque pensé en pasar a saludarla. Siempre que iba a mi casa era muy amable con nosotros. No me parecía mal pasar por su casa y saludarla. Pensándolo bien sería raro, en estos 17 años nunca la salude para su cumpleaños. Siempre hay tiempo para una primera vez.
Estuvimos un rato más sentados en la cafetería. Pague lo que había pedido y me despedí de Enzo. De regreso a mi casa nadie me seguía.
Llegue y subí a mi habitación, me acerque a la caja y saqué otra carta.
20 de mayo del 2016:
"VE A VISITAR EL BOSQUE. TE RECORDARA A ALGUIEN."
El bosque. Odiaba ese lugar. Ahí es donde todo había sucedido. Agarre mis cosas y fui al bosque. Tardaba media hora desde mi casa.
Llegue y todo seguía igual que hace un año. Después de ese día nunca había vuelto. Empecé a caminar por el sendero que había. Estar sola hay me daba miedo, tuviera que haberle dicho a Tomas que me acompañara.
Empecé a caminar hasta que llegue al lugar. Estaba lleno de cintas de"Cuidado", se notaba que varias personas pasaron por acá por la cantidad de cintas rotas. Era el lugar donde encontraron el cuerpo de mi hermano. Sin ninguna marca de nada ni nadie.
Al recordar ese día se me cayendo las lágrimas. Recuerdo que la policía llamó a mi casa diciendo que lo habían encontrado. Por un momento, pensé que estaba vivo. Pero cuando llegué vi su cuerpo tirado en este mismo lugar. Tenía la ropa con la que lo vi el último día, estaba cubierto de tierra. Nos habían preguntado para hacerle una autopsia pero mi familia sólo quería que estuviera en paz. Al día siguiente fue el entierro. Me arrepiento de no haber ido, verlo por última vez. Estuve un mes sin salir de mi habitación, hasta qué decidí que tenía que seguir adelante. Había empezado a ir a un psicólogo, pero a los dos meses todas las citas. La doctora me dijo que estaba bien, nunca tuve ningún problema sólo necesitaba a alguien con quien hablar, alguien para decirle como me sentía respecto a todo lo sucedido.
Cuando pegue la vuelta para volver había alguien, de lejos se podía notar la sombre de un hombre. Note que empezó a caminar hacia mí y empecé a correr, no mire atrás a ver si estaba cerca, sólo corrí. Llegue a mi auto a tiempo, se había quedado a un metro de donde me encontraba, no podía ver su cara. Encendí el auto y me fui ¿era él?
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Volver Al Pasado
Teen Fiction¿Podrá volver a salir adelante después de la traición de su familia?