s e i s

4.7K 519 282
                                    

6

—Laura Gulibert —Dijo Jimin. Por alguna razón, pude notar desagrado y decepción en el tono de su voz. Laura me miró esperanzada, me sonrió y me dio un cálido abrazo, entonces, caminó torpemente hasta llegar al lado de Jimin.

Laura era ligeramente más alta que el jefe, Jimin se la miró de reojo, con desprecio.

Por más que quise no pude evitar sentirme incómoda por la mirada que Jimin lanzó en mi dirección después de haber saludado a su nueva secretaria con la mano.

Era una mirada con una promesa, algo que me daba mucho miedo.

Yoongi me mostró lo aliviado que estaba por que no me habían elegido durante la hora del almuerzo, estuvo hablando más de lo que era normal para él, diciéndome que era incapaz de reconocer al Jimin que había vuelto, bla, bla bla...

Nuestro descanso pasó con más rapidez de la que me hubiera gustado admitir y para colmo las cinco horas de trabajo que me quedaban fueron extremadamente lentas.

Laura desapareció durante más de la mitad de las horas del turno, volví justo media hora antes de que yo terminara de trabajar, ya había empezado a guardar las cosas.

Laura me miró, sonriente y algo sonrojada, una vez llegó a su escritorio, dejó caer su bolso provocando mucho ruido, se sentó en su silla y suspiró fuertemente.

Seguí tecleando incansablemente en el ordenador, Laura volvió a suspirar, como si estuviera rogando mi atención, pero seguí sin centrarme en ella. Al final, bufó y se acercó hasta llegar a mi cubículo, con una sonrisa de autosuficiencia.

—Realmente estos puestos de trabajo son un truño, comparados con el despacho del jefe —Posé mi vista en ella, se estaba retorciendo uno de los mechones del pelo.

—No haría falta ver el despacho del jefe para decir que estos escritorios son basura —Le contesté, ignorando la mirada que me dedicaba.

—Me voy a cambiar de departamento, me trasladaran al despacho del lado del señor Park.

—Me alegro por ti.

—Mentirosa —Fruncí el ceño, ¿cómo que mentirosa?— Seguro que estás celosa porque soy yo la mejor de las dos, se te nota hasta tres kilómetros de lejos que rezumas celos.

No pude evitar soltar una risa sarcástica, con sorna, esta vez fue ella la que frunció el ceño.

—Para qué tener celos de pasar el día con una persona como él —Imitó mi risa.

—¿Ya llegó la ex novia celosa?

Casi le escupí en la cara al escuchar aquella frase, supuse por la forma en la que mis labios se curvaban que mi cara tenía una mueca de horror, la cara de Laura no tenía ninguna expresión.

—¿Cómo sé eso? —Preguntó— Jimin me advirtió que tuviera cuidado con posibles juegos sucios tuyos.

Me atraganté con el aire.

—¿Juegos sucios míos? —Hablé, atónita— ¿Qué juegos sucios se piensa que voy a hacer? —Empecé a hablar, cabreada— ¡Si estoy aliviada de no tener que trabajar con...!

—Sabotajes —Me cortó— Me advirtió también de que no te hiciera caso y veo que tiene toda la razón.

Laura se levantó de su escritorio y recogió todas sus pertenencias, dejando el cubículo vacío, como si alguien nuevo fuese a venir.

—Nos vemos, perdedora.

Desapareció por el ascensor moviendo sus anchas caderas, comparadas con las de las chicas coreanas, arriba y abajo, atrayendo la mirada de más de un cuarentón casado y de alguna que otra chica, mordiéndose las uñas por la envidia de aquel cuerpo de infarto.

Home ✥ Pjm ⁑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora