BLAKE
Aunque sigo estando mal, estoy un poco mejor que ayer, digamos que reventar cabezas es antiestres, creo que es lo único bueno de está situación.
Cada vez que veo a Mike viene a mi mente la imagen de ellos dos besandose.
- Hola-digo malhumorado, lo digo más que nada por Sam, al fin y al cabo ella no tiene la culpa, dado que no se acuerda de nada. De todos modos no sé por qué me pongo de esta manera, no sé si ella sentía algo por mí, ni siquiera sé lo que siento yo.
- ¡Blake!-dice Sam preocupada, eso no me lo esperaba-ayer me asuste, pense que no volverias.
La "casa" se queda en silencio, voy a hablar para romperlo pero Mike habla antes.
- Hoy nos tenemos que poner en marcha, para buscar un refugio seguro.
- Ya no estamos seguros en ninguna parte, ni siquiera podemos confiar en nuestros amigos- digo con voz triste y mirando a Mike dolido, él me dirije otra mirada triste.
- Sí, hoy nos pondremos en marcha- dice Sam.
- Valee- digo de mala gana.(...)
Un poco después del medio día ya estabamos saliendo.
Llevabamos como una hora caminando, y ninguno ha dicho nada en toda la hora, la verdad es que fué ( bueno es ) muy incomodo.
-Ehh- oígo que dice una voz femenina, miro a Sam pero ella está igual de sorprendida que yo- ehhh aquí- dice la misma voz, nos viramos y vemos a una chica de pelo castaño claro y diminutas pequitas en la nariz, va en un coche por el lado del copiloto, es un todoterreno negro, me sorprende bastante dada la situación en la que está el mundo.
- H-hola- decimos los tres a la vez un poco confusos.
- ¡Hola boys and girse!- dice muy alegre y saliendo del coche, cosa que también me sorprende mucho- soy Catherin y esté es mi chico Harry- sale del coche un chico con risos y de estatura media, se coloca al lado de ella y le pasa un brazo suavemente por la cintura. Casi sin darme cuenta miro a Sam, ¿pero que coño me pasa?
- Hola- dice el chico con una voz más grave que la mia.
- Venga subid- dice Catherin alegre y simpática- os llevaremos con nostros a nuestro refugio, es lo más parecido a una casa que vais a ver- sinceramente por muy amable que sea no me da muy buena espina, se lo digo a Sam pero me ignora y sube al coche, Mike y yo la miramos perplejos, ella nos mira incredula y nos dice..
- ¿Qué? me duelen los pies de tanto caminar.
Sin estar aún covencido me subo al coche después de Mike, desde luego lo último que voy a hacer es dejar a Sam sola después de todo lo que ha pasado y de lo que siento por ella. ¿Acabo de pensar esa estupidez?Después de dos largas horas en el coche con Catherin contando chistes y morrenadose con Harry mientras este conducia ( es un poquito de .... pero bueno ), son un poco empalagosos la verdad.
Cuando nos bajamos del coche delante de nosostros vemos una casa de dos plantas y bastante protegida, por dentro es más alucinante aun, es superrrr grande, Catherin nos lleva a nuestras habitaciones y se va a preparar la cena con Harry.
Media hora más tarde ya estamos sentados en la mesa del comedor con una cena tan grande como la de navidad, aúnque no dejan de impresionarme, siguen sin darme buena espina.Terminamos de cenar y cada uno se va a su habitación, Catherin y Harry se han ido con una sonrisa pervertida los dos a la misma habitación, mientras que él le daba una torta en el trasero, la verdad no quiero saber lo que estan haciendo.
Yo necesito un poco de aire así que me dirijo al balcón, cuando llego allí está Sam, no me la esperaba.
- Hola- digo mirandola.
-Hola- dice mirando las estrellas, podría pasarme horas mirandola que no me casaria, estoy seguro. ¿Pero que cojones?
Me siento enfrente a ella y me mira, nunca me había mirando de esa forma, creo que en mi interior acaba de crecer una chispa de esperanza. ¿Espera, esperanza de qué?
- Sé que te lo he dicho muchas veces aunque no te acuerdes pero..- suspiro y cojo mucho aire, nunca me había costado tanto decirle estó, es como si tuvieramos que volver a encontrar la confianza otra vez- eres preciosa- digo soltando todo el aire y escondiendo una sonrisa.
Ella se sonroja y dice- gracias, y siento no acordarme de nada.
- Tranquila no es culpa tuya.
- Por cierto ¿cómo va tú espalda?- dice verdaderamente preocupada.
- Bastante mejor la verdad, gracias.
Ella se acerca y apoya su cabeza en mi hombro.
- ¿Alguna vez te has preguntado si estó terminará alguna vez?
- Sí, pero no sé la respuesta- digo apoyando mi cabeza encima de la suya, nos qudamos así un buen rato.
Si algo he aprendido hoy es que SIEMPRE, por más perdida que veas la situación, queda una pizca de esperanza, una sonrisa, una mirada cuanquier cosa, cualquier gesto lleva una poco más de esperanza. Mierda, creo que ya sé lo que me pasa...