Capítulo 4

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 Me paso la mañana encerrada en mi casa. Clara llama para avisar que Sophie se quedara con Lauren el resto del día. Así que decido terminar de acomodar y renovar algunas cosas de mi nueva y definitiva casa.

Por la tarde camino hasta el centro. Quiero ambientar una de las habitaciones para Sophie, la pintare y le comprare todo lo que haga falta. Aunque no viva conmigo me gustaría que tenga su lugar en mi propia casa cuando tenga la posibilidad de tenerla conmigo o al menos tener un lugar seguro para ella donde jugar cuando venga de visita.

Compro lo necesario y pido que lo envíen en mi casa.

Aprovechando que no hace mucho frío decido caminar. En cuanto me doy cuenta estoy frente a la terminar. Aquel río tan sagrado en mi relación con Lauren.

Tantos momentos vivimos allí.

Nos hubiésemos casado allí mismo si hubiésemos tenido la posibilidad. Pero en lugar de eso lo hicimos en una pequeña casa vieja en el norte de Indiana.

También aquí fue donde le confirme que estaba embarazada.

Me siento en el pasto aspirando la suave brisa de la tarde.

No siempre fueron momentos lindos los que vivimos aquí. Las peleas también hicieron actos de presencia. Aquellas discusiones por los chicos de la secundaria que nos invitaban a salir.

Los celos siempre presentes. Sobre todo en mí.

¡Era lógico! Es una mujer preciosa que cualquier persona hombre o mujer, daría lo que sea por conocer.

Y fue mía.

Pasada la tarde y con mi mente llena de recuerdos, regreso a casa.

Estoy completamente tentada a pasar por la casa de los Jauregui. Pero desisto.

Recibo las compras y me dispongo a hacer la cena. Dejo la olla en el fuego y salgo para tirar la bolsa de residuos.

Inconscientemente miro hacia mi derecha y veo a Lauren con Sophie caminando a su lado.

La pequeña en cuanto me ve pega un grito en su idioma y se suelta de su mama y corre torpemente hacia a mí.

Me agacho para recibirla con mis brazos abiertos mientras la alzo contra mi pecho.

Su olor y el latidito de su corazón es completamente reconfortante.

Aun sin soltarla miro a Lauren quien incomoda mira la escena.


- Ve con mami, pequeña – digo luego de dejarle unos cuantos besos escuchando su contagiosa carcajada – Te amo – le susurro en su pequeño oído antes de bajarla.

Lauren le tira su mano y nuestra pequeña corre tras ella nuevamente haciéndonos reír a ambas.

Cruzo mirada con Lauren brevemente y sonreímos con cordialidad.

Es increíble, jamás estuvimos tanto tiempo en esta situación. De más pequeñas cuando peleábamos siempre alguna iba en busca de la otra.

Esta vez, ¿quien dará el primer paso?

Regreso a mi prácticamente vacía y solitaria casa.

¡Pero oigan! ¡Esto es mucho mejor que donde vivía hace un tiempo!

En cuanto estoy con el tenedor a media distancia entre mi boca y el plato, un llamado a la puerta interrumpe.

Prometo hundirle la cabeza en el inodoro si es Shaun

Siempre aparece en los horarios menos pensados, sobre todo si es hora de comida.

A paso seguro me dirijo hacia la puerta.

Pero me quedo de piedra al encontrarme con Lauren.

Sus manos metidas en los bolsillos traseros de su jean, esbozándome una forzada sonrisa.

- Hola. – digo en cuanto mi voz responde.

En serio no pude decir nada mejor

- Hola. – contesta de la misma forma.

Es buena señal, al menos no solo yo estoy nerviosa.

¿Que hace aquí?


- Oh, lo siento. Pasa – digo corriéndome.

Ella mira hacia su casa y ingresa a la mía algo vacilante.

- Siento si te interrumpo, solo necesitaba hablar contigo unos minutos.Este lugar esta igual como lo recuerdo– murmura mirando la vieja casa de mi abuela.

Sonrío para mis adentros.

Todos dicen eso. Probablemente mi abuela estaría orgullosa.

- Perdón por el desorden. Aun no termino con la mudanza. – digo corriendo algunas cosas.

-¿Mudanza? – voltea a mirarme.

¡Por supuesto que no lo sabe!

- Finalmente me mudo aquí. Lima será mi hogar permanente – digo intentando esbozar una superficial sonrisa.

Ella suspira y frota las manos en sus pantalones.

Claro gesto de incomodidad.

- Estaba por cenar,¿quieres quedarte?
– suelto sin más.

- Gracias. Pero no te robare mucho tiempo.

- Está bien... Siéntat
e – le ofrezco –¿te traigo algo?¿Agua?

- Estoy bien. – dice sentándose – siéntate conmigo – me pide.

Frunzo el ceño pero aun así me siento frente a ella.

Vuelve a juguetear con las manos.

¿Qué demonios la trae aquí?

Vuelvo a prestar atención en ella y veo que está mirando atentamente las cajas.

- Quería que tenga un espacio – digo adivinando los pensamientos.

- Mierda- murmura luego de un suspiro – creí que esto sería más fácil.

- Solo dilo de una vez, Laur-espeto

- Camz...me voy a vivir a Brasil.

¿Oyeron ese ruido? Fue mi quebrajado corazón rompiéndose en mil pedazos.

Take me home- camren  (parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora