CAPITULO 3.4

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-. Está despertando.

Julián pudo reconocer la voz femenina cuando empezaba a recobrar el sentido, despertó en una habitación desconocida, su vista se encontraba borrosa, trató de incorporarse poco a poco hasta que su espalda sintió las almohadas. Parpadeó varias veces hasta que la habitación y el rostro femenino de una hermosa chica se esclarecieron.

-. ¿Te encuentras bien? - preguntó la voz femenina con acento francés.

Julián reconoció a Alessia vestía como modelo. Y luego se percató que él no llevaba la misma ropa, en cambio un pijama de seda color rojo tinto una o dos tallas más grandes cubrían su cuerpo, eran realmente suaves, podía sentirla deslizándose de su hombro. Ya había amanecido, no sabía dónde se encontraba, o qué horas eran. Rápidamente notó que su bolso no estaba con él. Empezó a alterarse. -. Mi, mi bolso... -. Vio a Alessia. -. ¿Dónde está mi bolso?

Con los ojos de un venado asustado Julián tanteaba la cama, sus manos le temblaban, comenzó a sentirse mareado, y su labio comenzó a dolerle.

-. Aquí está. Cálmate. Estas en mi casa.

Julián tomó el bolso y salió de la cama. -. Necesito un baño.

-. Esa puerta. -. Julián se dirigió en dirección a la puerta que Alessia había señalado. Cuando abrió, entró y cerró la puerta detrás de él.

Alessia vio salir a su enfadado hermano mayor que se encontraba en un rincón -. Él chico está bien, ahora sacarlo de mi habitación. - la chica agradeció que su hermano le hablase susurrando.

-. Cédric, ¿podrías calmarte? -

-. ¿Qué me calme? Un extraño durmió en mi cama y ahora usa mi baño, ¿enserio quieres que me calme?

-. Sacreblue! Cédric, sé que no te agradan las personas, pero a él ¿lo puedes dejar tranquilo?

-. Dame una razón,

-. Ammm déjame pensar. Será porque lo golpeaste sin ningún motivo dejándolo inconsciente como por ocho horas,

-. Se podría decir que tal vez fueron una o dos, y que el cansancio y el sueño se tomaron el resto. Recuerdas, eso lo dijo el médico.

-. Aun así, lo golpeaste sin ningún motivo.

-. ¡Creí que estaba abusando de ti! ¡¿Cuantas veces te lo tengo que decir?!

Alessia vio la desesperación y el enfado en el rostro de su hermano. Se llevó las manos al rostro y suspiró.

-. ¿Qué dijo papá?

Cédric se sentó al lado de su hermana menor. -. Yo soy el responsable yo tengo que hacerme cargo. -

-. ¿Qué harás?

Alessia miró a su hermano que estaba pensando en que hacer, ¿era idea suya o Cédric estaba algo distinto ante esta situación? Su hermano siempre mantenía la calma y ahora podía verlo debatir sin saber qué hacer. El control de su hermano estaba ausente. En cambio, podía notar la indiferencia con la que Cédric había visto a Julián, cuando lo dejo inconsciente, Cédric se había sorprendido al ver a Julián en el suelo, podría jurar que su hermano había reconocido a Julián, mientras que ella estaba en shock.

-. Yo sabré que hacer.

Luego de unos minutos en silencio la puerta se abrió mostrando a Julián que parecía haber visto un fantasma cuando vio a Cédric, luego vio la ira dibujada en su rostro. Dejó caer su bolso café.

-. Hijo de...-

Julián corrió hasta Cédric abalanzándose sobre él. Alessia soltó un chillido cuando el puño de Julián golpeó la mejilla de su hermano. Julián y Cédric cayeron al suelo mientras Alessia se apartaba de ellos sin saber qué hacer o qué decir.

Sin Mucha LenguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora