Capítulo 21

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Habían pasado apenas dos semanas desde que habíamos decidido ser una pareja de verdad y aunque no era fácil, siempre había algo que hacía que valiera la pena, como la sonrisa que me daba Camila antes de dormir, o la felicidad en los ojos de Bella cuando estábamos las tres juntas.

Había arreglado las cosas en el colegio de Bella, al final de cuentas termine por convencer a la mesa directiva completa de que mis preferencias no me hacían mejor ni peor ser humano, al principio estuvieron un poco renuentes, pero terminaron cediendo al hacerles ver que a más de uno de los presentes les había salvado el trasero.

-Bueno- conteste mi teléfono en medio de la noche.

-Lauren- escuche mi nombre de una voz agitada que no pude reconocer al momento.

-¿Quién habla?- fue lo más lógico de decir.

-Soy Mani- me dijo sollozando.

-Mani?! ¿qué paso?, ¿qué tienes?- al reconocer su voz me levante inmediatamente de la cama.

-No fue mi culpa Laur, no lo vi venir- me dijo llorando.

-No entiendo nada, ¿dónde estás?- le pregunte buscando ya mi ropa.

-En el hospital Harlem- me dijo sin dejar de llorar.

-Voy para allá- le dije y le colgué.

Salí de la recamara en dónde me quedaba y prácticamente corrí hasta la de Camila.

-Camila- le susurre al oído -Camila- repetí al ver que no se movía.

-¿Qué pasa?- pregunto cuándo reacciono.

-Voy a salir, cuida de Bella- le di un beso en la mejilla y salí de la recamara y del departamento.

Corrí al estacionamiento y cuando llegue me di cuenta de que aún estaba oscuro, con las prisas ni me había fijado de la hora, voltee hacia u enorme reloj que había en medio del estacionamiento y vi que marcaba las 2:42 de la mañana lo que hizo que me preocupara aún más, que diablos tenía que hacer Mani a las 2 de la mañana en Nueva York.

-Bueno- escuche que me contestaron con una voz adormilada.

-¿Dónde estás?- le pregunté a Dinah rápidamente.

-Durmiendo en un hotel, ¿qué quieres?- pregunto un poco molesta.

-¿Dónde está Mani?- le pregunte esperando que ella supiera algo.

-Con su perfecto novio supongo, viajo es noche- me dijo con el mismo tono.

-Acaba de llamarme, dice que está en el hospital Harlem- le informé.

-¿Que le paso?- me pregunto y su tono era más de preocupación que de molestia.

-No tengo idea, no me dijo- le grite, y es que estaba perdiendo la paciencia.

-Voy para allá- fue lo último que escuche y me colgó.

El camino al hospital se me hizo eterno, no tenía idea con lo que me iba a encontrar, pero sabía que el hecho de que Mani me llamara en ese estado era un mal presagio.

Siempre fuiste tu (Camren AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora