Ciudad De México
Enero del 2015Tengo la cara vuelta hacia el sol, con los ojos cerrados, sintiendo la vitamina D entrando por mi piel, según San Google, tomar sol es muy bueno para personas con depresión.
Mi cuerpo se está deteriorado pero los mayores cambios no son físicos.
Comenzé a trabajar solo medio tiempo, no estaba preparada para abandonar mi rutina de un día para otro, lamentablemente la semana pasada me puse un poco fuera de control, cuándo mi jefe comenzó a gritar por qué no termine el inventario por primera vez le grite de vuelta, fue una discusión fuerte que ninguno de nosotros se esperaba, obviamente fui despedida, me gustaría culpar a los medicamentos por mi comportamiento, pero sé que solo es parte de las fallas que tiene mi cerebro.—¿Puedo hacerte una pregunta? — la voz de Elliot me saca de mis pensamientos
—Puedes —respondo sin abrir los ojos —Pero nosé si pueda responderla —
—¿Estas bien? —titubea un poco y me pongo en alerta.
—¿Que quieres decir? — pregunto dudosa, ¿Sabrá que estoy enferma?
—Es que... —Vuelve a dudar pero suena muy serio —Siempre has tenido esa... —Se toca el cuello —No sé, es como un aura de tristeza, no pretendo saber todos tus secretos.
Entiendo que no quieras hablar, pero ultimamente hay algo más, es como si hubieses puesto una pared, una muy alta entre nosotros, estás más reservada que nunca —Suena muy triste.—No sé que quieres decir, siempre soy callada —Contesto encogiendome de hombros con toda la indiferencia que puedo.
Sin embargo, sé perfectamente a que se refiere, desde que me di cuenta qué cada vez que pienso en él sonrío como tonta, me he mantenido más distante, más fría, no puedo permitirme sentir nada por él, pero tampoco estoy preparada para dejarlo ir.
Alejarme definitivamente sería lo mejor para ambos, pero soy egoísta, no quiero dejarlo,aún no, quiero un poco de felicidad, al menos por un rato.
Cada vez que estoy aquí, me siento una chica normal, aquí no tengo una enfermedad terminal.
¿Cómo podría explicarle que la semana pasada pague seis meses de renta por adelantado porqué me da miedo que algún día se me olvide pagar y me echen a la calle?
¿Cómo puedo explicar que estos momentos con él es lo único que impide que me vuelva loca encerrada en departamento?
Que él es la única razón por la que sigo tomando el tratamiento, aunque las terapias son diarias y cada día me siento peor.
Que pierdo el control de mi cuerpo haciendo las actividades más comunes.
Hago movimientos involuntarios, veces mis piernas no responden y otra no recuerdo cómo se hacen.Me corté el pelo porqué ya no tengo capacidad para trenzarlo, ahora apenas me llega a la barbilla, aveces nisiquiera logro que mis manos lleven la cuchara a mi boca y hacer el nudo de mis tenis es una tortura.
—....¿Crees que soy un desperdicio verdad? —Elliot sigue hablando y me saca de mis pensamientos — Desde que te hable de mi vida ese día, ya no eres la misma —Volteo a verlo, esta frustrado porqué nota que no le estaba prestando atención.
Pero nisiquiera me había dado cuenta de que seguía hablando.
Entonces llegan los recuerdos de aquel día, cuando termino de contarme su historia.
Se veía tan triste, le tome la mano y guardamos silencio por un buen rato, entonces me levanté y dije:"Necesitar un psicólogo no significa que estés loco, no tienes que sentirte avergonzado. Tampoco creo que seas un fracaso, no saber lo que quieres es algo muy humano y aún eres joven.
Y eres muy valiente, pocas personas habrían tenido el valor de decirle a su padre que odiaban su carrera después de tres años.
Estoy segura que muy pronto encontraras algo que te apasione, solo prométeme una cosa, le dije—Lo que quieras —dijo rápidamente
—Prometeme que siempre vas a hacer lo que sea mejor para ti.
Lo que te haga feliz, no lo que otras quieran para ti, lo que importa es tú felicidad no la de ellos —le di un apretón a su mano—Lo prometo —aprieta mi mano de vuelta — Solo sí tú haces lo mismo — me da una sonrisa triste, yo asiento mientras él continúa hablando —¿Algún día vas a contarme tú vida? —
En ese momento comienzo a caminar — Algún día —levanto la mano en forma de despedida —Lo prometo — y desaparezco."
Después de ese día no volvimos a hablar del tema, pero Elliot se ve mucho mejor.
Es extraño, porqué desde que lo conocí, siempre se veía tan alegre, tan simpático, nunca pensé que cargaba con tantos problemas.
Fue extraño descubrir que no porqué una persona se vea contenta, significa que lo está.
Pero ahora que lo veo bien, debajo de su sonrisa noto que también se siente tan solo como yo, no porqué no tenga amigos o una familia, sino porqué cree que nadie lo entiende.
—No te preocupes — respondo a la pregunta que había hecho, recordando que estamos en otra conversación — No es por ti, lo juro, simplemente tengo muchas cosas en mente, disculpa si te hice pensar que el problema era contigo —le doy una sonrisa esperando que no insista en mi salud, no quiero que sepa nada.
—Bueno —no suena convencido pero tampoco va a insistir —Pero si necesitas hablar con alguien o necesitas ayuda pued...
—!No! Estoy bien lo juro —casi grito, veo que no me cree pero finje que si y sonríe de vuelta —Y si te hace sentir mejor, prometo tratar de hablar más de mí, pero no hoy.
Él finje cerrar su boca con un candado y vuelve a su cuaderno.
ESTÁS LEYENDO
SOLA
Romance¿Cuánto debes sufrir para encontrar un poco de felicidad, aunque solo dure un instante? Historia Original Escrita por: Maru Ramirez Prohibido utilizarla sin permiso de la autora.