Capítulo 1

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La alarma que marcaba las seis y media se escuchó por toda la habitación. Lunes, de vuelta a la rutina. Evan se levantó de la cama y se encontró frente al espejo en su pared, llevaba unas grandes ojeras y el cabello despeinado, se había quedado gran parte de la noche estudiando para su examen de ética.

Entró al baño y dio inicio a su día.

—Dos emparedados de pavo para el campeón—le dijo Elena, su ama de llaves, apenas llegó a la cocina—. ¿Café para iniciar el día?

Evan sonrió.

—Dos cucharadas de azúcar por favor—respondió y sacó su celular para revisar todas las notificaciones que le habían llegado durante la noche.

—Veo que eres bastante solicitado—bromeó ella, Evan se encogió de hombros.

—Sólo lo hacen por el título, ya sabes cómo es—respondió y tomó la taza de café—. Me iré a la universidad, no puedo llegar tarde para el examen. Saluda a mis padres de mi parte—besó la mejilla de la mujer y salió de la casa para montarse en su auto y conducir hasta la universidad.

Llamó a su mejor amigo y colocó el altavoz mientras conducía.

—Carajo, mira a qué hora me despiertas—habló el chico—. ¿Sabes qué hora es aquí? ¡Las cuatro de la mañana!

Cory, su mejor amigo desde la secundaria, se había ido de la ciudad por una beca de estudios. Se encontraba en Toronto jugando en las grandes ligas de hockey.

—Siempre olvido la diferencia de horario—respondió—. Te llamaba para ser cómo van las cosas con Ángela pero parece que mejor hablamos otro día.

—Terminé con Ángela hace un año, vaya chiste que te luciste—Evan rió, sabía que habían terminado, sólo le gustaba molestar a su mejor amigo—. ¿Has hablado con Sierra?

—La vi el fin pasado, pero como vamos a diferentes universidades la cosa se complica un poco. Nunca tiene tiempo de nada—respondió—. Sigue saliendo con Alan y consiguió un papel pequeño en una serie de televisión; todavía no sale al aire.

—Vaya, es brillante—dijo—. ¿Qué tal tú? ¿Cómo está la chica que mencionaste la última vez? —Evan sonrió.

—No le he hablado—respondió—. No puedo desconcentrarme en este momento.

—Yo pienso que tienes miedo—Evan frunció el ceño—. No has salido con ninguna chica, ¿no crees que hay una razón para eso? Tú que estudias psicología, analízate a ti mismo primero.

—Oh venga, no inicies con eso de que debo analizar mi comportamiento—gruñó—. Ya llegué, te dejo.

—Estás huyendo de...—cortó la llamada sin dejarlo terminar.

Acomodó sus cosas en su mochila y salió del auto, se colocó sus lentes de Sol y caminó hasta la entrada de la Universidad. Sabía que había captado las miradas de unas cuentas chicas, así que sólo sonrió con seguridad y continuó caminando hasta llegar a la entrada de su facultad, en donde se encontraba uno de sus compañeros con varias hojas de la mano, caminando de un lado a otro mientras leía lo que llevaba escrito.

—Cuidado y le abres un hueco al piso—lo molestó, Martin se detuvo y lo miró.

—Estoy de los nervios con este examen—respondió—. No soy de las personas que se aprenden las cosas de memoria, no puedo aprenderme estas leyes así como así—Evan le quitó las hojas de la mano.

—A ver, ¿qué se te complica? El punto no es aprenderse la ley de memoria, el punto es entenderla.

Dos chicas se acercaron y lo saludaron.

— ¿Qué tal, guapo? —le dijo una de ellas acariciando su brazo, Evan les sonrió y le dio una mirada a Martin para que se metiera en eso y no lo dejara solo.

—Estamos estudiando, chicas—le dijo el castaño. La otra chica miró por encima las hojas que Evan tenía.

—Mmm...el código de ética. ¿Quieres que te ayude a estudiar?

—Lo dudo, no estudias esta carrera—le respondió—. Creo que iré a comprarme algo y luego me llego al salón, guárdame un puesto—le dijo a Martin—. Chicas, nos vemos luego—les dio a cada una un beso en la mejilla y se alejó de los tres para caminar hasta el primer negocio de comida que había.

~•~

— ¡Te has vuelto loco! —escuchó un grito en el lugar, volteó a ver y se encontró con Mike, uno de sus compañeros de secundaria, y Roni, la mejor amiga de este. Ella al ver que todos habían volteado a verla, se encogió en su puesto y se sonrojó.

—Es una chica extraña—le dijo el chico con su pedazo de pastel—. Estudio con ella y se comporta igual o incluso peor.

Evan rio por eso y tomó su café. Su mirada permaneció en ella durante su tiempo en el local, no quiso acercarse porque sentía que estaban en algo importante, así que sólo la observó. No era mentira lo que le había dicho ese chico, Roni era una chica extraña.

Bueno, más bien, era una chica un tanto extravagante para su gusto, pero a pesar de eso le agradaba. Nunca había tenido una conversación con ella pero se veía a simple vista que era interesante y simpática; incluso una vez le pidió a Mike que se le presentara, aunque cabe resaltar que eso nunca pasó.

Quizás fue la intensidad en que él la miraba que Roni volteó a verlo, Evan quitó rápido la mirada y tomó un poco de pastel para llevárselo a la boca. Deseó que ella no se hubiese dado cuenta, pero esperó mucho más que él no se percatara de lo mucho que ella le gustaba.

Ahí estaría perdido.

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Hellooo! No sé qué hora es en sus países pero aquí ya son las 11pm gg, pero subo el primer capítulo porque no pude aguantarme aklfjsdl 

La historia tendrá capítulos cortos, no quiero que sea algo pesada así que es lo más práctico para mí. La época se sitúa luego de los acontecimientos de Él era un chico y Lo que quieren los chicos (historias independientes que no son necesarias leerlas para entender pero que no me molestaré si lo haces).

¡Preguntas!

1- ¿A qué hora estás leyendo esto?

2- ¿Qué te pareció el primer capítulo?

3- ¿Ya siguen el Instagram de Evan? Es @Evan_lqqlc

4- ¿Les gustaría un instagram de Roni? 

Un saludo, Génesis

Los códigos de EvanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora