CAPITULO 18

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JADE

-No te creo nada -digo amarga mientras trato de recuperar la compostura. Por más que desea decirle cuando le quiero besar y corresponder, pero no puedo hacerlo, no cuando ella misma se ha encargado de alejarme cada vez más. No justo ahora que estoy tratando de recomponer mi vida y tratar de enfocarme en mi camino como novicia.

O al menos eso planeo...

-Se que no es cierto... -Me mira fijamente mientras relame sus labios de esa forma tan caracteriza que sabe bien que me deja a sus pies -Solo eres terca -Se acerca, y estoy apunto de objetar pero ella se encarga de interrumpirme -No vine aquí por nada Jade, trata de dejarte llevar por una sola vez en tu vida -Sus manos se posan en mis caderas y siento esa inminente necesidad de desearle más cerca.

La imagen de Camila viene a mi de pronto. Sus ojos iluminados, ese café claramente alterado mientras me conectaba en el sube y baja tranquilizante de su pecho; ese color carmesi tan hermosos en sus mejillas y aquellos labios delgados entreabiertos dándole ese aspecto tan angelical que ella suele tener.

-No -digo severa -No quiero Perrie aléjate -trato de apartarme pero sobra decir que ella ni se inmutó en dejarme ir. Bufe mientras revolvía los ojos, no comprendo que es lo que se propone haciendo esto justo ahora.

-No dejaré que te vayas con ella -dice entre dientes y puedo apreciar una vez más ese aspecto salvaje y completamente violento. Me quejo por lo bajo al sentir su mano haciendo presión en mis brazos, me estaba lastimando.

-Sueltame -Me queje por lo bajo. -Déjame en paz, me lastimas!

Sus rostro de pronto se tensa y luce dolida. Me suelta y yo solo puedo alejarme lo que más puedo de ella, tomo mi brazo que para estas alturas ya debe estar tornando de una tonalidad roja en mi mano. Le miro desconcertada.

-Perdóname -dice con la mandíbula tensa. Luce arrepentida, aún así no puedo entender que le sucedió.

-No importa -digo después de algunos segundos -Hablo enserio Perrie tengo asuntos que resolver...

-Con Camila? -su mandíbula luce tensa y puedo notar la ensaña con la que menciona el nombre de mi castaña amiga. Elevo una ceja para pararme firme.

-Y si es así, a ti que más te da? -digo retadora. El silencio reina la habitación y de pronto veo la ira y desesperación profunda en aquellos ojos azules.

Estuve apunto de pensar que ella no diría nada más hasta que pude ver como a zancadas largas se acercaba a mi. Mi respiración descontrolandose cuando sentí su cuerpo aprisionando el mío contra la pared a mis espaldas.

-Estas jugando conmigo, Jade? -pregunta irónica. Mis ojos parpados pestañean con rapidez ubicandome en lo que acaba de pasar.

Aquel olor a cigarro y lo que parecía ser aroma a Jazmín infesto mis fosas nasales dejándome sin aliento. Mi corazón latiendo a un ritmo desbocado me hizo pensar que tal vez ella podría sentirlo desde su posición -No me gusta que jueguen conmigo -Se aproxima un poco más y puedo sentir la comisura de sus labios rozando la parte superior de los míos.

Un pequeño jadeo abandonando me de pronto.

-Alejate -dije en apenas un balbuceó. Tratando de aferrarme a esa pequeña hebra de cordura que aún tenían -Dejame ir.

-No pidas nada que no desees que ocurra -aquella frase fue recibida como un anhelo que me hizo jadear haciendo mi cuerpo flaquear.

Y entonces no pude decir nada más...

Sus labios chocaron con los míos en un primer contacto leve y pasajero. Que solo me hizo anhelar más. Era casi como si ella me estuviese probando, quería ver como me resistirá a ella, si objetaria o simplemente me dejaría llevar por su atractivo jodidamente irresistible.

DEAR GOD - Jerrie ThirlwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora