Take me home- camren (parte 2)

Epilogo

 -¿Podríamos acabar por hoy? ¡Mi garganta está completamente seca!

- ¡Solo unas palabras más! – pido esperanzada.

- ¿En serio esto es necesario? Te hemos contado esta historia infinidades de veces, ya no tengo más detalles jugosos de los que a ti te gustan – se burla.

- ¡Solo una pregunta más! – exclamo apuntándola con la cámara a los ojos

Ella me hace mohitos mientras aguarda.

- ¿Alguna vez miraste a otra persona tal y como lo haces con mama?

Parece sorprenderla pero no le cuesta responder.

Se la respuesta, pero me gusta escucharla de sus labios.

- Pensé que lo hacía de joven, pero no, me di cuenta de que a tu madre y a ti solamente. – dice con amor – pero esto queda entre nosotras dos, ¿está claro?

¡Vaya! Eso es una sorpresa.

Lo sumaré a la lista de datos jugosos.

-¿ Acabaron con su juego? – pregunta mi otra mama juntándose en el jardín con nosotras.

- ¡Mama estas preciosa! – digo mientras la enfoco mostrando un hermoso vestido blanco con detalles de encaje.

Automáticamente miro a mama Camiz quien se quedo sin aire al verla.

¡Y de eso es lo que estaba hablando!

Aprovecho para grabar este reencuentro con mi cámara.

Ellas nunca sabrán que estaba encendida aun.

El destello de brillo en sus ojos al verse es la más grande muestra de amor que tuve el placer de vivir.

Y todo gracias a ellas.

Me crie con dos mujeres cumpliendo el rol de madre y de padre.

De pequeña me costaba explicarles a mis amigos porque mi familia no era como las de ellos. Se llevaron algunas sorpresas. Y yo, en casos, me lleve algunas burlas.

No dolían, sino que me molestaban. Quería demostrarles que mi familia era tan normal como las de dos personas heterosexuales. Aunque mi tía Rosse se encargo de poner a esos pocos idiotas en su lugar.

Me enseño a defenderme digamos que de una forma... bastante particular.

En fin, no puedo reprocharles nada a estas dos madres que me dieron la vida siendo tan jóvenes.

Me mostraron una vida distinta, y eso me hace sentir especial.

Ellas, me hacen sentir especial.

- ¿Puedo hacerles una pregunta? – digo rompiendo su burbuja.

Ambas me miran.

Camz como si quisiera matarme por no dejarla con su mujer.

Y Lauren me presta toda su atención, pero sé que quiere apurarme.

- ¡Vamos! Solo serán segundos. Lo necesito para mi historia.

- Dios, siempre dice eso – murmura Camila – habla. – exige mientras atrae a mama entre sus piernas para abrazarla.

- Esto sería una de las partes emotivas, pero antes deben saber que no deben nombrar ni a ustedes, ni a ninguno de nosotros, ¿está bien?

Asienten.

- Bien. Una persona que haya sido importante en su vida, tanto que si tuviesen la posibilidad, pasarían una larga tarde charlando sobre su vida. Puede estar en este planeta como vagando por las estrellas.

Ambas suspiran.

¡Advertí que era un momento emotivo!

- Mi abuela – contesta Camila ausente.

- Mi papá – la sigue mama.

Les dejo unos segundos para recomponerse.

- En serio se ven lindas juntas – digo antes de tener tiempo de pensarlo.

- ¿Y yo? – dicen desde atrás

- Tú te ves tan idiota como siempre.

- ¡No peleen! – advierte Lauren.

- Solo lo hace porque me ama – dice el.

- ¿Tan seguro estas de eso? – lo desafío – prefiero amar a un gusano.

- Sophie, no le hables así a tu hermano – dice Camila pero sé que está intentando ocultar su risa.

Mi hermano pequeño de 12 insoportables años, me saca la lengua y se va hacia su arco de futbol con su pelota.

Mi vida seria perfecta, lo fue durante los primeros 3 años de mi vida, cuando mis madres tomaron su peor decisión, para mí, y fue la de tener a Thiago.

Podríamos haber tenido una vida tranquila, yo sobre todo. Teniendo libertad, espacio, y tranquilidad, algo muy importante.

Subo a mi habitación sabiendo que tengo algo mucho más importante que sentarme a ver al troglodita de mi hermano tirar la pelota para nunca meterla en el arco.

Todo tiene que salir perfecto.

Pronto mis mamas cumplirían 15 años de casadas.

Y quiero regalarles la historia de su amor contadas por ellas mismas.

Con una sorpresa, que son diferentes mensajes de nuestra familia, entre ellos los de ellas mismas.

Hace tiempo desarrolle mi afición por la escritura. Me gusta descargarme y escribir dejando a mi mente vagar por un mundo paralelo.

Por supuesto que el modelaje también me atrae. Desde que mis mamas se asociaron para poner una academia de modelaje y fotografía, mi adolescencia había estado muy ligada a aquellas campañas.

Pero solo como Hobbie.

Camz me dijo que gracias a mi abuelo yo podría ser quien quisiera, ya que el sin saberlo, me había dejado las herramientas necesarias.

- Estas segura que me quieres aquí? Mi mejor perfil es del otro lado.

- Estas preciosa mama, ¿puedes arrancar de una vez? – pido detrás de la cámara.

- ¡Eres igual de mandona que tu madre!

- Creo haberlo escuchado – me burlo

- Pero igual de hermosa

- Pierce, concentrarte!! – la reto.

- Bien, bien. – se acomoda en su asiento – ¿debo saludarla o algo por el estilo?

- Lo que sea, ¡pero habla ya! Solo...piensa que no estoy aquí.

Suspira y se acomoda nuevamente.

