Take me home- camren (parte 2)

Capitulo 21

 ¡¡Por fin llega el día tan esperado!

Mi pequeña cumple sus 3 añitos!

Estoy muy emocionada, no veo la hora de poder entregarle mi regalo. Aunque sea imposible tenerlo quieto.

Organizamos una fiesta en el jardín de nuestra casa.

No tenemos muchos invitados, solo la poca familia y algunos amiguitos que le quedaron a Sophie de la guardería.

Mi equipo de trabajo le envió muchísimos regalos. La adoran y se lo hacen saber.

Sophie corre y juega con sus amigos. Disfruta de su gran día.

Sus tíos Shaun y Robert  también asisten. Incluso Cara llega de sorpresa acompañada por Luke.

Por supuesto que Dani también está aquí, besando y a abrazando a mi hija, cosa que no me gusta para nada.

Pero prometí no pelearme con Lauren al respecto.

Y en cuanto a Laur...aun sigue extraña. Y si lo preguntan, no, no hemos hecho el amor en días.

La celebración termina luego de cortar la torta.

Un momento muy divertido gracias a mi pequeña, quien en cuanto la paramos para la foto metió su manito en toda la crema para luego llevársela a la boca.

Como era de esperar, Laur y yo terminamos bañadas en crema gracias a ella.

Por supuesto que tenemos muchas fotos del momento y no dudare en imprimirlas para tenerlas conmigo.

-¡¡ Es hora de mi regalo!! – digo emocionada en cuanto estamos solas.

- ¿La bicicleta no era de parte de las dos?

- Bueno, mi regalo personal entonces. – exclamo a mi pequeña quien me sonríe expectante.

Creo que podría acostumbrarse a recibir tantos regalos como lo hizo hoy.

¡Le encantan!

- Bien, necesito que vayan al patio y me esperen allí... ¡vamos, vamos! – las apuro.

Corro hacia el cuarto de herramientas y como era de esperar la caja está abierta y vacía.

¿Donde demonios se metió?

Busco y rebusco sin tener un nombre como llamarlo hasta que lo encuentro en una esquina.

Vuelvo a meter el regalo en la caja y salgo con ella rogando por qué no descubra antes la sorpresa.

- Ayúdame – susurro.

Salgo al jardín y Sophie está caminando de la mano de su mama alrededor del jardín.

Suspiro de satisfacción al verlas.

- Aquí – las llamo y me siento en el pasto con la caja en el regazo.

Sophie viene intentando correr mientras que Lauren me mira desconfianza.

- Si no se apuran se arruinara la sorpresa.

En cuanto se sientan a mi lado, Sophie sin esperar a que yo le diga toma la tapa de la caja y la abre haciéndola volar por los aires.

-¡¡¡ Ito!!! – grita mientras el regalo salta para salir de la caja.

- ¿Un perro? – pregunta Lauren atónita.

- ¡¡Ah que es hermoso!! – lo saco y se lo enseño a Sophie quien sonríe ampliamente.

Lo sabia!

- Pues disfrútalo por que a mama le costó mucho encontrar el indicado.

- No lo hubiese sido si no lo hubiese decidido sola..

La ignoro.

Sabía que no lo iba a compartir.

- ¡Sophie debemos buscarle un nombre!

- ¡Cori! – grita.

- ¿Cori? – preguntamos extrañadas.

Esta pequeña mira demasiados dibujos.

Lauren me mira y yo me encojo de hombros.

- Cori será... - me pide su nuevo regalo para sostenerlo y yo se lo ofrezco ignorando el resoplido de Lauren.

Automáticamente el perro mueve su colita y saca su lengua para pasarla por toda la cara de la niña haciéndola reír a ella y a mí.

- ¡¡Camila!! – me reta Lauren  quitando a Sophie – ¿Estas loca? ¡¡No puede hacer eso!!

- ¡La asustas! ¡Y si puede! El perro tiene sus primeras vacunas, el refugio donde lo recogí es muy confiable. Puede no ser de la raza que más te guste, es uno de los más amigables y guiados, no le faltará nada.

- ¡No me gusta!

- Pues lo siento, pero a Sophie si y es un regalo para ella.

Más tarde, Sophie se duerme luego de jugar con su nuevo amigo.

Se llevan muy bien juntos. ¡¡Será muy lindo verlos crecer a la par!!

Y mi pequeña siempre tendrá alguien que la proteja en caso de que alguna de nosotras no pueda.

Ahora me tengo que enfrentar a un problema mayor: Su mama.

Desde esa pequeña discusión en el patio aun sigue evitándome.

¿Qué hay de malo con mi regalo?

La busco en la habitación y no está.

Cuando voy a pasar a la cocina la veo acurrucada en el sillón con la tele prendida.

Como está dormida me acerco lentamente, pero cuando la voy a rodear para llevarla a la cama se despierta sobresaltada.

- ¿Sophie? – pregunta rápidamente.

- Tranquila – le susurro – ya la dormí y ahora te toca a ti. Vamos a la cama – quiero levantarla pero se niega.

- Puedo andar.

- Lo sé, pero quiero mimarte, ¿está mal?

- Aun no tengo sueño, puedes ir a dormir tú. Iré mas tarde.

- Laur...¿ en serio vas a seguir actuando así conmigo por un simple perro? ¡Supéralo ya!

- ¿Superarlo? Camila trajiste un perro a la casa que compartes con tu hija y ni siquiera me consultaste

- Es nuestra casa – destaco

- Es tu casa

- Estamos casadas, ¿qué diferencia hay? Este a mi nombre o el tuyo da igual. Es nuestra casa, y Sophie está contenta. Tenemos lugar, lo podemos cuidar. Me encargare de que nada le falte, ni siquiera tienes que mirarlo.

- No es así como funcionan las cosas.

- ¿Ah no? ¿y como son? – pregunto cruzándome de brazos.

Suspira.

Sí, ¡bueno Jauregui yo también estoy cansada!

- Britt... Sophie es asmática, el perro largara pelos que ella puede aspirar. ¡Jesús quien sabe los gérmenes que puede portar y ella tan frágil!

- También soy asmática. ¡Dormí abrazada a Tara toda mi infancia y jamás me hizo nada!

- Dormirá afuera. – exige-

- Dormirá donde él o Sophie quieren.

- ¿Donde está ahora?

- En su habitación

- ¿Por su habitación te refieres a la habitación de mi hija?

- Es mía también y si

- ¡¡No puedo creer que lo hayas metido allí!!

- Está vacunado, desparasitado y todo lo que hace falta. Es un perro sano y me encargue de todo lo primordial, en serio crees que podría hacerle daño a nuestra – recalco – ¿hija? Gracias Lauren. Gracias por tu extrema confianza.

- No es eso lo que quise decir.

- Pues controla tus palabras porque eres muy hiriente con tus actitudes.

Me giro y voy derecho a la cama sin esperar respuesta.

Una noche más, me duermo sin ella a mi lado.