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Era por la mañana, pero Erik aún dormía... O al menos eso parecía.

La verdad es que estaba observando a escondidas como Charles se cambiaba.

Parecía cansadoy algo mareado, pero al menos ahora estaba más tranquilo, ya que sabía -o eso es lo que creía firmemente- lo que lo ocasionaba... Y sabía que no era malo, si no al contrario.

Era un verdadero milagro... Y le preguntaría a Hank si lo sabía, no tenía duda.

Tan pronto escuchó el golpeteo de las muletas del ojiazul, además de el sonido de la puerta cerrarse, se levantó y se aseó, dispuesto incluso a sacar a Hank de la cama para hablar con él.

Se puso un conjunto sencillo: vaqueros, cazadora de cuero y zapatos lisos.

Salió de la habitación y se dirigió a la del científico, sorprendiéndose cuando sus fosas nasales notaron un olor extraño... Un olor que parecía decir "Fuera de aquí, es mi territorio".

Lo ignoró y abrió la puerta, encontrándose con que Alex le saltó encima como un león a su presa...

Pero están equivocados si pensaron que Erik se escharía a temblar.

Tardó menos de un segundo en reaccionar y poner al rubio contra el suelo, gruñéndole.

-Estate tranquilo, niño. No quiero hacerte tragar metal para poderte controlar.- Le advirtió frunciendo el ceño, antes de que ambos se alertaran.

Habían notado el olor de la sangre en el aire.

||CHERIK|| - ‡Enséñame a amar de nuevo‡ - (m-preg) (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora