Corrió sin hesitar y siguió la corazonada de hacia dónde debía de ir, aunque no estaba seguro si seguir sus instintos lo ayudarían mucho. Silver sentía el alba sobre sí; no podía evitar de vez en cuando hacer que su vista recorriera sus alrededores en espera de ver alguna entrada de luz potencial, pues al estar encerrado en aquellos pasadizos no podía distinguir si era de día o de noche, sólo sabía que contaba con unas pocas horas antes del amanecer. Siguió su camino hasta que una extraña mancha al frente de él lo hizo disminuir la velocidad hasta detenerse por completo. Su respiración agitada podía verse al exhalar su aliento cálido, el cual se vislumbraba por el frío intenso. El erizo caminó con precaución para acercarse lentamente para sentirse horrorizado al distinguir qué era aquella mancha oscura frente a él.
–¿Sangre?– dijo para sí. Se acercó un poco más hasta parar enfrente de aquel pequeño charco, colocando una rodilla en el suelo y con la yema de su dedo tocar aquel líquido denso sobre la piedra húmeda. –Está fresca– susurró –Es posible que sea...– calló para ver el camino delante de él y notar algo extraño.
Silver se puso en pie para con aquella tenue vela alumbrar a la distancia y ver como lo que pensó era sólo una mancha aislada parecía esparcirse a lo largo del corredor. Alguien había sido arrastrado por aquel pasadizo mientras aún yacía desangrándose. Silver de nuevo se puso en carrera para así esperar que quién fuera el dueño de aquel líquido carmín aún estuviera con vida.
Corrió a toda prisa mientras seguía el rastro carmín del suelo hasta que algo lo hizo detenerse; había algo adelante, una silueta que caminaba con torpeza mientras se apoyaba de la pared de roca para evitarse caer. Silver caminó con cautela siguiendo aquel ser hasta que éste cayó con pesadez en el suelo haciéndolo parar nuevamente. Dudó por un momento sobre si continuar o tomar otro rumbo, pues temía que algún espectro o algo más estuvieran jugándole una mala broma y eso le costará su vida. Se decidió al fin en seguir el trayecto previamente marcado y con precaución se acercó lentamente para que poco a poco aquella silueta negra empezara a tener una forma y rostro. –No puede ser... ¡Percival!– llamó al distinguir a la gata que yacía sobre el piso y correr hacia ella para caer de rodillas al suelo a su par sin saber si tocarla o no, pues temía lastimarla aún más. Su vestido antes de un hermoso lila ahora yacía desbaratado y teñido de rojo carmín, dejando ver sus heridas, heridas sangrantes que aún continuaban su curso.
La gata pareció reaccionar al escuchar su voz y abrió sus ojos con pesadez. Percival se levantó con esfuerzo para así voltearlo a ver y una mirada de sorpresa se pudo divisar claramente al reconocerlo –Silver...– musitó –Estás aquí– dijo ella con una amago de sonrisa. Silver se abalanzó sobre ella para así rodear sus brazos con delicadeza sin pensar realmente lo que estaba haciendo. La paz y tranquilidad de haberla encontrado aún con vida lo invadieron, y por alguna razón no quería dejarla ir, no quería sentir que la perdía nuevamente.
Sus mejillas se tiñeron de rojo mientras sentía como sus brazos la rodeaban de la manera más delicada jamás. La felicidad la invadió y sintió como sus ojos se llenaron de lágrimas de una alegría desbordante. Percival apoyó su cabeza en el hombro de él, pues corresponder el abrazo era algo demasiado doloroso por sus múltiples heridas. –Gracias por venir por mí– le susurró sin poder evitar que un par de lágrimas de felicidad rodaran por su mejillas.
Su voz lo hizo darse cuenta de la posición en la que se encontraba haciéndolo reaccionar de sus actos. Silver la soltó lentamente sintiendo sus mejillas sonrojarse con rapidez, no se había percatado de su explicita muestra de cariño que, sin lugar a duda, había estado fuera de lugar. Carraspeó su garganta en un intento de recobrar la compostura, pues de pronto un intenso calor se había apoderado de su cuerpo.
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A Cursed Rose
FanfictionUna maldición aqueja el castillo de lo que alguna vez fue una de las más poderosas familias reales, y un ente maligno ha decidido iniciar con su ronda de juegos sádicos y macabros a los miembros del mismo. La visita de dos burdos bandoleros es la úl...