Millones de preguntas lo atormentaron por parte del erizo plateado según como caminaban para llegar a una salida de aquellos pasadizos, guiados por Tails. Sonic sentía la obvia irritabilidad por parte del zorro, quien no dijo enunciado alguno luego de aquella no requerida presentación, y él por su parte, se había limitado a callar por las constantes preguntas de Silver, que poco a poco se habían vuelto molestas; preguntas de un pasado tan distante que ni él mismo podía responder.
Según como avanzaban parecía que poco a poco la consciencia de lo que él había sido empezaba a regresar, recuerdos que intentaba que no volvieran a su mente, pero parecía que todo esfuerzo era en vano, pues poco a poco su vida en el palacio empezó a resurgir en su mente con fuerza.
–¡Contéstame Sonic!– exigió el erizo plateado al no tener respuesta.
–No quiero recordar...– se limitó a decir el erizo azul por respuesta.
–Eso es lo único que obtendrás Caballero– habló Tails, sin voltearlos a ver –A Arturo no le gusta hablar sobre su pasado– indicó –Créeme, yo lo intente.
–Soy tu mejor amigo, ¿es que eso no cambia las cosas?– preguntó Silver ofendido.
Sonic siguió con su mirada en el suelo, pues ni aunque hubiese sido su madre cambiaría algo, al menos no para él. Él alguna vez había sido un presuntuoso príncipe que lo único que había tenido que hacer en su vida era saber sobre diplomacia, protocolo y el uso correcto de la espada. Espio había sido asignado a ser su escolta cuando cumplió los quince años, luego de haber ahuyentado a todos los demás que lo habían intentado, era demasiado veloz para ellos y muy problemático según su padre; pero Espio era diferente, casi como un espía del rey, pues siempre lograba localizarlo. Y entonces otro recuerdo vino a su mente, alguien que le había sido muy importante para él.
–Mmm... creo que estuve comprometido– dijo Sonic en voz baja –Una vez... creo...
–¿Eh?– exclamó Silver con intriga apaclando su molestia reciente –¿En serio?, ¿De quién?
–De la Princesa Sally– respondió Tails.
–¿Eh?– exclamaron ambos al unísono.
–¿Cómo sabes eso?– pregunto Sonic asombrado.
–He estudiado mucho– respondió Tails –Pero el Príncipe Arturo era uno de los temas que más estudie, después de todo pase mucho tiempo en lo que alguna vez fue tu castillo.
–Acaso tú sabes...– calló el erizo azul un momento, sin saber si seguir su enunciado – ¿Acaso sabes qué pasó con ella?– completó.
–Murió– respondió secamente –Como todos los demás herederos.
–Ya veo– musitó con tristeza.
–¿Estabas enamorado de ella?– cuestionó Silver curioso al ver aquella expresión triste.
–No lo sé... creo que era más bien alguien importante para mí, no sé si eso se llama amor.
–¿Y qué hay de Amelia?– inquirió el zorro –¿Acaso estás enamorado de ella?
–Hmph, ¿crees que pelearía con erizos psicópatas si no lo estuviera?
–Compara un sentimiento con otro y obtendrás una respuesta.
Sonic calló y quedó pensativo para comparar ambos sentimientos tal como Tails le había sugerido, pero sentía una diferencia demasiado grande, y a la vez parecida. Sacudió su cabeza a los lados para despejar su mente, no ganaba nada con saber si había o no amado a aquella princesa, después de todo estaba muerta, recordar eso no traería más que un dolor no requerido a su vida.
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A Cursed Rose
FanfictionUna maldición aqueja el castillo de lo que alguna vez fue una de las más poderosas familias reales, y un ente maligno ha decidido iniciar con su ronda de juegos sádicos y macabros a los miembros del mismo. La visita de dos burdos bandoleros es la úl...