Capítulo 53. Emparejar.

277 14 86
                                    


La luna brillaba en el cielo, acompañando a millones de rutilantes estrellas. En la finca "Little Wonder", ya todas las habitaciones estaban a oscuras. El príncipe de las Highs Mountains, descansaba en su lecho, durmiendo profundamente con una dulce sonrisa en sus labios, soñando con quien, ahora, pretendía por esposa... No pudo prevenir al intruso que le cubrió los labios con su mano y le hizo señal de silencio y algo misterioso evitaba que se moviera. ¿Qué querría a esas horas y vestido de esa manera? Nunca pudo saberlo, pues, la oscuridad se transformó en una tenue luz que tragó a ambos y desaparecieron quién sabría hacia dónde.

El asesino estaba preparado para llevar a cabo su trabajo. Nada más sencillo que eliminar a un hombre en su lecho. Sonrió con diversión, sería un trabajo sencillo y la remuneración era prometedora. A un lado de la alcoba, el viejo búho se regocijaba de antemano, había lanzado un conjuro para que el sueño fuere más profundo. No quedaría ninguno, se encargaría de borrar de la faz de Underground a toda esa rama de la familia. Si la chica estaba a salvo y la encontraba, se la daría de regalo a alguien, bien serviría para satisfacer a algún enemigo y asunto terminado. La espada brilló cuando el intruso la elevó con ambas manos, tratando de no hacer ruido. El descenso de la hoja era inevitable, el choque también. Antes de que la hoja cayera sobre él, la inconsciente víctima pareció expulsar un último halo de magia, un acto cual reflejo físico, que iluminó la habitación, lo cual hizo sonreír al viejo, pero, acabó derribando al ejecutor. Cuando el villano se recuperó del golpe, se encontró con que su espada había sido detenida por la de alguien que, segundos atrás, no estaba allí. ¡Y era uno de esos monstruos montañeses, nada menos!

Gontran le observó con furia, en tanto, Erwin, se sentó, bastante despabilado para alguien que hubiera estado pernoctando y preso de un hechizo de sueño, atento a lo que acontecía, pues, ya alguien más había roto el conjuro del que había sido objeto. Lord Hubert, al sentir aquel sortilegio que rompió el propio, intentó evaporarse, mas, alguien no le permitía huir, ¡alguien estaba evitando que él pudiera usar sus poderes y su cuerpo! ¿Quién demonios tenía tanto poder y fuerza como para casi superar a los del propio rey? Observó a Erwin sonriendo con desparpajo, el maldito... No, no era, estaba relajado, en tanto, ese otro estaba golpeando a su bandido con gran desquite, tal parecía, pretendía matarlo a golpes. Entonces, captó la delgada figura vestida de negro, cual guerrero-espía de tierras lejanas, como en el Aboveground, llamaban ninja. ¡Ese era quien le había capturado! ¿Acaso el rey había regresado? ¡Eso no podía ser, si él...! Aunque, estaba este águila aquí y...

—¡¿Qu-quién rayos eres?! —consiguió pronunciar con dificultad.

—¡El rayo ayo! —respondió la figura que lo hacía con su poder cual muñeco de trapo, antes de doblegarlo de tal manera que lo desmayó, tras un golpe contra una de las paredes.

—¿Cómo te atreves a tratar de matar al padre de Alin? ¡Bastardo! —Gontran elevaba su puño como por décima vez.

—Oye... muchacho... —Erwin veía al hombrote con preocupación—. Si no te detienes, lo matarás y necesitamos su...

—La bestia tiene un punto de no retorno... —habló el enmascarado con cierto cansancio, ahora, usando su magia para inmovilizar al príncipe águila.

—¿Qu-qué? —Gontran protestó al verse impedido de movimiento.

—Tranquilo, Lord Bestia. Te dije que lo detuvieras, no que lo trituraras con tus puños.

—¡Mira, chiquillo...!

—¿Chiquillo? —Se quitó la máscara—. ¡Más respeto! Y... —Sonrió con gran maldad, característica de su estirpe— te presento a mi padre, por ahora, el soberano hasta que regrese Jareth. —El rostro de Gontran quedó patitieso. Estaba tan irritado que no se había dado cuenta de su comportamiento, el solo hecho de pensar que algo pudiera lastimarla... ¿Había dado ese espectáculo delante de...? ¡Cielos, seguro lo había arruinado todo! ¡En su vida conseguiría la mano de una joven tan delicada como ella si su padre lo había visto enfadado de esa manera!

Entre un águila de montaña y un búho de granero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora