Capítulo 20

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Conduje toda la noche, pare en un hotel para descansar un poco. Me registre y fui a la habitación que pague por una noche. Puse a cargar mi celular y tenía un mensaje de él.

"Recién leí tu carta. Entiendo por todo lo que has pasado y te daré tiempo. No sé si pueda perdonarte por dejarme sin despedirte, tampoco sé si te volveré a ver. Odio despedirme por mensaje. Solo te diré que te amo, si vuelves yo te estaré esperando, siempre te abriré mis brazos para que te quedes. Te amo y te amare por siempre"

No pude leer el mensaje sin que cayeran lágrimas de mis ojos. Odiaba dejarlo, lo necesitaba más que cualquier cosa. Lo pensé todo el camino y no tengo donde ir, no sé dónde ir. Pensé en volver y decir toda la verdad, sacar todo lo que tengo adentro y estar en paz, y volver por él, pedirle que se vaya conmigo, que me acompañe a donde sea que vaya.

No lo pensé dos veces, volví a subir al auto y volví, conduje lo más rápido que pude. No quería volver pero no quería dejar todo si. Terminar. Necesitaba que todos estuvieran tras las rejas.

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Llegue a la madrugada, lo primero que hice fue ir así casa. Baje del auto y golpee, era temprano pero necesitaba pedirle perdón.

Abrieron la puerta y estaba el, con los pelos para cualquier lado, sin remera con unos shorts. Me acerque a él y lo bese, lo bese Tan apasionadamente como nunca había besado a nadie.

- Volviste - dijo con la voz ronca y abrazándome.

- Perdón, no podía irme sin vos.

- Voy con vos a donde vayas - me miro fijamente a los ojos.

- Te amo - dije sin más.

- Te amo - y nos perdimos en nuestro mundo.

Me quedé en su casa hasta las 10 AM

Me cambié de ropa y fuimos a la comisaría.

El policía de la otra vez aparece cuando entramos.

- Hola chicos, ¿que necesitan? - hablo amablemente.

- Necesito hablar sobre la muerte de mi hermano y la maestra que le hable la otra vez - no paraba de jugar con mi pulsera de los nervios.

- Claro, pasa.

Le pedí a Enzo que me esperará de este lado, necesitaba ir sola.

Me senté y dije todo lo que sabía. Conté la historia del romance de mi padre y mi profesora, y la causa por la cual la asesino, que mi hermano sabia su secreto y cuando quiso hablar lo asesino también, había tenido la ayuda de mi abuelo. Todo esto era para que la familia no quedara manchada.

Varios patrulleros salieron de la estación a casa de mi madre y de mi abuelo. A la hora llegaron entrando con ellos, ambos me miraron, mi madre estaba desbaratada pero aceptaría las condiciones por lo que cayó, y mi abuelo me miro con odio, pasará sus últimos años acá adentro.

Después de declarar todo y que ambos se hayan declarado culpables salí de ese lugar. Al fin estaba en paz, ahora si me iría.

- ¿Donde quieres ir? - pregunto mientras cargaba sus bolsos.

- Brasil - dije con una sonrisa de oreja a oreja.

Amaba la playa, el mar. Quería pasar u tiempo relajada, ambos teníamos suficientes ahorros para estar un tiempo sin trabajo. Decidimos dejar la escuela y terminarla el próximo año, un año sabático no le viene mal a nadie.

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