Después de la retirada del diseñador y su asistente. Adrien, Marinette, Alya y Nino se dirigieron a la pérgola principal. Mientras, la morena les describía a sus amigos lo fabuloso que era, sin decir el tema de la exposición.
- Adrien te debo un favor enorme después de esto – exclamó entusiasmada Alya.
- Tú me vas a deber una grande – susurró su amigo. En respuesta rió nervioso.
La primera vez se había escapado, ya que su novia quería recorrer la zona antes de comprar algo, sin embargo, ahora no había escapatoria.
En ese momento, Adrien y Marinette entendieron el entusiasmo de su amiga. Apenas cruzaron la entrada de la pérgola, fueron invadidos por ojos verdes y puntos negros, en fondos rojos.
La exposición que se llevaba a cabo en Disneyland Paris, consistía en la presentación de la nueva y exclusiva línea que, aparte de ropa, incluye peluches, posters, figuras varias de los héroes parisinos, Ladybug y Chat Noir.
- Es fabulosa ¿verdad? – preguntó Alya.
- S, s, s- si – tartamudeó la ojiazul. Sin poder creer lo que veía.
Alya apenas escuchó a su amiga, tomó del brazo a su novio y salió disparada en dirección a los stands, tenía muy claro lo que quería. Dejando atónitos a Adrien y Marinette.
- Bueno... ahora sabemos ¿Por qué? Lo encontramos – comentó divertido, levantando el peluche del felino. Marinette sonrió – Vamos – dijo, ofreciendo su mano.
Completamente ruborizada, la chica tomó la mano que el chico le ofrecía y tomando la misma dirección que sus amigos, fueron recorriendo cada stand que había en el lugar.
Como habían visto desde la entrada, había de todo, hasta vajilla. Cada stand que veían los dejaba más asombrados, no se imaginaban la de cosas que podían hacer con sus alteregos.
Dentro del recorrido, hubo dos stands que llamaron su atención. El primero se encontraba en la mitad de la pérgola, ocupaba el espacio de tres stands, era el de la colección del padre del chico.
El stand, consistía en una mini pasarela, que en la parte superior se encontraban los cuatro conjuntos que el diseñador realizó para la muestra. Cada héroe era representado en dos conjuntos, uno femenino y otro masculino. Irónicamente, el que llevaba Marinette, era el conjunto femenino de Ladybug.
- ¿Qué ocurre? – preguntó extrañada la chica. Al ver que el chico miraba pensativo los conjuntos.
- Emm... nada... nada – contestó restándole importancia – es solo que me gusto el de Chat noir – aclaró riendo nervioso.
El conjunto masculino del felino, consistía en un pantalón de mezclilla oscura, botas negras y una polera verde de manga larga, con aplicaciones de eco cuero. Mientras el femenino y al igual que el de Ladybug, consistía en un vestido, de largo similar, era de color verde, con las mismas aplicaciones de eco cuero de la polera.
- Son bonitos – comentó Marinette, notando un detalle.
A los extremos de los conjuntos, había colgadores que sostenían chaquetas negras. Los chicos notaron de inmediato que unas eran más corta que las otras. Adrien le preguntó a la vendedora por dichas prendas, ya que parecían muy simples para ser de su padre.
- Las chaquetas representan a ambos héroes – aclaró la vendedora – por la luz no se nota, pero el eco cuero esta estampado – continuó, acercándoles una de las chaquetas – ven.
- Woo – los chicos no pudieron evitar asombrarse al que, como decía la joven, la tela estaba estampada con siluetas de mariquitas y gatos.
- ¿Cómo lo habrán he...? Lo siento, lo siento – exclamó la azabache avergonzada. Estaba tan impresionada de la chaqueta, que no pudo evitar preguntar.
Para mala suerte de la chica, la vendedora no sabía cómo la habían hecho "Lo siento, solo las vendo", se disculpó.
Tras ver que más había en el stand, se alejaron para ver los demás.
- ¿Si quieres puedo averiguarlo? – ofreció en susurros, Adrien – la chaqueta.
- No, no es necesario – respondió avergonzada. Sin embargo, el chico pudo notar que los ojos de la chica aun reflejaban la curiosidad de saber más.
El chico lo dejo pasar, ya que aún le quedaba una pregunta más, una de la que Marinette no se iba a escapar.
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Cumpleaños Especial
FanfictionHan pasado unos días desde la akumatización de Lila y todo parece ir normal, hasta que Adrien nota algo muy peculiar en su bufanda favorita.