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Era la hora de comer. El omega de cabello castaño y ojos del color del océano ya podía bajar por su cuenta, andando con muletas.

Había mejorado muchísimo en tan sólo unos días, todo gracias a Hank y al pequeñín que poco a poco se formaba en su vientre -el cual Charles pensaba que le animaba desde allí a no rendirse e incluso le decía "Darling" cuando hablaba con su estómago, muy levemente abultado.

Al llegar a la cocina, algo pequeña para pertenecer a una enorme mansión, se sentó a la mesa... Aunque no pudo probar ni un solo bocado antes de que tocaran al timbre.

-¡Ya voy yo!- Exclamó Hank mientras bajaba corriendo las escaleras, no queriendo que su amigo se sobreesforzase con sus piernas.

Lo que encontró tras la puerta, le hizo encontrarse con un remolino de emociones entre las que estaban enojo y felicidad... Además de otro tipo de sentimiento que apenas descubría. Sus mejillas se coloraron mientras fruncía el ceño.

-¡Hank!- Un rubio de ojos azules.

Alguien que él conocía muy bien.

||CHERIK|| - ‡Enséñame a amar de nuevo‡ - (m-preg) (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora