17. El padecimiento de Isaac

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Todo comenzó con algo tan simple como un... nacimiento.

Isaac había sido diagnosticado con enfermedad cardíaca congénita desde su nacimiento. Aquello devastó a su madre y, aunque no lo pareciera, también a su padre, y todavía más cuando el médico les mencionó que su hijo tendría que permanecer medicado de por vida.

Tuvo que ser sometido a una intervención quirúrgica a corazón abierto, cirugía que había tenido a su madre comiéndose las uñas hasta la cutícula de la preocupación. Su bebé estaba entre la vida y la muerte, en una cirugía extremadamente riesgosa para apenas ser un recién nacido. Finalmente aquella cirugía resultó ser un éxito, pero no el fin de todo. Isaac tendría que permanecer en el hospital bajo cuidados intensivos y, en cuanto su madre lo vio, se desató en llanto. Isaac estaba conectado a tubos y cables.

Ver a su más preciado tesoro sometido a todo ese terror... Ella no podía.

Cuando Isaac salió del hospital, estuvo sometido a una larga prescripción médica que iba de los seis medicamentos hasta incluso más. Durante un tiempo tuvieron que alimentarlo mediante una sonda debido a sus problemas para alimentarse como lo hacían otros niños sanos.

En aquel entonces les mencionaron que los medicamentos eran muy efectivos para mantener controlado al corazón, y conforme Isaac fuera creciendo y desarrollándose, incluso podría llegar a mejorar. No era algo muy común, pero solía pasar en algunos pacientes. Les pidió que mantuvieran la fe y que apoyaran mucho a su hijo en aquel proceso durante su crecimiento, puesto que sería todo un desafío.

Los días pasaron, las semanas, los años...

Toda la infancia de Isaac se vivió sumida en constantes visitas al médico, de ahí la razón por la cual detestaba los hospitales y cualquier cosa relacionado a ello.

Desafortunadamente nunca pudo disfrutar de realizar las mismas actividades que otros niños de su edad, puesto que siempre estaba el riesgo inminente de una recaída o algún síntoma extremo que pudiera importunarlo.

Durante la temporada de invierno, solía permanecer encerrado en casa, sin poder poner un solo pie fuera y faltaba constantemente a clases durante esa estación del año. Su madre era quien visitaba seguido la escuela para recoger las tareas de Isaac y entregar sus trabajos para que no se atrasara. A pesar de esa complicación, siempre había sido un niño muy aplicado, inteligente y con unas notas excelentes.
En esos días invernales, solía asomarse por el gran ventanal en una de las habitaciones de la planta baja que estaba destinada específicamente para él y su cuidado. En su estado, Gina lo sobreprotegía muchísimo, al grado de que ni siquiera quería que subiera escalones. Pensaba que lo mejor era que se mantuviera en la planta baja. Miraba a través de aquel gran ventanal los copos de nieve caer sobre el césped del patio trasero, añorando poder tirarse al suelo y hacer un precioso ángel de nieve como las personas solían hacer en las películas.

Había tantas cosas que Isaac quería hacer...

Veía a los niños darse grandes atracones de comida; tomaban refresco, jugos; comían gran variedad de frituras, botanas y golosinas. Él también quería, pero se había visto sometido a una estricta dieta en la que por obvias razones no era viable que consumiera todas esas cosas. Eso era bueno, ya que que el no consumir grandes porciones de azúcar dañinas ni alimentos procesados con un montón de grasas saturadas y químicos dañinos para su organismo le era muy beneficioso..
Había crecido de la forma más saludable, sin consumir nada de eso. Aunque, a decir verdad, lo había hecho a escondidas en un par de ocasiones.
Agradecía enormemente que, a pesar de que las comidas que le daban en el hospital nunca tenían sabor y eran fatales, su madre siempre encontraba la manera de que todas y cada una de las comidas destinadas a Isaac fueran de lo más atractivas a la vista y deliciosas. Incluso solía prepararle uno que otro postre, lo más rico en azúcares bajos y naturales; y lo más importante, saludable y nutritivo.

ELIJAH © (Parte I y II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora