75 // día de bailes y despedidas III [final]

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  ⚽ maratón 3/3 ⚽  



— ¡Oye niño, cuidado!

— ¡Perdón! —volvió a decir, al chocar por quinta vez con una persona. Le avergonzaba pero lo hacía de manera inconsciente al estar corriendo de un lado a otro con un sólo objetivo.

Encontrar a Harry.

El aeropuesto se encontraba repleto de gente, junto con maletas y mochilas por doquier. Miró el reloj que yacía en una pared blanca y cayó en la cuenta que ya había pasado 40 minutos.

Alicia le había dicho que partían en media hora.

De la desesperación, juraba que se pondría a llorar en ese momento.

Harry está aquí. Harry está aquí.

Volvió a correr, pero ésta vez en dirección hacia alguna administración. Una joven pelirroja se encontraba atentidiendo a las personas, y no dudó en ir hasta ella—. Disculpe.

Pudo jurar que la chica se movía en cámara lenta.

¡Se supone que ellos deben ser rápidos!

Ignorando aquello, volvió a hablarle—. Hey, oiga.

Y otra vez, la cámara lenta volvió. La chica alzó su vista de una manera que hacía impacientar a cualquiera—. ¿Sí?

— Quiero saber si algún vuelo a Canadá ha salido recientemente.

— Oh, sí. Un momento.

Louis movía sus piernas de un lado a otro. Mordía sus uñas, viendo a las personas a su alrededor. Nadie era Harry o Azul.

Y lo único que esperaba de la recepcionista es que le dijera: No, no ha salido ningún vuelo. Saldrá uno a Canadá más tarde aun.

La desesperación lo estaba atormentando. ¿Cómo puede ser que haya sido tan idiota y dejar que Harry fuera a Canadá?

No, no. Él no se ha ido.

— Hey, chico —la recepcionista lo llamó. Louis asintió, para que prosiguiera—. Sí, ha salido un vuelo a Canadá hace 14 minutos.

Negó—. No, no. Debe haber un error, de seguro se ha confundido.

— Estoy muy segura. Aquí me afirman que un vuelo a Canadá salió hace 14 minutos. ¿Cuál es tu vuelo? Porque hay uno que...

Louis no oyó más.

Se fue de la administración tan pronto sintió que una lágrima había resbalado de su mejilla. La gente corría por su lado, sin saber que él se encontraba ahí mismo tan destrozado.

Tan perdido.

Lo había perdido. Había perdido a Harry.

Se había ido sin saber lo que tenía que decirle.

Se había ido sin poder decirle algún adiós, o algún te quiero.

Se había ido sin poder darle algún abrazo.

Otra lágrima.

¿Por qué le dolía tanto ese apretón en el pecho?

Se sentía tan inútil, tan tonto. Porque Harry se había ido por su culpa. Porque él era un cobarde, que sólo huía de sus problemas y no tuvo el valor de enfrentar sus sentimientos. Y sólo lo alejó.

Louis, dame un chicle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora