-La increíble Anniel Rigby- elevo una corta plegaria- ¿está es la pocilga que ayuda a que tu padre te mantenga alejada? - musito con una amarga sonrisa.
-El do..doctor, ¿dónde esta?- Anniel sintio como la cobardía abría la puerta y entraba corriendo
-Oh no, no nena. Las preguntas las hago yo- se coloco de pie tranquilamente y se acerco a pasos lentos.- créeme, también odio estar aquí, pero el trabajo es trabajo ¿qué hace una chica como tu visitando este agujero?- tenía la mirada fija y se podía jurar que estaba batallando con algo- ¿qué sucede? ¿tu trastornada cabecita no te deja dormir?- Anniel podia sentir que si no salia de allí caería de rodillas al suelo, por la falta de aire que le estaba negando a sus pulmones.
'Yo..y..yo.n..no- se recordo asimisma que las palabras atropelladas en ocasiones importantes eran mas familiares que desconocidas
'Erick es un bastardo amor mio, pero en esto tengo que darle la razón-rió mientras se pasaba la mano por el cabello.-tu padre dijo que tenías algo de Carolyl, así que ya sabes. No quiero hacer que pierdas tu tiempo y yo no quiero gastar el mio en ti.- con la angustia asomándose en todo su ser se lamento, se recordo asimisma que su padre era la persona mas despreciable que jamas habia conocido en su vida. Mientras que el diablo se escondía detrás de aquella mirada, él trataba de controlarlo.
- Nunca tomaria algo de Erick- él apretó la mandíbula y se puso firme mientras intentaba calmar su temperamento.
-¿me crees estúpido? Él bueno para nada de tu padre no es tonto, y créeme cuando te digo que no lo es-se acercó rápidamente mientras respiraba con dificultad.
-Lo siento mucho- el poco aire que le quedaba lo habia gastado y creía que todas sus oportunidades también. Todo lo que tenia que ver con Erick era malo, todo lo que salía de aquel hombre era asquerosamente malvado. Cuando ella intento huir, este le tomo con firmeza del brazo.
-Creo que Erick no conoce a su pequeña- le hablo al oído- tienes más coraje del que habla. Ahora, ¿dime en dónde tienes el encargo de Carolyl?- al parecer el no podia percatarse de que ella hablaba con la verdad.
-Por favor déjame ir, Erick miente yo..y...yo no puedo- hablar demasiado rápido provoco que la garganta de Anniel se secara y con mucha dificultad trago saliva.
-Hagámoslo a tu manera entonces-lanzo el menudo cuerpo de Anniel contra la puerta provocando que el rostro de la muchacha golpeara por este. Ella cayo al suelo sollozando mientras se cubría la cara con la mano derecha. Él se agacho frente a ella para hablarle a la cara.- te lo preguntare un vez más ¿en dónde dejaste esos papeles?-él tenía los ojos rojos y una mirada diabólica que no guardaba ni un ápice de compasión
- Yo no los tengo-dijo Anniel mientras lloraba.
Él la tomo de ambos brazos apretando con fuerza, la levanto con brusquedad y la estampo por la puerta provocando que la cabeza de Anniel golpeara con fuerza.
-Me voy a encargar de ti si no hablas con la verdad y eso no te conviene-la soltó haciendo que cayera de rodillas al suelo mientras lloraba e intentaba atajarse con ambas manos.
-conseguiré lo que me pertenece y lamentaras el dia en que naciste muchacha -Anniel estaba en el suelo mientras se secaba las lagrimas junto coraje y hablo alto y claro
-No lograrás hacerme mas miserable- lo observo tan fijamente que pudo sentir como él se estremecía.
-oh cariño, no sabes en que vereda estas parada- le susurro al oído.
Se puso de pie dirigiéndose a la puerta la abrió y se marcho.dejaste escapar a mis demonios, tu les diste la llave-Alexander
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And if you have the courage ©
AcakLa joven de 17 años caminaba por las calles de la ciudad agarrándose al desgastado abrigo de lana color champaña, con la mirada perdida y una vida en caos, cuando Alexander la visualiza lo primero que corrió por su mente fue el deseo incontrolable d...