—Hey—le dijo Evan llegando frente a Roni, ella le había pedido encontrarse esa mañana cerca de la librería en donde trabaja para poder conversar—. ¿Cómo estás? —besó su mejilla, Roni sonrió.
—Genial—ella tomó su mano y Evan se sentó a su lado—. Quería hablarte sobre algo que me sucedió ayer.
Evan asintió, tenía que mostrarse tranquilo.
—Salí con Benjamín ayer a la feria y me confesó que le gustaba, yo me lo imaginaba y por eso le había dicho para vernos; quería dejarle claro que realmente no estaba interesada en tener más que una amistad.
— ¿No te gusta?
—Claro que no, me gustas tú—Evan sonrió y Roni acarició su mejilla. Lo miró a los ojos un momento y luego continuó hablando—. Debes alejarte de él, no merece tu amistad—comentó—. Ayer me habló muy mal de ti, Evan, él realmente no es bueno.
Evan asintió.
—Sí, quizás fue un error mío creer que podía ser así—comentó—. Lamento que te haya hecho pasar ese mal rato—Roni negó y le dio un beso en la mejilla.
—Está todo bien, ¿okay? —le dijo—. Hay otra cosa que necesito preguntarte.
Evan la miró curioso.
— ¿Qué son los códigos? —preguntó—. ¿Y por qué los has roto?
Evan permaneció en silencio sin saber exactamente qué decirle, imaginó que Benjamín se lo había contado en un intento de hacerlo caer a él también, por la forma en que Roni se mostraba, no parecía estar molesta, así que prefirió hablarle con la verdad y contarle todo lo que necesitaba saber y más.
—Los códigos es algo que tenemos Gastón, Benjamín y otros chicos más desde la secundaria, lo creamos Cory y yo cuando teníamos trece años porque un amigo y yo discutimos por una chica, no reunimos varios chicos en ese entonces y creamos veintiséis reglas que debíamos cumplir siempre. Hasta la fecha lo seguimos usando, unos más que otros, por ejemplo yo los uso como una forma de lealtad y para no crear problemas entre nosotros—confesó, Roni asintió.
—Vale, son como sus reglas sagradas—Evan asintió, en parte era así—. ¿Por qué Benjamín dice que lo rompiste?
—Porque me enamoré de ti—comentó y Roni se sonrojó—. El código dice que no podemos fijarnos en la chica que uno de nosotros ya se fijó.
—O sea que le gusté a Benjamín desde hace rato.
—No sé, sólo sé que él fue quién lo dijo primero—ella frunció el ceño—. El código da como el primer chico en fijarse, el que lo mencione primero, no importa si tú estabas enamorado de antes, si el otro lo dice primero, entonces el código le da la razón a él.
—O sea que según el código, Benjamín es el único que podía fijarse en mí—Evan asintió—. Es un código muy machista.
—Teníamos trece años, fue hace mucho, la sociedad no había evolucionado tanto como para hacer el código de otra forma—dijo—. De igual forma he roto el código varias veces:
— ¿Cómo? ¿Qué has hecho?
—Fijarme en ti, salir contigo, salir contigo a escondidas, no decirle a los chicos la verdad...realmente la razón por la que te esquivaba al principio era por los mismos códigos que no me permitían hacerlo. Pero ya me importan una deblin los códigos, yo quiero estar contigo.
—Wow, Evan el correcto ha roto varias reglas—rió ella, Evan suspiró—. Creo que me gustas más ahora que sé que rompes las reglas.
Evan la codeó y ella sólo rió.
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Los códigos de Evan
Short StoryEvan es el perfecto capitán del equipo, tiene a todos encantados con su personalidad y sabe cómo ganarse al mundo; nadie nunca duda de él, de sus acciones ni de su forma de ser, pero tanta perfección deja inquieta a Roni. ¿Cómo podía ser posible qu...