Capítulo 18. Lazos y enredos.

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   Devis y Liroye seguían a paso lastimero, pues, con las heridas del capitán, no era sencillo avanzar y aún más imposible tomar sus formas de aves. Lo mismo resultaba para Liroye, pues, dando parte de su energía vital a su amigo, no tenía las mismas fuerzas que antes. Si alguien con malas intenciones les llegara a descubrir, simplemente serían pan comido. Devis, espió por debajo de su hombro a Liroye, el cual le servía como apoyo físico y estaba cargando con gran parte de su peso. ¿Cuántos años habría perdido por salvarle la vida? ¿Cómo se le ocurrió meterlo en este escabroso embrollo? En eso, Liroye se sintió observado y le descubrió viéndole de aquella forma.

   —Si esa penosa mirada es hacia mi persona, déjame decirte que antes necesitarías un espejo, amigo mío —le recriminó. Devis suspiró agotado.

   —Lo siento. No puedo evitarlo... —Volvió a verle y le sonrió—. Solo... si es que salimos de esto juntos... no mueras antes que yo, Liroye.

   —¿Eso te preocupa? —Se detuvo para verle—. Primero, debemos salir de esto, pues, a cómo van las cosas es más probable que nos maten juntos, así que no te inquietes, unos segundos antes o después, será lo mismo quién parta primero. —Él sabía que se mentía tanto a sí mismo como a su compañero. Sólo la diferencia de segundos era aterradora para cualquiera de los dos.

   —¿Bueno... entonces, ya no me amas como antaño? —bromeó entre quejidos por su propia risita.

   —¡Eres un bobo! ¡Mira que ponerte a hacer esas bromas ahora! ¡Además, no hay nadie alrededor a quién fastidiar por ello! —Le festejó acompañándole en su algarabía y siguieron su triste rumbo.



   Gontran por su lado, continuaba en su montura y pese a que todavía su cuerpo estaba adolorido, se iba recuperando mucho más pronto de lo que supuso. Llegó a una suerte de laguna donde se higienizó rápidamente para evitar que las heridas se infectaran y para que los animales bebieran antes de volver a partir. Una vez hecho esto, acomodó en su cinto la espada que recuperó antes de huir junto a Liroye.

   En el camino, cogió un par de frutos y hongos que encontró a los lados, comiendo algunos y reservando la mayoría en su vianda. Después de todo, si lograba salvar a la jovencita ya serían dos bocas por alimentar... Pensando en esto, volvió a la carrera cambiando de corcel, pues, no era una suerte que los equinos no fueran de sus tierras, puesto que eran más grandes que en el resto del Underground. Y a estos gráciles, pero no tan resistentes animales tampoco les era sencillo andar con un fornido fey de un poco más de dos metros de altura. Delicados como todo lo que provenía de Labyrinth...pensó con ironía.

   Mientras tanto, Jareth y Kaden seguían a la cabeza de sus ejércitos, cada vez estrechando más y más el camino que los conduciría al tan ansiado encuentro, por el rescate de sus seres amados por sus lados, y por el cruce de dos secretos enemigos por el otro, que sólo aguardaban en la comodidad y seguridad de sus alcobas, en tanto se frotaban las manos.


  Conrad estaba en un estado casi ausente, totalmente apagado, parecía meditar en la soledad de la habitación, una la cual no era propia, pues, el decorado era absolutamente femenino. Dónde, se preguntaba cada vez que intentaba comunicarse con ella, tal parecía había ciertas horas en las que, aquella especie de hechizo semejaba disminuir considerablemente. Pero, todo lo que recibía era la oscuridad misma y un estado de pánico y desesperación.