- Hola Lolo. Bueno... hola, preciosa. Es extraño hablarte por aquí cuando te tengo a tan solo dos puertas de distancia. Pero una vez más, nuestra hija nos convenció para alguno de sus alocadas ocurrencias. Se supone que debo decirte algo lindo así que bueno, aquí voy. Es difícil y a la vez muy simple, ¿verdad? Simple porque siento cosas por ti desde hace tanto tiempo que no puedo recordar, y difícil porque ya no encuentro las palabras para expresarlas, recuerdo cuando tenias 15 años, mis dudas, los paseos por la playa, dudé de mi amor por ti, dudé porque era un amor único, en realidad eres mi primer amor, a pesar de no ser la primera que me rompió el corazón, existen muchas maneras de romper el corazón y me di de cuenta cuando no te tenía conmigo, me sentí más vacía, pero te seguí amando te convertiste en mi vida entera, a mis 17años me percaté de mi amor por ti, a pesar de alejarnos, a pesar de irte de mi vida, a pensar de que no estaba segura de tu amor por mi. Cariño, fuiste mi primera en tantas cosas... Eres mi guía, mi compañera de vida, mi amor. Eres todo lo que alguna vez soñé y más, mucho más. Antes no me imaginaba una vida sin ti, pasamos varios meses separadas, y mi corazón estaba hecho por y para ti, el hueco que dejaste en mi vida nadie lo pudo cubrir, podría vivir sin ti  pero el caso es en que no quiero, vivir si no estás a mi lado. Estoy completa, loca, y perdidamente enamorada de ti como el primer día que nos conocimos en el arenero, ¿recuerdas? – sonríe – Gracias por cuidarme, por aceptar ser mi esposa día tras día. Por brindarme estos maravillosos e insoportables hijos – se burla – gracias por hacerme tan feliz. Te amo, ¿recuerdas? Y ya no me hace falta recordar ninguna promesa, porque no tengo el porque decirlas, tú entera eres una promesa. – concluye.

Una lágrima cae por mi mejilla al terminar de ver aquel video.

¡Dios, soy tan sensible como mama Lolo!

¡¡O peor aún, como el tío Shaun!!

Abro el siguiente video y escucho con atención, por segunda vez.

- ¿Vas a decirme que dijo ella?

- No.

- ¿Ni siquiera espiar?

- No, ¡mama!

- ¿¡Y que se supone que voy a decir!?

Nuevamente aclaro

- Lo que sientas, solo imagina que no estoy aquí.

- Bien...

Piensa unos momentos y luego arranca a hablar.

- Es completamente incomodo estar haciendo esto. ¡Hola, amor! – saluda – aun no puedo pensar bien en que decirte, además, ¿que puedo confesar que aun no sepas? Así que solo voy a expresar lo que siente mi corazón en este momento. Perdí la cuenta de la cantidad de años que nos conocemos, pero aun recuerdo cuando te mudaste, aquella chica de unos increíbles ojos que no dejaba de mirarme. Me asustabas, ¿te lo dije alguna vez? lo hacías, hasta que finalmente te animaste a acercarte para tomar prestados mis juguetes en el arenero. A partir de ese segundo no te fuiste nunca más de mi vida, pequeñas épocas. Aunque me asuste mucho más cuando me di cuenta lo perdidamente enamorada que estaba de ti. No sabía qué hacer con lo que sentía, intenté negarlo, te alejé de mi, cuando no quiería conocerme, cuando tenía miedo de mi misma, pero me ayudaste a conocerme, a conocerte a ti y a aceptar este amor más allá de cualquier cosa. Tuvimos idas y vueltas, pero las superamos. Nunca dependimos de nadie, solo de nuestros corazones que solo latían cuando estaban cerca de la otra. Nos casamos y nos embarazamos sin tener la menor idea de lo que hacíamos, ¿pero sabes una cosa? No me arrepiento de nada. Te amo. Y no solo eso, te amo mas cada segundo, cada minuto, cada día, si es posible. Aunque me vuelvas loca y siempre me lleves la contra. Pero te elijo, una y otra vez. Para siempre.

Esta vez, más de una lágrima brota por mis ojos.

Desvió mi mirada hacia la ventana y ahí las veo.

Riendo sobre como Cori corre tras la pelota de Thiago.

Camz con mama abrazada a su cintura mientras la sostiene sobre su regazo.

Abrazadas.

Demostrándose su amor, con un simple acto.

Los besos y los abrazos están presentes a diario.

¿Como podría comenzar a redactar esta historia?

Seria simple si pondría "Había una vez...", pero esta historia no es así. Mis mamas siempre estuvieron lejos de lo convencional.

Lo cierto es que... a pesar de todos los años, idas, vueltas, encuentros y desencuentros, aun queda mucho por vivir, aún les queda mucho por vivir juntas. 

¿Y saben por qué?

Porque un amor así si se aman por las dos partes, nunca se acaba.

Es por eso que esta historia... esta historia recién comienza.


Fin. 

Espero que os haya gustado

Aquí llegó a su final esta historia, al principio tenia pensado dejarla con un mal final, pero existen historias que no lo tienen, dejarme deciros que en esta historia se fue lo más preciado de mi, aquí se trató de luchar, de mantenerse, a pesar de los demás, en la vida real no es así, las personas son seres, seres que aparentan ser lo que no son. De verdad permanecer con la persona que os acepte tal y como sois, que no os cambien, y si os quieren lejos, tirar la toalla, la lucha es de las dos personas no de una sola, sentiros orgullosos de rendiros y saber que lo que vosotros sentisteis era sincero. Amar con el corazón siempre.

Déjame ser la que aguante tus espinas y no solo tus petalos

-Un saludo Naza-