Capítulo 7

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Mi nombre, Karla Camila Cabello, la vida siempre es más fácil cuando le ves el lado bueno a todo, eso lo aprendí desde muy pequeña, en mi familia se podía decir que era de la que menos se esperaba y a la que más presionaban, aunque siempre pensé que si mi madre hubiera vivido, las cosas hasta el momento serían muy diferentes.


Mi familia era de las mejores dentro de la socialite de New York, siempre asistí a los mejores colegios y me rodeaba de todo ese tipo de gente, pero siempre creí que para entender su forma de ser debías tenerlo en la genética y algo estaba mal conmigo porque nunca lo entendí. Al cumplir los 18 años me creí con la madurez suficiente como para poder manejar mi vida como yo quisiera y me emancipe, cosa muy normal entre los rebeldes, somos pocos dentro del círculo social pero habemos.


Aunque no sabía que lo que me esperaba era mucho peor que soportar a un grupo de gente hablando de unos y otros, después de todo siempre había vivido dentro de la burbuja en la que mi padre me tenía a mí y a mi hermana Sofia.


Sofi en su interior, pero muy en el fondo era igual que yo, tenía ideales fijos, siempre fue de las que defendió a los débiles y no le importaban las etiquetas ni las diferencias, pero al contario de mi fue lo suficientemente inteligente como para saber que se perdería como yo lo hice si salía del hogar y resguardo en lo que mi padre le daba.


Ella y yo nos llevábamos de diferencia 5 años, lo que provoco que siempre cuidara de mi aun estando grandes, tanto me cuido que se hizo cargo de todos los problemas en los que me metía.


Las historias siempre tienen tres versiones, las que cuentan las partes y la que es verdad, mi versión de la historia comienza mucho antes de que Bella naciera.


7 años atrás


-¡NO MAS OPRESION!, ¡NO MAS REPRESION!, ¡SOMOS LIBRES Y TENEMOS DERECHOS!- gritábamos a las afueras de una de las empresas de textiles más reconocidas del país.


-Sera mejor que se retiren, saben que los que van a salir perdiendo son ustedes- gritaba el mediador que la empresa había enviado para que todos lo escucháramos.


-NO TENEMOS MIEDO, CONOCEMOS NUESTROS DERECHOS- al menos yo los conocía y no iba a dejar que se aprovecharan de la gente que siempre estuvo de mi lado.


Llevaba un año fuera de mi casa y la familia de mi nana me había dado asilo porque como ya lo dije me salí sin pensar en nada y tampoco tenía muchas opciones, éramos los tres hijos de mi nana, tres de sus hermanos, ella y yo, todos los anteriores a excepción de mi nana y yo trabajaban en dicha fabrica y los habían despedido por causas injustificadas.


-Por favor, retírense sin más problema- el mediador insistía.


-NOS ESTA AMENZANDO, ESCUCHEN TODOS, NOS AMENAZAN- llame la atención de todos, pero duraron poco las miradas sobre mí.

Siempre fuiste tu (Camren AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora