Capítulo 2

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No tenía ni la menor idea de lo que debía de hacer, en la vida me había planteado casarme, y menos con alguien con quien las únicas veces que la vi nos peleamos, eso simplemente era más grande que todo con lo que alguna vez había lidiado, después de un buen rato salí de la mansión Cabello sin rumbo fijo y maneje hasta Central Park, el día parecía estar de acuerdo conmigo puesto que cuando salí la lluvia era más fuerte, me senté en la última banca del parque como siempre, esperando a que el agua de la lluvia me diera la tranquilidad que tanto esperaba, pero eso nunca paso, no supe cuánto tiempo pase ahí y no me importaba pero el sonido de mi celular me saco de toda cavilación.


-Amor ¿dónde estás?- escuche la voz de Keana tras el teléfono.

-Lo siento, ya voy para allá- fue lo único que conteste.

Respire profundo y camine si mucha prisa rumbo a mi casa, no recordé ni siquiera que había llevado el auto, llegue al departamento y note por primera vez el reloj que había en el primer muro de la casa, eran las 12:30 de la madrugada, subí las escaleras y me detuve en la recamara de Bella, la observe dormir y me convencí de que no la iba a dejar ir, no tenía ni idea de cómo iba a hacerle pero ella no salía de Nueva York, después me dirigí a mi recamara y encontré a Keana recostada leyendo un libro.

-Te estuvimos esperando para cenar- me dijo sin levantar la vista del libro.

-Se me fue el tiempo- le dije sin moverme de mi lugar.

-Que pasa amor- me pregunto fijando la vista ahora si en mí.

-Tenemos que hablar de algo importante- sentí una opresión en el pecho que no me dejo seguir.

-Vamos al despacho- se levantó de la cama y salió sin esperarme.

Camine como por inercia y entre al despacho.

-Explícame que es lo que pasa- se sentó en el único sillón que había en el despacho.

-Alejandro, me llamo y me cito en su casa- me senté junto a ella y me tomo las manos.

-¿Que dijo?- me pregunto suavemente.

-Dijo que ya que él tiene la custodia de Isabella y no la puede cuidar la va a mandar a un internado en Europa y se niega a darle la custodia a Austin que resultó ser el medio hermano de Noah-

-¿Cual Austin?- interrumpió mi relato.

-El tipo que conocimos en el aeropuerto- le explique y en cuanto la vi asentir continúe -bueno Alejandro no le va a dar a la niña Y dijo que la única opción de no mandarla lejos es que Camila se case- ella frunció el ceño y yo respire profundo -conmigo- lo dije casi en un susurro esperando que no me oyera.

Keana abrió los ojos y la boca mientras me soltaba las manos y se levantaba del sillón en donde estábamos sentadas.

-¿Que vas a hacer?- me pregunto al borde de las lágrimas.

-No sé, solo tengo claro que no voy a dejar que se la lleven- le dije posando mi mirada en el suelos.

-¿Ella lo sabe?- me pregunto caminando hacia el ventanal que había en el despacho.

Siempre fuiste tu (Camren AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora