Estaba oscureciendo en la ciudad, cuando llegaron a la esquina de la panadería de los padres de Marinette. En ese instante, Adrien se detuvo
- Marinette hay algo que debo preguntarte... no me voy a enojar - o eso esperaba – pero necesito saber la verdad – dijo serio.
- ¿Qué pasa? - preguntó entre sorprendida y confundida.
- ¿Tú hiciste la bufanda? - preguntó mirándola fijamente.
- ¿Bufanda? ¿de que hablas? - preguntó sin entender a que se refería. No recordaba haber visto una ese día.
Adrien suspiró resignado y metió su mano en el bolsillo oculto, en el interior de su chaqueta.
- Es tu firma ¿cierto? - dijo pasándole la bufanda celeste a la chica.
La chica quedó en shock al verla. Había pasado varios meses que, al no tener otra alternativa, dejó aquel objeto sobre el escritorio de la asistente del padre del chico.
- Eh bueno yo... - tartamudeó la chica. La mirada expectante del chico le indicó que debía decirle la verdad – si... yo la hice.
- ¿Por qué no me dijiste? - preguntó molesto.
- Porque... porque te veías tan feliz con ella puesta, pensando que era de tu padre... que no quería arruinarlo... - admitió, bajando su mirada.
- ¡¿Arruinarlo?! Marinette ¿de que hablas? - preguntó ofendido – reconozco que me habría costado creerte en ese momento, pero nunca a ese extremo. De hecho me alegraría – aclaró, sonriendo tiernamente.
- ¿En serio? - preguntó sorprendida. Abriendo sus ojos de par en par.
- Por supuesto, no todos los dias recibo un presente tan especial, ni siquiera de mi padre – dijo guiñandole el ojo. Haciendo ruborizar a la ojiazul.
Los chicos se quedaron mirando al otro sin poder evitar sonreír cómplices.
- Entonces... ¿no estas molesto? - aventuró Marinette.
- Mmm... ¿tendría que pensarlo? - respondió divertido. Haciendo una pausa dramática.
Para mala suerte de Adrien, uno de los presentes no captó su tono irónico.
- ¡¿En serio?! Estuviste todo este tiempo hablando sobre la estúpida bufanda y aun tienes que pensarlo! - exclamó Plagg, saliendo de su escondite. Adrien palideció, al verlo - ... ups – logró decir el kwami al ver a una boquiabierta Marinette.
- ¡¿Ups?! - exclamó otra voz, proveniente de la cartera de la chica - ¡es todo lo que vas a decir, despues de interrumpir esta... con... ver... sa... - no pudo terminar la frase, al notar que también ella se había delatado – Ho-ho-hola A-a- Adrien – saludó al chico.
Los ojos de Adrien y Marinette pasaban de Plagg a Tikki y vicerversa, mientras sus cerebros trabajaban a toda velocidad, tratando de conectar lo que sus ojos estaban viendo.
¡¡¡¡¿¿¿QUE ESTA PASANDO???!!!!
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Cumpleaños Especial
FanfictionHan pasado unos días desde la akumatización de Lila y todo parece ir normal, hasta que Adrien nota algo muy peculiar en su bufanda favorita.