Capítulo 6

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Capítulo 6.

En el comedor hay un silencio incómodo, sólo está su mamá, su hermano y ella. Tiene que comer, su mamá la obliga, así que mete un bocado a su boca y comienza a masticar mientras oye la plática superficial de su hermano; que si su novia es la más guapa, que si Carlos es su amigo, que si es popular, que si Gabriel es raro...

"Gabriel no es raro, incluso es muy dulce, es muy tierno cuando habla con el corazón" Piensa Rafaela. 

-De hecho, escuché que, mi hermanita y él son novios...- Suelta sin más, un chisme en la mesa, enfrente de su madre, Rafaela se pone rojísima e interrumpe a su hermano.

-Eso no fue más que un chisme estúpido.- Dice Rafaela, sin darle importancia y continúa. -El SMS que mandaron con una foto nuestra es una mentira, ayer, él y yo sí nos vimos en el parque, pero fue porque me pidió ayuda con algo... - Su mamá la ve de reojo, y le sonríe... Rafaela nunca ha podido mentirle a su mamá. -¿Puedo retirarme? Voy a salir en la tarde, y me tengo que bañar y arreglarme. 

Recoge sus platos y los lleva al fregadero. Después regresa al comedor, le da un beso en la frente a su madre y sube corriendo las escaleras.

En la mesa está sentado él. Sólo él con su padre. Su madre y su padre se están divorciando, y los viernes a él le toca comer con su papá. Gabriel mete el último bocado de carne a su boca, bebe un poco de agua de jamaica, y mira a su padre. Está hablando por teléfono, cosas de negocios. Gabriel se levanta de su asiento, y le hace señas para decirle que estará en su habitación. Sube corriendo las escaleras de los pisos de su casa. Llega jadeante a su enorme habitación, sube al tapanco para llegar hasta su cama y se tumba sobre ella. Toma su teléfono móvil y ve la foto de Rafaela, nota como sus delicados labios están besando a una bestia, como sus labios lo están besando a él. Pobre muchacha, va a hacer lo posible para que deje de ser anoréxica. La va a ayudar, la va a guiar, la va a amar. Ve la hora, apenas son las 3... Piensa en dormir un rato.

Rafaela sube a su cuarto, se sienta en el borde de la cama, y se queda mirando a la pared con fotos de ella y Manuel juntos. Justo después de unos minutos llega su madre, y se sienta junto a ella en la cama. Rafaela le cuenta todo lo que ha pasado en las últimas 24 horas del día, su madre, atenta, escucha. Después le sonríe y le dice a Rafaela que tiene su apoyo incondicional en todo lo que le haga feliz, se levanta de la cama, y le da un beso en la frente, sale caminando y cierra la puerta detrás de ella. Rafaela emocionada abre la puerta de su enorme armario y busca un vestuario para ver a Gabriel en la tarde.

"Preciosa, ya no aguanto, quiero que sean las 6 de la tarde para poder ver tus hermosísimos ojos, ¿si es seguro que nos vamos a ver verdad?, no me canceles ahora, me urge verte. Te amo "  Rafaela se exalta al recibir el mensaje, y le contesta que es muy seguro que se verán a las 6, que se ven allá. 

Comienza desesperada a buscar ropa, hasta que finalmente se decide por unos shorts vaqueros, y una blusa de manga corta color morado. Deja su ropa en el borde de la cama, y se mete en la regadera, prende la llave del agua, y comienza a salir agua helada, tanto que ella da brinquitos en la regadera, juega con la llave hasta que encuentra la temperatura perfecta. Siente el agua tibia recorriendo su cuerpo delicadamente, como si fueran las manos de Gabriel jugueteando con su piel, las gotas pegan en su cuerpo, creando el ritmo de la perfección, la calidez le recuerda la mano de Gabriel sobre su rodilla, le recuerda los labios de aquel muchacho sobre los suyos, le recuerda cómo mordisqueó lentamente su labio, le recuerda cómo la sostuvo por la cintura, con tanto cuidado, con tanta ternura aunque pareciera de lo más brusco. De pronto, sólo un hombre se apodera de su cabeza, Gabriel. ¿Y qué pasó con Carlos?, ¿ese qué?, si sólo jugó con sus sentimientos, es más, ni siquiera sabía su nombre, solo se burló de ella. Gabriel. Gabriel .Gabriel.

Corazón, depende de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora