CAPITULO 20

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-Te dije que no era buena idea Jauregui -la rubia dijo con descaro mientras se dirigía hasta el refrigerador. Lauren aún estaba sentada en la barra de la cocina con la mirada perdida en algún lugar de esta -Sabias que Cabello estaba completamente y jodidamente enamorada de Jade -Perrie pudo sentir el sabor amargo de sus palabras pero no lo hizo notar en su impacible expresión. La ojiverde dirgio la mirada hacia su rubia amiga y aún no podía comprender como podía ser tan carente de sensibilidad.

-Ya lo sé Perrie -dijo amarga mientras trataba de alejar a la castaña de su pensamiento -Pero no lo pude evitar, no pude contenerme y lo eche todo a perder -Se recrimino golpeando con fuerza la barra haciendo a la chica junto a ella mirarla con preocupación.

Perrie mordió un trozo de su manzana para luego suspirar. No es como si se preocupara muy a menudo por la gente, pero ahora Lauren solo le daba lastima. Sabía que de algún modo todo era culpa suya, pues de otra forma la ojiverde jamás hubiera puesto sus ojos en aquella inocente y lastimada chica.

-Tal vez no todo este perdido -dijo en voz baja. Hablando lo suficiente como para atraer la atención de Lauren Jauregui. Ella la miro confusa pero interesada en sus palabras, Perrie elevo sus hombros restándole importancia -No lo sé... Camila es una chica muy inestable Lauren, me he podido enterar de cada debilidad suya y estoy segura de que caerá a ti más temprano que tarde -La ojiverde parpadeo con lentitud tratando de comprender lo que su amiga tramaba.

-No quiero ilusionarme Perrie -dice al cabo de algunos segundos mientras juguetea con sus dedos -No estoy segura de que Camila me perdone. La golpee Edwards eso no es fácil de perdonar -su voz suena pastosa y ronca. La rubia pudo percibir el profundo arrepentimiento y ira que le causaba recordar sus acciones.

-Lo se -dijo para si misma -La cagaste Jauregui -negó con la cabeza mientras trataba de consolar a la castaña que parecía querer morir en ese instante -Pero aún así no creas que voy a permitir le acercarse a Jade.

La mirada esmeralda de Lauren se poso en la de su amiga. Jamás le había escuchado hablar así de nadie y le daba un poco de temor lo que podría hacer Perrie Edwards por una obsesión como la que tiene ahora con la mojigata de Jade.

-Camila no hará nada que la monjita no quiera Edwards -hablo con intensión de defenderla. Perrie río en voz baja mientras comía otro trozo de la manzana.

-Lamento decirte esto, pero no sabes las locuras que puede llegar a hacer alguien enamorado -Lauren le mira venenenosamente tratando de contenerse por partirle la cara.

-No te atrevas a intentar nada en contra de Camila, o te arrepentirás -la amenaza sino irrelevante para los oídos de la rubia quien se limitó a revolver los ojos.

-Sabes bien que hace mucho tiempo te perdí miedo -dijo ironica haciendo hervir la sangre de la chica sentada justo en frente suyo. No dijo nada más, sabía que pronto le haría cambiar de opinión.

Lauren bajo de su asiento acercándose lentamente hasta la rubia. Una sonrisa macabra asaltandola en cuanto sintió el temblar de su cuerpo, se acercó lo suficiente como para susurrar en su oído -No quiero hacerte daño Perrie -el cuerpo de la rubia sintió el pequeño desasosiego de sus palabras de la forma más cruda -No quiero tener que abrir mi boca más de la cuenta -el molesto dolor en su estómago le hice,o sentir débil ante Jauregui. Los ojos verdes de la chica se posaron fijamente en los de la chica perpleja -No te atrevas a tocarle un solo pelo a Camila Cabello, no cometas ese grave error.

Lauren se alejó con lentitud regocijándose al ver el rostro inexpresivo de su rubia amiga. Ella no dijo nada más simplemente se limitó a sostenerle la mirada de forma severa.

La chica ahora camina con superioridad hasta la puerta. Sabe que la rubia tiene más que perder que ella y eso de alguna forma siempre le ha dado un puesto sobre su persona.

DEAR GOD - Jerrie ThirlwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora