Antes de acercarme aprovecho que no está viendo en mi dirección y lo observo.
Su pelo es negro y hoy va más despeinado que de costumbre, su piel es clara y lleva unos jeans azules y deslavados, con una camisa color verde, tenis y el bolso cruzado que trae siempre, de esos que se utilizan para llevar una laptop aunque lo único que parece llevar es su cuaderno donde siempre está escribiendo o dibujando, aún no averiguo que es lo que hace.
Se ve intranquilo pasa nerviosamente su mano por el pelo, supongo que por eso se ve tan despeinado.
Camino a la banca mientras me reviso a mi misma, nunca me preocupe por mi aspecto pero me alegra ver qué llevo mis jeans favoritos y una blusa color azul que no me hace lucir pálida, mi piel es morena clara y mis ojos y pelo son castaños.
Siempre he sido de complexión delgada pero el médico me dijo que la perdida de masa muscular es uno de los síntomas más obvios.Cuando estoy sentada junto a él, sin decir nada empuja un vaso hacía mí.
Lo miro fijamente, estoy desconcertada, siempre me ha ignorado, pero está vez me ofrece lo que parece ser un café.
Me limito a ver entre el vaso y él, sus ojos negros son muy bonitos, el silencio se alarga y ahora parece nervioso, empuja más el vaso en mi dirección.
Mi mano tiembla un poco cuando lo tomo y digo —¿Gracias? —No sé porqué mi tono sale como si fuera una pregunta pero es todo lo que puedo decir, no entiendo que está pasando.
Parece que nota mis dudas —Es para pedir disculpas —dice. —Por faltar a nuestra cita de la semana pasada —.
¿Cita? ¿Dijo cita?
—Tenía que ir a la universidad, estoy a un semestre de graduarme, para cuando termine con los trámites, supuse que ya te habías ido —.
Siento como si mis ojos se fueran a salir de las órbitas, probablemente me debería preocupar qué piense que ésto es una cita, pero irónicamente lo único en lo que pienso es en que aún esta en la universidad, por qué eso significa que soy varios años mayor que él.
—No sabía que era una cita —Es lo único que se me ocurre decir después de un rato.
—¿Enserio? —Arruga su bonito rostro —Pensé que era bastante obvió —.
—¡Claro! —mi tono es más alto de lo que pretendía.
—Considerándo que nunca nos dirigimos la palabra ¿Como no me di cuenta antes? —Vaya, parece que los medicamentos me vuelven más desinhibida, me calló y frunzo el ceño.Él se ríe —Eres divertida, eso me había imaginado —Hace un gesto para que beba, el también debe de su propio vaso pero hace un gesto, debe estar caliente.
—Me alegra saber que te divierto, tú no eres como yo imaginé —digo antes de dar un sorbo, es delicioso, capuchino con caramelo.
Probablemente no debería tomar café, no creo que la cafeína sea buena para mí, pero esta calientito y mis manos dejaron de temblar por el momento.
—¿Y como me imaginabas? —pregunta
De la nada entro en pánico y me levanto, no puedo hacer esto, no estoy preparada para una conversación con un chicos que me hacen sentir tan incomoda y a la vez con ganas de sonreír.
Evito mirarlo cuando digo —Tengo algo importante que hacer, debo irme —En el último segundo agregó —Gracias por el cafe —.
Trata de decirme algo pero me alejo rapidamente es lo que sé hacer, alejarme de todo, de todos.
Entro al hospital sin volver la vista ni una sola vez.
ESTÁS LEYENDO
SOLA
Romance¿Cuánto debes sufrir para encontrar un poco de felicidad, aunque solo dure un instante? Historia Original Escrita por: Maru Ramirez Prohibido utilizarla sin permiso de la autora.