CAPITULO 35

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-¿Que te pasa Jade? -se apresura a toda velocidad para luego tomarme entre sus brazos. Mi pecho sigue aleteando de esa forma sofocante mientras me obligo a verle a los ojos. Luce consternada y confundida, trato de tranquilizarme.

-Perrie... -digo en un susurro aterrorizado. 

Sus ojos azules se centran en mis manos que ahora se mueven de forma errática, como puede las toma entre las suyas para luego hacerme sentar sobre el sofá. 

-Esta bien, ya estoy aqui nena -besa mi frente para luego hacerme recostar sobre su pecho. Me resisto unos segundos para contarle sobre la intrigante y atemorizante llamada pues ahora no me siento en capacidad para hacerlo -Respira... Hondo, y dime que fue lo que paso.

Hago lo que me dice, y funciona con bastante efectividad. Levanto mi rostro de la posicion en la que se encontraba para mirarla fijamente -Recibí una llamada -su mirada se endurece en fracción de segundos, haciendo que el terror vuelva a apoderarse de mi sistema -No me preguntes quien porque no tengo ni la mas mínima idea Pezz... Me amenazo -digo y siento el nudo en mi garganta formarse haciéndome sentir  axfisiada y sofocada. 

Sus manos fueron rápidas y lograron tomarme en un abrazo que necesitaba con ansias. Le escucho respirar con intranquilidad y se que esta igual o mas asustada que yo.

-Amor esta bien... No te va a pasar nada, te lo prometo no dejare que nadie te haga daño -dice con rapidez besando mi cabeza de tanto en tanto. Me quejo por lo bajo sintiendo el terror consumirme, no por mi, sino por ella.

-Perrie no entiendes -digo en voz baja, queriendo sostener las lágrimas que amenazan con abandonarme. Su rostro sigue controsionado y se con certeza que esta confundida -Nos amenazo a ambas no sabes lo horrible que fue escucharla.

Su entrecejo se frunce y se que ahora se debate en su interior sobre cómo sentirse al respecto. Me detengo por algunos segundos a pensar en la procedencia de aquella voz grave y espeluznante; mis pensamientos me traicionan y me quedo estática pensando en la idea de que quién llamo a torturarme fue alguien que tal vez esté más cerca de lo que pensemos. Miro a mi chica con las manos aún temblorosas, tratando de encontrar algo de refugio en su mirada abrillantada y de color dominante.

-Debemos ir a dormir -dice con la voz entrecortada, se que le preocupa pero hace su mayor esfuerzo por no alterarme más de la cuenta -Mañana será un largo día.

Me alejo un poco a apreciar su expresión, trato de lo hacérselo notar pero me confunde el rasgo misterioso y preocupante con el que se mezcla su voz ahora -Tenemos planes mañana? -hablo con cierto nerviosismo, aún no me he recuperado del todo de aquella llamada horrible -Creí que pasaríamos todo el día aquí.

Sus labios se frunce depronto y la siento tensarse debajo de mi cuerpo. Es tarde, hace frío y comprendo que este completamente agotada, tomo su rostro entre mis manos para luego besar cortamente sus labios -Jade nena, mañana debo retomar mi trabajo -habla con cierto desconcierto en su voz, es casi como si temiera volver a laborar, como si algo muy malo estuviese por pasar...

O tal vez estoy muy cansada, y debo dejar de hacer dramáticas suposiciones.

-Asi que me quedaré todo el día sola? -digo con tranquilidad, no quiero reclamarle. Sé que tiene responsabilidades, y el hecho de que yo sea una huésped más en su casa no quiere decir que dejara su vida completa para dedicarla a mi. De alguna manera ya me lo esperaba.

-Lo siento -Se disculpa besando mi mejilla en un cariño que me reconforto del todo -Puedes llamar a tu amiga -dice un poco amarga, sonrió de medio lado. Pues su relación me divierte de sobremanera-Sal un poco... Te hará bien -su voz ahora suena angustiada y me doy cuenta de que es suficiente charla por hoy.

DEAR GOD - Jerrie ThirlwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora