Cumpleaños Especial

Aclaración

Tras subir al autobús y sentarse en los únicos asientos que quedaban disponibles y que estuvieran juntos, el vehículo partió. Ninguno sabía que decir, Adrien era el más incómodo, ya que nunca imagino reaccionar de esa forma y mucho menos con una chica.

- ¿Estás bien? – susurró el chico, al ver que su amiga tenía la mirada apagada.

- ¿Por qué no fuiste con Lila? – preguntó tratando de disimular la tristeza en su voz – no estás obligado a estar conmigo.

- Marinette... - susurró sorprendido – Lila debe entender que tengo más personas queridas con las quiero pasar el tiempo – dijo aun molesto. Era oficial, estaba muy, muy sentida con él.

- Pero... pensé que te gustaba – dijo extrañada.

- ¿Yo? ¿Lila? Por supuesto que no. Solo me acerqué a ella, porque nadie lo hacía, no pensé que iba ser tan... dependiente – aclaró.

- Ya veo.

Volvieron a quedarse en silencio, Marinette desvió su mirada hacia la ventana que tenía a su lado para mirar el paisaje y reordenar sus pensamientos. Tenía que admitirlo, entendía a Adrien, tras el akuma, todos los que alguna vez habían hablado con ella, se alejaron a causa de su opinión acerca de su alter ego. Sin embargo, seguía molesta con su amigo ¿Cómo no se dio cuenta de lo que hacía Lila?

- Marinette – la llamó el chico, interrumpiendo sus pensamientos – quiero que sepas que con la única persona con la quiero estar hoy es contigo – dijo el chico, mirando directo a los ojos a una ruborizada Marinette – aunque no vamos a estar solos... pero no me voy a apartar de tu lado... eso sonó muy psicópata... lo que quiero decir... es... vamos a pasar todo el día juntos, bueno eso es un hecho, ya que ya estamos juntos... - continuó poniéndose cada vez más nervioso.

Marinette lo miraba sin poder creer lo que veía, a Adrien Agreste se le estaban enredando las palabras, ¡como a ella! Sin saber que decir comenzó a reír, contagiando a su amigo.

- Lo siento – dijo Marinette aun riendo – no puedo parar.

- Tranquila... yo... tampoco – coincidió, también riendo.

Tardaron unos minutos en calmarse, pues apenas veían la cara del otro, volvían a reír.

- Lo que quise decir, es que para nada estoy obligado a pasar el día contigo – dijo más tranquilo el chico. En respuesta, Marinette sonrió alegre, ruborizando a su acompañante.

- Adrien ¿adónde se dirige el autobús? – preguntó curiosa, cambiando el tema.

- Si te lo digo se va a arruinar la sorpresa – contestó guiñando un ojo.

- Mmm... y también la arruinaría saber quiénes nos esperan allá – continuó.

- Buena pregunta... lo único que te voy a decir que no son ni Chloe, ni Sabrina – contestó provocando que despertara más la curiosidad de su amiga. Sabía que no se llevaban bien.

El viaje continuó más relajado, con los amigos conversando sobre distintas cosas como el colegio, las películas que se habían estrenado y lo primero que se le venía a la mente. Recuperando poco a poco la amistad que tenían.

Y los más felices no eran ellos, sino dos criaturas que los acompañaban y que no pudieron evitar alegrarse de que su respectivo portador, volviera a sonreír.

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