Siempre fuiste tu (Camren AU)

Capítulo 10

-Cof, cof- escuche ese ruido y me separe inmediatamente de Camila.

-¿Se puede saber qué es esto?- pregunto Dinah para que nos distrajéramos.

-Es un cuarto oscuro- Explico Bella.

-A mí me parece como las casas del terror que ponen en las ferias- Mani se unió a su plática.

-No lo es, solo que es oscuro para que las fotos que tome Camila salgan bonitas- Bella daba la explicación exactamente como yo se lo había dicho a ella.

-Sigo sin entender porque tanto alboroto- Dinah podía ser una artista reconocida pero era un tanto ordinaria.

-Gracias- me dijo casi en un susurro Camila.

-De nada- le sonreí y camine hacia las chicas –un amigo mío me dijo que la mejor parte de ser fotógrafo era la hora de revelar las fotos- le explicaba a todas porque había puesto el cuarto oscuro –y me dije, "Lauren, Camila es fotógrafa, tu tiene tu espacio en el despacho para cuando quieres pensar, Bella tiene el cuarto de entretenimiento ¿y ella?", me pregunte y fue así como se me ocurrió hacer este espacio para ti- volvimos a conectar nuestras miradas y nos sonreímos mutuamente.

-Y yo que pensé que sería una verdadera sorpresa- Dinah salió refunfuñando del cuarto.

-¿Siempre es así?- pregunto Bella un tanto molesta.

-Sí, pero en el fondo le encanto- como siempre Mani defendiéndola.

-Es rara- Isabella levanto los hombros y le sonrió a Mani.

La morena le respondió la sonrisa y la tomo de la mano para salir de ahí, yo salí detrás de ellas, y es que no quería quedarme en la misma habitación que Camila, después de todo no sabía cómo actuar, aunque tenía muy claro que su reacción fue para poder hacer creer a Bella que todo funcionaba perfecto entre nosotras.

Luego de un rato entre a la habitación donde Dinah se estaba cambiando.

-¿Qué crees que estás haciendo?- le pregunte a Dinah mientras entraba a la recamara.

-¿Cambiándome?- me mostro los pantalones que llevaba en la mano.

-No me refiero a eso, porque diablos le coqueteas a Christine en frente de Mani, ¿que no se supone que harías las cosas bien?- le pregunte.

-Me es inevitable, y más con alguien tan guapa como ella- se metió el pantalón y se quitó la playera.

-Tu no entiendes- la jale de un brazo para que me viera.

-Déjame en paz, ya te dije que la voy a dejar ser feliz y buscare mi felicidad- se quitó de mi agarre y se puso otra playera.

-Y tu felicidad es con una rubia, alta de ojos claros- le solté irónicamente.

-Con quien sea es problema mío- me empujo.

-Si claro que lo es, pero pensé que habías dicho que no le harías más daño- le conteste el empujón.

La recamara por unos segundos se volvió el campo de batalla de nuestras miradas, aunque terminamos dejándolo cuando nos dimos cuenta que cada quien tenía razón hasta cierto punto en lo que defendíamos.