BLAKE
Sam me está mirando los labios, no sé por qué, pero yo le sonrio y ella reacciona.
- L-lo siento, e-estaba.. nada mejor dejalo- yo suelto una risotada provocando que ella también ria.
Salimos del probador y cogemos un poco de ropa, ya que la nuestra ya está llena de sangre y rota.
Abró la puerta con cuidado, salimos, rodeamos el supermercado y entramos en la profundidad del bosque.(...)
Llevarémos una hora caminando, veo a Sam un poco cansada, diviso un banco a lo lejos.
- ¿ Quierés sentarte a descansar?
- Vale- responde, relaja los hombros, se pone derecha y se dirije al mismo banco.
Se sienta y yo me dejo caer a su lado, es entoncés cuando contemplo lo bonito que está el bosque, se ven los árboles frondosos y verdes, está semana ha llovido bastante, pero hoy ha salido el sol, por tanto la luz se filtra entre las ranuras que dejan entrever las ramas y las hojas mojadas.
- Es bastante bonito- dice Sam, la miro confundido- el bosque digo- responde con una sonrisa, yo también le sonrio.
- Sí, que pena que no me había dado cuenta hasta ahora- digo suspirando.
En ese momento veo un zombie.
- Voy yo- le digo al ver que se va a levantar.
Al levantarme y avanzar, me acerco al zombie y saco el cuchillo del pantalón, después se lo clavo en la cabeza, pero cuando dirijo mi mirada unos pocos metros más atrás veó una horda de zombies, serán unos cincuenta.
- ¿Sam?- digo con la voz temblorosa y la cara desencajada.
- ¿Si?
- Corre- dirijo mi mirada hacia ella y me mira extrañada- ¡corre!
Ella se levanta y echa a correr, yo la sigo pisandole los talones, me giro y en ese momento los zombies se echan a correr, acelero más y veó un gran árbol, le cojo de la mano y la dirijo hacia el árbol, cuando llegamos la ayudo a subir mientras saco la pistola y disparo a los zombies más cercanos, cuando consigue subir me tiende la mano para ayudarme a subir mientras con la otra intenta hacer lo mismo que yo segundos antes, se me encaja un pie en una ranura que tiene el árbol y los zombies corren aún más rápido, lo desencajo y seguimos subiendo hasta la rama más alta, una vez allí suspiramos aliviados y nuestras manos se rozan, yo me estremezco y la aparto.(...)
Llevamos cómo una hora y media aquí arriba y sigue habiendo la mitad de los zombies, Sam mira para abajo y suspira.
- ¿Qué te pasa?- me mira y apoya la cabeza en el árbol.
- Que estoy harta de los p**** zombies- hace una pausa y sigue incorporándoce- como todos supongo, todos los días me pregunto si estó algún día se acabara.
- Yo me pregunto lo mismo, pero sigo sin saber la respuesta.
Los dos suspiramos a la vez y emitimos una pequeña risita, me encanta como se rié.
Me quedo mirandola y ella se estremecé y se pone roja.
- ¿Qúe?- dice apartando la mirada y posandola en otro árbol más lejano.
- Nada- digo apartando yo también la mirada.
- Oye tú sabes cosas de mí ¿no?- pregunta intrigada, asiento con la cabeza- ¿te puedo hacer preguntas y tú me respondes si te sabes la respuesta?- asiento de nuevo.
Se incorporá de nuevo y comienza.
- ¿Cuál es mi color favorito?- traga- ¿y el tuyo?
- El tuyo es el azul y el mio es.. bueno.. el naranja.
- ¿ Cuántos años tengo?
- Tienes dieciseis años pero dentro de un mes cumples diecisite, yo, por si te lo preguntabas tengo dieciocho, recien cumplidos.
- ¿Cuál es mi ciudad favorita?
- Londres, te encanta, una día te pasate horas y horas hablandome de Londres, bueno de Londres y de caballos- digo riendo, ella empieza a reir también, y por un momento siento como si todo volviera a ser como antes.
Miro hacia abajo y siento que me está mirando, cuando vuelvo la vista efectivamente, me estaba mirando, me aguanto la risa y le correspondo la mirada.(...)
Cuando llegamos horas más tarde Catherin, Harry y Mike se nos lanzan encima.
- ¿Dónde estaban?- pregunta Catherin dándome un abrazo.
Se lo contamos todo y vamos a desayunar, es temprano y aunque tenemos comida, son provisiones y no nos parece bien comernoslas ya.
Una vez terminamos de comer nos dispersamos y yo salgo para la pequeña terraza que tienen, veo a Mike sentado en una de las dos sillas que hay, me doy la vuelta, pero antes de que pueda irme me llama.
- Blake,espera, ¿podemos hablar?- cuando me vuelvo a dar la vuelta, en su expreción veo que realmente quiere que hablemos por tanto cedo y me siento a su lado tragandome un poco el orgullo.
- Escucha, se que estas enfadado conmigo, pero por favor... necesito que me perdones y que volvamos a ser tan buenos amigos como antes- realmente puedo ver el arrepentimien en su cara.
- Vale te perdono- nos sonreimos.- Pero primero te voy a hacer una pregunta y quiero la verdad- elevo las cejas- sí, sé que no tengo mucho derecho a pedirte nada, aúnque sé la respuesta.
- Y yo me sé la pregunta, y creo que también la respuesta...y sí...creo que me gusta Sam- afirmo con una sonrisa
(...)
Ya es por la tarde y se ha metido un poco de frío por lo que decidimos entrar.
Subo a mi habitación para ponerme más comodo ya que en el supermercado cogimos algo de ropa, esta está hecha una mierda. Entro en el baño de mi habitación para darme una ducha. Abro el grifo y dejo que el agua baje por mi espalda hasta recorrer todo mi cuerpo. Media hora después salgo del baño simplemente con el pantalón de pijama a mitad de la cadera.
- Blak....- Sam entra y se queda quieta y roja al ver que no llevo camiseta.
- ¿Si?- me giro y cojo la que está a su lado, pegandola más a la pared y a tan sólo unos pocos centimetros de su rostro, ella ni se inmuta, está más impasible que nunca, no puedo evitar que me haga algo de gracia.
Levanto los brazos para ponerme la camiseta, dejando al descubierto el tatuaje que tengo en el costado.
- ¿Qué pone?- pregunta Sam por fin reaccionando- en el tatuaje.
Levanto un poco el brazo para que lo vea bien... Te amo, recuerda, eso no pueden quitártelo.
Ella ladea la cabeza para poder leerlo y me dice.
- Que bonita la frase, ¿por qué te la tatuaste?- dice curiosa.
- Bueno...- suspiro- un día cuando era pequeño mi madre me leyó un libro antes de irme a dormir y en el final decian esa frase, luego ella me dijo que nunca la olvidara, me explico que me lo podían quitar todo, pero que su amor nunca me lo podrían arrebatar- digo aguanatando las lágrimas al acordarme de mi madre.
Ella se acerca y me da un abrazo, mientras me susurra la oído, tranquilo, yo estaré siempre a tú lado.
Después se va dejandome con una sonrisa de idiota en los labios.
Voy al balcón, me tumbo en la amaca que Catherin puso para "tomar el sol" y empiezo a contar estrellas, puede parecer raro, pero eso me relaja, de repente pasa una estrella fujaz y pido el mismo deseo del otro día, seguidamnete cierro los ojos y me quedo dormido.