Capitulo 13

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Llegó al parque a la hora de siempre.
El clima es un poco fresco a esta hora de la mañana y el ruido del tráfico es tan molesto como siempre.

Veo a personas correr mientras hacen ejercicio y muchos llevan a sus perros a su lado.
También veo a muchas personas con distintas emociones reflejadas en sus rostros.

Algunos se ven molestos, probablemente están llegando tarde a algún lado, otros lucen cansados aunque apenas son las siete de la mañana.

También veo rostros con sonrisas que saludan a todo el que se cruza en su camino, me gustaría decir que yo les sonrió de vuelta, pero cada vez que alguien me voltea a ver yo bajo la vista.

También están las personas con expresiónes de alarma, evidentemente esas son las personas que se dirigen al enorme hospital que tengo de frente a mí.

Camino despacio, disfrutando de la vista y el olor de las hojas recién cortadas, supongo que acaban de apodar los árboles porqué aún queda un poco de hojas y ramas tirados en una esquina pero no veo a ningún trabajador.

Mis pasos son lentos y mis movimientos algo rígidos por qué hoy no hize mis ejercicios de costumbre pero cómo el psicoterapeuta me espera, no vi la necesidad de hacerlos.

Cuando estoy a unos cuantos metros de mi banca me doy cuenta de que algo falta.
O mejor dicho, de que alguien falta.

Inmediatamente me siento decepcionada y la alegría que tenía está mañana desaparece. Es cómo cuándo a un niño le dicen que no hay helado de su sabor favorito.

No está, mi chico del parque no vino hoy.

La persona con la que comparto mi lugar favorito, el que solo tiene ojos para su cuaderno.

Debí suponerlo, hoy todo iba bien, demaciado bien algo tenía que salir mal.

Pero después de tres meses de verlo aquí sin falta, nisiquiera se me ocurrió que algún día podría desaparecer.

Pero claro seguramente él tiene una vida, debe tener padres, amigos, un trabajo... bueno eso quizás no, ya que pasa mucho tiempo aquí. Pero aún así debe tener mejores cosas que hacer o al menos cosas más importantes qué sentarse junto a una patética chica en un parque.

Me siento y observo el paisaje, hay enormes edificios hasta más haya de lo que alcanza mi vista.
Me da un escalofrío al pensar en las casi nueve millones de personas que vivien aquí, también veo los autos y no quiero saber cuanta contaminación deben generar, por no hablar del ruido que hacen, normalmente yo solo uso el trolebús o el autobús, el metro esta totalmente descartado, hay demasiada gente en un espacio tan pequeño, no importa si tomo el vagón exclusivo para mujeres, me pone muy nerviosa estar rodeada de tantos extraños.

Después de unos minutos de divagaciones, por primera vez está banca no me parece mi lugar seguro, creo que hoy llegare temprano a mi cita con el psicoterapeuta.


                           

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