   —Tranquila... No temas... Nuestro padre está protegiéndote y yo estoy tratando de hallarte... Jareth va a por ti, hermanita... Sé que no puedes oírme, sé que no puedes entender mis palabras... pero, en tus sueños... en el fondo de tu ser... sé que lo sabes... sé que lo captarás... Sé fuerte... No estás sola... tampoco todo es tan oscuro como parece... puedo percibirlo... y todo se está moviendo aunque no lo veas... Yo... lo siento tanto... Ojala hubiere sido a mí a quien se llevasen... Me siento tan inútil, mi pequeña Alin... —Dejó escapar una lágrima por debajo de sus párpados cerrados que recorrió lentamente su mejilla, hasta llegar a su barbilla desde donde cayó...


   Alin durmiendo en cuclillas sobre el banco, usando sus brazos para sujetar sus piernas y de almohada para su cabeza; se despertó sobresaltada, hubiera jurado que algo húmedo descendió hacia la mejilla que quedaba hacia arriba. Ya despabilada, se llevó una mano a la misma y supuso que había llorado en sueños. No era la primera vez, incluso, cuando su madre había partido hacía tiempo... El sólo recuerdo de su madre la deprimió y se largó a llorar con desconsuelo.

   Arriba, fuera del hoyo, Mitch golpeó con furia un árbol cercano. ¡Maldito Marlon y maldito Devis por meterlos en esto, atados de pies y manos casi tanto como a esa pequeña!


   —¡Su Majestad! —clamó uno de los soldados goblins en uno de los descansos nocturnos—. ¡Hemos detectado cierto movimiento! —indicó señalando a un par suyo con grandes orejas; medio recostado en la tierra, cabeza a un lado y el trasero apuntando hacia el cielo.

   —¿Está lejos? —el rey cuestionó esperanzado, por lo que el otro observó al otro goblin en el suelo.

   —A unos quinientos pasos goblins... —conjeturó el orejudo. Jareth formó una esfera con la que intentó otear. Nada. No podía ver sino sólo vegetación y ni siquiera era la que él pretendía. ¿Qué sería lo que provocaba aquello en sus poderes? El monarca quedó pensativo. ¿Seguir camino o ir a cerciorarse de qué se trataba?

   —¿Tienes idea de qué puede ser? —volvió a indagar el soberano y el goblin, sin despegar su oído del suelo, elevó un brazo a modo de tiempo y silencio, el cual se hizo de forma absoluta.

   —Son dos... y se están alejando hacia el norte... —comentó con gravedad, pues, para allí iban ellos también—. Uno... es uno como usted, Su Majestad... el otro... No lo sé... su pisada es muy suave para un fey y muy pesada para ser un ser de aire...

   —¿Un ser de aire, dices? —preguntó con énfasis—. ¿Qué tipo de ser de aire te refieres?

   —Uno de estos... ¿sylphs? —concluyó con cierta duda. Jareth agrandó su mirada, si había un sylphs... no había duda de quiénes se trataba.

   —¡Capitán Emmet! —llamó al líder del ejército de feys.

   —¡Sí, mi señor! —acudió de inmediato—. Necesito que arme un grupo de exploración capaz de atacar y regresar con bien. Debemos investigar algo y el resto seguir camino.

   —¡A la orden, milord! —Acató de inmediato la orden llamando a los hombres que consideraba más capaces. Estos irían a ver qué era lo que el goblin había oído y lo llevarían con ellos para guiarles, en tanto, Jareth seguiría rumbo junto al resto a enfrentarse con el rey Kaden.


N/A: Muchas gracias a todas las pollitas que me siguen leyendo (algunas desertaron hace rato, pero, no importa, la vida sigue) Así que a quienes me comentaron, votaron, siguieron o simplemente leyeron, ¡gracias! Aura1903;  Esme1923;  cami86s;  -Du...

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N/A: Muchas gracias a todas las pollitas que me siguen leyendo (algunas desertaron hace rato, pero, no importa, la vida sigue) Así que a quienes me comentaron, votaron, siguieron o simplemente leyeron, ¡gracias! Aura1903;  Esme1923;  cami86s;  -Dust_Girl-; hannaMcute;   PerlajazminRamosgarc;   MadaoSenpai;  iara_0801 y  un afectuoso y cálido abrazo para cada una de ustedes <3 :) 

Entre un águila de montaña y un búho de granero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora